Para empezar, hoy, no puedo controlar mi energía y hasta me cuesta concentrarme para escribir este renglón. Uno, porque estoy respirando mal, el aire no me oxigena bien, no me calma. Dos, dejo que se me crucen pensamientos intrusivos y no solo se cruzan, sino que dejo todo y voy corriendo atrás de ellos. Tres, ya empecé diciendo “no puedo”.

Si miras las cosas al revés, es fácil discernir lo que hay que hacer. Uno, usar una técnica de respiración. Dos, ser espectador de tus pensamientos, verlos pasar, tú aquí, ellos allá. Lo que nos lleva al tercer punto, que es la confianza. Hay que ir seguro, más allá de pensar, “yo puedo” en bucle, es ni siquiera contemplar la posibilidad, si se te cruza ese pensamiento, lo sacas de una diciendo “qué idiotez”.

Y me preguntarás, ¿qué pasa con las personas deprimidas clínicamente, con ansiedad, hiperactividad, etcétera? El control de la energía no pretende curar estas afecciones invisibles, pero poseerlas tampoco es un obstáculo.

Yo misma he experimentado la depresión y vuelve cada tanto, pero solo disminuye el flujo de energía. Siempre puedes hacer cualquiera de estas prácticas, a tu medida y a tu ritmo.

Voy a ir explicando todo de tres en tres porque es un número sagrado. Hay tres formas de manejar la energía que te rodea: Protección, absorción y expansión. Lo más adecuado es que lo practiques en este orden. Mientras te muestro estas prácticas, te voy a ir haciendo una descripción básica de lo que es la energía, porque asumo que ya lo sabes si estás leyendo un artículo tan específico y porque me aburren las introducciones bibliográficas.

Protección

Paladar sobre la lengua, llevo la respiración hacia el vientre. Cuando inhalas, se infla la zona del ombligo y cuando exhalas, se desinfla la misma zona y te concentras en el aire que circula allí. ¿Por qué el paladar en la lengua? Esto hace que nuestro cuerpo sea un circuito cerrado y todo se concentra dentro.

Teniendo suficiente oxígeno en el cuerpo y los pensamientos lo suficientemente domados, das una exhalación, llevando el aire a todo el cuerpo e imaginando que este aire se va lo más lejos que alcance tu imaginación, y luego lo traes hacia ti una última vez, para que te envuelva y te proteja.

Para reforzar esta idea, te va a convenir que imagines que el aire es de color violeta, o cualquier color que consideres protector. Lo importante es que te sientas seguro.

Una forma rápida de protegerse cuando hay muchas personas y sientes la energía densa, es pasar una mano desde el hombro, que recorra el pecho y que salga por la cintura, como sacándote polvo, y si puedes, haz lo mismo con la otra mano.

Absorción

Esto es un poco más peligroso, úsalo con discreción, porque puedes absorber energía de cualquier elemento vivo e incluso de lugares que guarden memorias, hasta puedes hacerlo de un montón de niños jugando.

Es importante aclarar que no debes hacer esta práctica con personas que están débiles directamente, y que es importante no descargar la negatividad sobre otros, solo absorber poder.

¿Técnica principal? Ser consciente, absorber inhalando cerca de lo que quieres y saber por qué lo quieres y sentirlo como entra por cada poro. Es mucho mejor si usas las manos, si las acercas como si estuvieras calentándolas en una chimenea o directamente tocar, si es posible.

Los pies son buenos receptores también, puedes absorber la energía de la tierra, la arena, el agua, un templo, lo que se te ocurra.

Lo más recomendable es hacerlo con elementos de la naturaleza, plantas, agua, aire, tierra, luz o piedras.

Expansión

Qué difícil. ¿Qué quieres expandir de ti? La ira suele ser un fuego rápido y despiadado que se lleva a todos sin pedir permiso, no hace falta que lo hagas crecer. Pero puedes elevar la sutileza de tu ser y envolver a un a multitud en ella. Lo más natural es hacerlo bailando o cantando.

Es más sencillo si conoces el color de tu aura, con esa información y varias exhalaciones visualizas como tu aura emana de ti y como va tocando a las personas que tienes a tu alrededor, o a la distancia. Para la energía no hay límite del espacio-tiempo.

Te explicaría encantadísima de cómo saber el color de tu aura, pero hasta ahora, mi propio color y el de los demás, a llegado a mí al azar, de maneras diversas y sin proponérmelo mucho, pero sí te puedo decir que cuando lo sabes, lo sabes, no hay que rebuscársela.

Aquí te regalaré la primera pequeña técnica con la que expandí mi energía por primera vez: posición de loto, manos enfrentadas una a la otra a no más de diez centímetros, te imaginas una bola de energía en las manos y a medida que la concentración crece, la bola también. Cuando quieras, diriges esa bola de energía hacia ti o hacia cualquier otra cosa o persona.

Si tienes suficiente curiosidad, quizás también te comparta uno de mis rituales completos, con número de velas y símbolos, como le gusta a la humanidad.