Diego Camargo Rivas es un apasionado docente colombiano de Montería, fusiona la filosofía, la investigación escolar y las religiones del mundo con más de 5 años de maestría. Como redactor, cautiva en redes sociales y periódicos virtuales. Experto en artes marciales chinas y terapeuta acupunturista, crea un camino de balance y armonía para sí mismo, sus estudiantes y pacientes.
Originario de Montería, Colombia, Diego Camargo Rivas forjó su camino desde las aulas de La Salle, donde absorbía no solo conocimientos académicos sino también lecciones cruciales sobre liderazgo. A pesar de sus raíces cristianas en la comunidad de los Hermanos de las Escuelas Cristianas Lasallistas (FSC), su búsqueda espiritual lo condujo hacia la filosofía y las artes orientales, marcando un desvío significativo en su trayectoria.
Inmerso en un viaje de 10 años en las artes marciales chinas, encontró en su maestro de Kung Fu no solo un guía en el combate físico, sino también un mentor que le enseñó la importancia de la meditación y los principios fundamentales de la medicina tradicional china. Este viaje no solo pulió sus habilidades físicas, sino que también cultivó una profunda comprensión de la conexión mente-cuerpo y las prácticas curativas ancestrales.
Diego, ahora maestro de artes marciales chinas y terapeuta acupunturista, integra la medicina tradicional china en sus lecciones privadas, llevando consigo la riqueza de una década de aprendizaje. Posee una maestría en filosofía, donde su tesis se adentró en el estudio del Tao Te Ching y la filosofía oriental, revelando su dedicación a la exploración profunda de la sabiduría ancestral.
Lo que distingue a Diego es su enfoque cercano y personalizado hacia sus estudiantes. Más allá de las aulas tradicionales, se destaca por descubrir y potenciar las habilidades individuales de sus alumnos. Entre sus clases más reconocidas se encuentra el taller de arquería zen, donde fusiona la meditación con la precisión del tiro con arco, proporcionando a los estudiantes una experiencia única de concentración y calma.
Otro de sus talleres innovadores es el de Kintsugi, donde crea un puente entre la filosofía de Martin Heidegger y la sabiduría japonesa del kintsugi. Esta fusión de pensamiento occidental y oriental ofrece a los estudiantes una perspectiva única sobre la imperfección y la belleza de la resiliencia.
Como docente, Diego lleva la pedagogía más allá de las paredes del aula, creando experiencias educativas que no solo informan, sino que también transforman y enriquecen la vida de sus estudiantes. Su enfoque holístico, que combina la filosofía, las artes marciales y la espiritualidad oriental, refleja su compromiso con el desarrollo integral de quienes tienen el privilegio de ser sus alumnos.