Nací en pleno verano caribeño un 15 de agosto de 1976, en República Dominicana. Hija de un maestro y una maestra y el chédar de dos hermanas. Distintísima. Lo que se puede definir como la oveja negra de la familia. Trabajando desde que tengo 17 años, hoy me confieso hámster del sistema capitalista, mas lo suficientemente atenta como para elegir disfrutar mi rueda y decidir la decoración de mi jaula. Desde jovencita supe que las ciencias humanistas eran lo mío, eligiendo la Psicología como carrera.

Contestataria e idealista. Sujeto político y social. Amante de Chopin, Mozart y el Bólero de Ravel; del humor divergente, la rúcula y el aceite de oliva. No podría vivir sin crema humectante, lunas, música, sol, ni árboles.

Empiezo a escribir en mis tiernos 13 años. Sin embargo, no es hasta el 2014 que decido publicar. Algunos me llaman poeta, pero definitivamente no lo soy. Otros, escritora. Yo me concibo narradora, incluso sin escribir.

Con algunos sueños en camino, me declaro reconciliada con mi historia, feliz, apasionada sin remedio, visceral y honesta.