Sigamos, pues, en esto de revisar nuestro uso del español. A continuación, algunos errores, chicos, medianos y crasos.
¿«Gracias al susto, perdió el habla una semana»?, entonces no fue «gracias»
El término «gracias» tiene varios significados. La academia española en su diccionario no recupera bien la siguiente acepción: «consecuencia favorable de un esfuerzo o buena acción» (esa consecuencia, no necesariamente inmerecida). Ejemplos: «Gracias al ejercicio, llegué, casi sin problemas, a la cúspide del Pico de Orizaba»; «No lo que tengo, sino lo que soy, es gracias a tus sacrificios».
Recuperado o no por la institución, ese sentido de la palabra es porque es… En consecuencia, caemos en un error si usamos «gracias» para algo malo, como dice nuestro subtítulo: «Gracias al susto, perdió el habla una semana», mal, muy mal expresado; «Si estamos en los huesos, es gracias a su descuido», lo mismo. Degeneraciones de nuestro idioma. Bien puede cambiarse por: «A consecuencia del susto, perdió el habla una semana»; «Si estamos en los huesos, es como resultado de su descuido».
Así que, solo hay que decir «gracias a» cuando se trate de un bien. De lo contrario, solamente que se estaría siendo irónico.
Usos de «rectoría» y «rectorado»
Rectoría es el cargo de rector. También se da ese nombre a la oficina de quien tiene tal puesto.
Sin embargo, vemos que se llama así al tiempo que permanece en el cargo una persona; ejemplos: «La rectoría de Javier Barros Sierra es histórica y entrañable»; «Una rectoría, en la UNAM, dura 4 años y es reelegible». Es un error. Ese significado le corresponde al término «rectorado».
¿Tremor o temblor?
La bella palabra «tremor» significa, simple y llanamente, «temblor». Pero, aunque parece un sinónimo perfecto, he aquí que no lo es, porque su significado número 2 tiene diferencia con «temblor» en cuanto al tiempo que dura: el otro significado de «tremor» es «comienzo de un temblor».
¿«Usar» o «utilizar»?
Un caso semejante al anterior es el de las voces «usar» y «utilizar». Son sinónimas en un primer término, aunque la segunda se me hace levemente forzada, pues «uso guantes para conducir» es muy natural, y «utilizo guantes para conducir» lo es menos… Se encuentra uno, cuando investiga, que el significado número 2 de «utilizar» es el de aprovecharse… de una circunstancia, de un puesto, etcétera. Por ejemplo: «utiliza el nombramiento ya sabemos para qué»; «no es que use los servicios de las redes, los utiliza; sí, en su propio beneficio».
En los casos de tremor/temblor y de utilizar/usar encontramos, entonces, que en su primera acepción son sinónimos el uno del otro, pero en su segunda acepción hay un matiz diferente en el primero de cada par. Necesitaremos fijarnos bien en qué sentido están usados «tremor» y «utilizar».
«Costipar», «costruir», «costituye», «costitución»: crasos errores
En esta parte, no hace falta ni pensar en ejemplos. Simplemente hay que señalar el craso error en que se incurre cuando a la unión de la ene con la ese, ¡le quitamos la ene! Es una impiedad para con los oídos inteligentes.
Precisamente observo ese error en México, una y otra vez, en una persona que cada día, ante los micrófonos, tiene por su profesión que manejar el término «constitución» y siempre le oiremos decir «costitución»: ¡válgame Dios!
¿Cómo está eso de que «se salvó de la estampida; aunque con heridas leves, pero salió ileso»?
En una frase como «se salvó de la estampida; aunque con heridas leves, pero salió ileso», lo correcto es «se salvó de la estampida; con heridas leves, pero salió sin nada considerable» o, si acaso, «se salvó de la estampida; con heridas leves, pero salió casi ileso».
Es decir que «ileso» no significa que salvó la vida, ni que salió sin rastro considerable de algún accidente, sino que «ileso» quiere decir «sin lesión». En absoluto.
Acerca de «inicialmente, hablé conmigo mismo»
Una persona (preocupada —como tanto deseamos— por su español) pide luz a la Fundéu (Fundación del Español Urgente) respecto a si está bien decir algo como «inicialmente, hablé conmigo mismo», que si no basta con decir «inicialmente, hablé conmigo». La institución contesta que es correcto lo de «mismo», y plantea como fundamento algo que no me parece tan fundamental: que, como lo común es hablar con otra persona y no con uno mismo, es correcta esta aparente redundancia.
El «viacrucis»
Se llama «viacrucis» o «vía crucis» (en su forma latina Via crucis, —pronunciada la segunda ce como che—), al «camino de la cruz» que Jesucristo recorrió, sufriendo vejaciones, rumbo al Calvario, monte donde habría de ser crucificado. La religión dicta que ese fue el medio para que Jesucristo obtuviera de su padre el perdón de nuestro pecado: el sacrificio de su propio hijo.
A partir de ahí se llama así a un trance de sufrimiento: «Ha sido un viacrucis mi trato con los acreedores de mi difunto», «pasó una larga enfermedad, fue un vía crucis».
Existe además en el catolicismo el rezo del vía crucis que tiene como centro cada una de las estaciones o momentos importantes de ese padecimiento de Jesucristo, representadas en puntos del templo con una imagen alusiva.
Su escritura es, como aparece en el primer párrafo y en los ejemplos, dual. En una sola palabra —por tanto, sin acento— o en dos —y con acento.
Para terminar
Concluyo de una manera que he de repetir en tantos artículos sobre nuestro uso del idioma y sus incorrecciones como me sea dado escribir: recuerde que, con su lenguaje, ya sea oral, ya sea escrito, los demás se forman una imagen de usted; más aún, para algunos el lenguaje será lo único que cuente de usted, su valor estará dado por sus palabras. ¿Es eso válido?, ¿es ético? No lo sé, en parte no, pero ocurre.