Es 15 de enero, y quizás solo bastaba respirar

¿Te parece bien?
¿Cuántos huevos cocidos son mucho?
¿A qué hora me duermo?
¿Esta vez me estoy pasando de loca?
¿Cuánto me quieres tú?
¿Cómo te fue en el viaje?
¿Puedes volver?
Y si vuelves, ¿puede ser conmigo?

22 de diciembre de 1999

No te preocupes, he puesto los caballos en el establo y hay una ensillado esperando por ti. Trátalo bien. Tómate tu tiempo para estar allá lejos persiguiendo espejos, que yo de vez en cuando te veo.

El sol ya habrá salido allá donde tú estás, lo sé porque me calienta la cara. Extraño el sol, aunque no me hace falta para nada.

¿Todavía te acuerdas de como subir a la silla? Va un pie y después otro, no te pongas ansiosa que el caballo sale galopando contigo a medias. Ya te avisé, ahora si te caes no es mi culpa.

No sé qué más decirte si me estás leyendo la mente.

Estamos en contacto,

Un beso.

16 de febrero, 2019

Los días corren con los galgos,
Creí que era viernes y es sábado.
Se alteró el espacio-tiempo
Fue hace días y aún no me adapto.
Tendría que irme, dejar la cama,
Pero estoy quieta en el Samba.

Se nubla la perfección de mi cuarto,
Sol entrando por las ventanas
E iluminando el caballete,
Con reflejos de árboles verdes.

Todo ordenado, y yo: caos.
Soñé que moría ahogada,
Que iba al fondo y flotaba
Rodeada de libros de maga
Y cuando miro por la ventana,
Veo una carrosa fúnebre
Y supe que era la muerte.

19 de febrero de 2019. Día de invierno

Después de quejas y análisis, creo que puedo decir que sí me lo merecía, y si no me lo merecía, lo soporto. Así son las cosas ahora.

7 de marzo de 2024

El duelo es pasar por nuestro lugar favorito sin tu compañía.

14 de marzo, 2019. Rotura de cráneo

Alitas bailarinas
Casi diosas
En filas híbridas,
¿Kalima?
La maruja ¿no?
Ñandúes opacas
Que rozan soles tibios
Un vino ¡Wallie!
Xilofonistas y zandungas.

Ahora bien,
Hagamos imaginaciones,
Juguemos kalimera,
Luego, mira: nacidos ñoños,
O peor.

22 de marzo, 2019

Me perturba que su voz solo se escuche en una canción de guitarra y mate.

Me perturba que ya no cante.

Me perturba el agua en sus pulmones.

Me perturban los agujeros en su cabeza.

Me perturba la señal que nunca llega.

Me perturba la ausencia de la paz.

Me perturba estar tan lejos de la verdadera casa.

Me perturba que ya nadie me va a amar así.

Me perturba el ladrón intentando robar un auto debajo de mi balcón.

Me perturba que todo sea perfecto pero efímero.

23 de marzo, 2019

Me perturba esa canción de la abuela coca, la del milagro.

Me perturba la gente dormida en 18 de julio.

Me perturban los ruidos estridentes.

Me perturba mi soledad crónica.

Me perturba no creer en la muerte.

Me perturba la planta que se marchita.

Me perturba mi hermafrodita.

Me perturba mi padre.

Me perturba el Río de la Plata y sus acantilados.

Me perturban una serie de perturbaciones varias que me acompañan desde la catástrofe del post nacimiento.

Me perturba mi herida chorreando.

Me perturba el chakra corazón.

Me perturba estarlo decepcionando.

Me perturba esa señal que pedí y que nunca llega ¿qué pasa?

Me perturba que él sí me hable y que yo no lo escuche.

Me perturba que allá lejos, se haya olvidado de cómo amarme.

Me perturba la mochila trotamundos.

24 de marzo, 2019

Me perturba el domingo por la tarde.

Me perturba la abstinencia.

Me perturba la lata casi vacía.

Me perturba la energía de mi pensamiento.

Me perturban las diez mil cosas que hay bajo el cielo.

Me perturba Lao Tze.

Me perturba Cháng.

Me perturba, mil veces, Coelho.

Me perturba José.

Me perturban los celos.

Me perturba ser así de desquiciada cada día de mi vida.

Me perturba, insisto, en que él ya no esté.

Me perturba el pasado.

Me perturba el futuro.

Me perturba mi cuerpo a las tres de la mañana.

Me perturba mi casa de la infancia.

Me perturba ese ente marrón que se para en mi puerta.

Me perturba que me espere, no sé para qué.

Me perturba el sol cuando aún no ha salido.

Me perturba la cámara que me ve todo el día dentro de mi casa.