¿Qué expectativa tiene el público contemporáneo ante la vorágine de medios al ir a ver ópera?
Antes que nada, hay que encuadrar la ópera no en competición con otros medios sino como uno de ellos, como una posibilidad artística en la que se transmite la voz (como sucede en el deporte en vivo o en televisión), y que emociona la presencia en vivo. Eso es lo emocionante.
Hablando de la producción actual de Orlando, que se ha montado basándose en la vida de Virginia Wolf. Supuestamente el regisseur crea multiversos como en las películas animadas de Marvel, en donde es el caso del Dr. Strange que viaja a través de portales cósmicos de un universo a otro en el multiverso posible… Es decir, parece que se aprovechan los últimos avances de la física cuántica para mostrar la transformación de Orlando. en el caso de Wolf es sin embargo distinto (al incluir transformaciones y traslapes temporales que en la obra de Haendel no se dan. Pero es que ni siquiera se superponen los dos Orlandos (Wolf/Haendel) sino que todo se mira a través del prisma de la vida de Virginia Wolf, de su biografía, asumiendo que es igual o comparable a su obra Orlando. Bueno lo anterior lo menciono porque la ejecución musical se hace con instrumentos modernos y la afinación actual de 440, distinta a la de la época de Haendel. Es decir, todas estas aproximaciones y variaciones nos distancian de la obra Orlando de Georg Friederich Haendel. Estamos ante un maremágnum de elementos, y la afinación es acaso uno de los más relevantes. No hay una afinación exactamente igual de un instrumento a otro, mucho menos con los cantantes, pues los porcentajes de error varían, y el espectador escucha una totalidad, que incluye la suma de las imprecisiones. ¿Cómo se controla la afinación total?
Bueno, yendo por partes, vayamos a la contemporaneidad de instrumentos, incluidos los temperados, que no existían en la época de Händel. Luego las libertades del regisseur, pero si vamos hacia atrás, Händel escribió su obra, basado en un libreto de autor desconocido, que a su vez se basó en Ariosto y toda la tradición de hacer libretos, pues sobre Orlando hay muchos, como los hay sobre la metamorfosis de Oviedo o la tragedia griega, etc. etc.
Así Ariosto, al nos escribir sobre su época sino sobre algo sucedido en las cruzadas, ya hace una superposición de momentos de la historia y la sensibilidad humanas. Así nosotros aportamos una parte a esa pirámide que se va construyendo en la historia del arte. Así es el arte vivo. El arte representado de manera auténtica desgraciadamente no existe, porque, aunque tengamos un Shakespeare, sus palabras originales, ¿qué significaban para cada persona? La manera de recrear el arte de manera auténtica es una ilusión. si nosotros tomamos arte de nuestra época y tratamos de recrearlo, a pesar de conocerlos de tener partituras, descripciones, por ejemplo, las canciones de los Beatles, que fueron icónicas a una época a la que todavía pertenecemos en cierto modo.
Pero si apareciera una partitura inédita de los Beatles, y como sabemos tanto de ellos, tratamos de recrearla: sabemos que instrumentos habría, cómo los usarían…, y recreamos esa canción. Y luego apareciera en un cajón una grabación de esa canción. ¡Seguramente sería completamente distinta, aunque tengamos las notas, los acordes, a como se tocó! Todas las versiones que hagamos serían cover, aunque tengamos la intención de ser fieles. Una cosa no quieta la otra. Yo trato de3 ser fiel a Händel, pero al mismo tiempo soy completamente consciente de que yo como artista estoy leyendo esta obra y comunicando mi lectura a otros artistas en el escenario, que van a hacer su versión a partir de esta lectura. Y esto es lo fascinante de la ópera: si hacemos diez funciones, serán distintas. Para mí esto es lo más bello: es un arte vivo, que depende de la energía y la conexión de cada uno con cada uno en ese momento, para su vez, transmitirle algo al público.
Y luego está el público: una ópera italiana para gente que habla italiano es una cosa, si la hacemos con subtítulos para alemanes, ya es otra. Si lo hacemos para gente que nunca han escuchado ópera, si la llevamos a la selva del Amazonas para la gente que nos escuche va significar una cosa completamente distinta y eso, la comunicación y entendimiento de cada fase es el momento más importante del hecho artístico. si nosotros vamos a ver la Gioconda, que la conocemos tan bien, pero para gente que la ha visto en una lata de dulce de batata, no es lo mismo. Así, el hecho artístico se produce cada vez que una persona entra en contacto con la obra. Eso es un museo: un lugar que le da la oportunidad a la gente de ir y conectarse con lo que quiso decir un artista en su tiempo, y como el ser humano va cambiando, cada comunicación es distinta.
Sobre el tema de la afinación. Es uno de los muchos aspectos técnicos, aunque no son solo eso… En cuanto a la coordinación de los aspectos de a considerar está la afinación, el ritmo, que parte de la naturaleza, algunas pocas notas y lo demás es construido por el ser humano, como la escala de siete notas: eso no existe en la naturaleza, por lo que está sujeto a interpretación. Mi trabajo empieza al decidir si las sensibles son altas y expresivas o si son más bajas y parte del acorde que forman. O algo que está tan relacionado con la afición, como es el balance interno, qué con la quinta en relación con la tercera, cuanta disonancia… todo eso influye mucho en l que hacemos. Y el trabajo del director es obtener un entendimiento común, en qué idioma vamos a hablar en cuanto a afinación, a ritmo, sonido la la frase es decir, hacia qué punto gravitatorio se dirige. Uno puede ir en una línea directa o en ondas hacia ese punto. Puede ir con mucho énfasis, o de manera imperceptible. Una vez alcanzado ese punto, la ola retrocede, pero nunca tanto en dirección a donde estábamos. La relación de de 8 a 1, o de 20 a 1.
La música pide un retroceso, o que sea un encadenamiento constante de ir hacia un punto y hacia el próximo, y el espectador en muchos casos no lo va a percibir conscientemente, pero sí la sensación que transmitimos, de que lo que hacemos es un acto físico. En la música electrónica eso no existe, se usan otros trucos. A mí me interesa más el pulso vivo, hecho por personas.
¿Es el público parte de la obra?
Absolutamente. Un ensayo general con público o sin público no es igual. Si hay público se da una retroalimentación, no son simples cabezas en las butacas.
¿Puede la música aportar algo para el mejoramiento del mundo?
Yo creo que sí, pues crea un momento en el que todos participamos de algo positivo, transformador. Muchos de los actos brutales que se comente en la humanidad, si las personas ejecutoras de esos actos hubiesen escuchado un concierto, al menos habrían dudado de cometer una atrocidad.
Regresando al multiverso, y recordando aquello de que cada cabeza es un mundo, pues su percepción de la realidad es única, cuando se unen en el acto artístico, la conexión del público con todos los artistas en escena crea un universo paralelo, un universo de bondad frente a la barbarie del mundo. Si pudieras conservarlo…
Es la famosa frase de Churchill, al que le dijeron que había que reducir el presupuesto de cultura para poder luchar en la segunda guerra mundial, y él dijo: ¿Por qué era que estábamos luchando, otra vez? Si destruimos nuestra cultura para luchar, estamos cometiendo un acto de barbarie e ignorancia.