Yo quería ser locutor de radio; retransmitir partidos de fútbol o entrevistar a cantantes de heavy metal. Pero heme aquí, dándole una vuelta de tuerca más a mi viejo y arrugado curriculum, si bien que dándome así mismo el gusto de disfrutar de un paseo libre por el mundo gracias a la magia de la palabra. Hace ya un cuarto de siglo que terminé la carrera de Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y jamás pensé que me iba a dedicar a editar guías y revistas sobre las cosas del comer bien y del beber mejor.

Después de terminar mis estudios en 1990, pasé tres años en distintas emisoras de radio locales; y tras avatares de aquellas otras crisis de los años 90, entre a formar parte de la plantilla de la Revista Restauradores para cubrir un puesto eventual de redactor. Era octubre de 1994. Y ahí sigo; ya como redactor-jefe desde hace más de quince años –pero vamos, que de ahí tampoco paso-, trabajando desde casa desde hace más de diez –ese sí fue un buen ascenso-; y como autónomo y freelance –no comments- desde hace casi cinco. Pese a que la paciencia se va agotando con el transcurso de los lustros y las décadas, todavía sigo sorprendiéndome a mí mismo con ciertas ganas por pelear, distinguirme y ofrecerme. Gastronomía, vinos, viajes, algún ensayo breve, algo de arte, por qué no deportes… Ya veremos…