A la memoria del periodista yucateco, más aún: meridiano, Mario Menéndez Rodríguez, quien dirigiera las publicaciones Sucesos, Por qué? (sic) y Por esto.

Durante aquel tiempo en que la hoy península mexicana de Yucatán sirviera de asiento a (parte de) la cultura maya, se denominaba el Mayab al área, al sureste del actual México.

Fue un pueblo con fama por su gran ciencia. Menos célebre es su talento para la música de entonces. Pero ¿qué tal hoy?: la trova yucateca y en general la luminosa inspiración de sus compositores le dan un carácter único en el mundo del arte.

Escuchemos una muestra cumbre como es la que sigue: Caminante del Mayab, debida al genio creador del compositor nativo Guty Cárdenas. El autor de la inmortal letra es Antonio Mediz Bolio (tío de Carlos Loret de Mola Mediz, exgobernador de Yucatán).

Por cierto que la orquesta intérprete fue fundada, entre otros, por Santiago Manzanero, padre del maestro Armando:

Revisemos, por medio de muy breve información y ejemplos musicales, el legado de los autores mexicanos de esa región. Encontraremos que su voz es universal y ya no como Caminante…, que estaba cargado de fervor por la tierra y raíces a los que se debía.

Armando Manzanero

Este compositor produjo durante medio siglo o más aún. A lo largo de todo ese tiempo no dejó de hacerse presente, con diferentes intensidades, en el mapa musical. Ya su primer disco fue un cañonazo que no ha dejado de resonar hasta este momento, prolongado por muchos intérpretes.

Es uno de los tres o cuatro prolíficos autores mexicanos de la segunda mitad del siglo XX que no pueden faltar a recibir la estafeta entregada por Agustín Lara: Manzanero junto con José Alfredo Jiménez y Juan Gabriel.

El aire cándido de sus canciones, las límpidas imágenes, la sencillez y la sinceridad que transmiten son solo algunas de las diversas cualidades de su obra.

Uno de los mayores éxitos de la irrupción de este autor en el panorama musical fue Adoro. Paralelamente, su coterráneo Carlos Lico alcanzó cumbres con la memorable interpretación que de ella hizo:

Por su parte, el cantautor brasileño Roberto Carlos interpreta de Armando Manzanero Esta tarde vi llover:

Luis Demetrio

Apasionado cantor y compositor. Dio al bolero algunas de sus mejores páginas, con todo género de intérpretes nacionales y extranjeros. La música fue su identidad toda la vida; la ejerció en diversas formas, por ejemplo, como parte de los coros del insustituible rey del mambo, Dámaso Pérez Prado.

Uno de sus éxitos iniciales fue La puerta. Con los años, vendrían muchos más. Luis Miguel la devolvió a los primeros lugares con esta, su versión:

Su canción ¿Quién será? tuvo varias transformaciones hasta convertirse en Sway. Aquí tiene la interpretación del artista canadiense Michael Bublé:

Una muestra de su infatigable labor se ve en este clarísimo pasaje de su biografía publicada por la Sociedad de Autores y Compositores de Música (SACM) mexicana:

En 1970 se impuso un nuevo reto, el cual asumió con gran responsabilidad y entrega apasionada, para promover el conocimiento de la historia de México a través de la música, y ante la sorpresa de amigos y admiradores, se apartó por completo de la actividad artística para emprenderlo.

Para esa monumental obra colaboró una pléyade de profesionales: músicos y arreglistas (la historia lo es también de la música escuchada en México, pues cada etapa viene acompañada de un arreglo adecuado a la época); en los textos, el poeta Salvador Novo; como uno de los narradores, el (posteriormente) premio Cervantes Álvaro Mutis; y en las voces, sus paisanos (de Luis Demetrio) Armando Manzanero y Carlos Lico, Manolo Muñoz y su amigo Bernardo Osorio. Todos ellos, entre varios más. En la versión DVD contó, por ejemplo, con la actriz Angélica Aragón.

Hasta aquí el recuento por hoy, y ya continuaremos con el tema.

OBITUARIO

El músico brasileño Sergio Mendes falleció este septiembre de 2024.

Su trayectoria, en gran parte desde los Estados Unidos, se forma por diferentes épocas y momentos culminantes. De ese conjunto destacan, por mencionar algunos, su formación con Tom Jobim y su colaboración con Herb Alpert.

Fue uno de los forjadores del bossa nova, al que además combinó con el jazz.

Un éxito suyo, muy injustamente omitido en sus semblanzas ahora con su deceso, fue “Promesa del pescador”. Agradezco a mi querido amigo, el padre Félix Quiroz Plascencia, el recordarlo. Aquí lo tiene usted: