La cultura Maya de la época clásica produjo logros culturales inigualables. La arquitectura, las artes, la astronomía y las matemáticas de este pueblo sorprenden aun a los eruditos. Sin embargo, su escritura es la que ha suscitado mayor interés entre los especialistas.
Su origen no ha sido todavía completamente dilucidado, aunque al sur de México se han descubierto monumentos con glifos datados hacia 700 a.C. En la región propiamente maya, en cambio, la escritura jeroglífica aparece recién hacia el 250 d.C. especialmente en monumentos, vasijas de cerámica y códices hechos de corteza. Existen tres tipos de escritura maya: la numérica, la calendárica y la histórica. De éstas, es la última la que ha permitido conocer el nombre de las divinidades, los rituales de sangramiento de la elite, la biografía de los gobernantes y sus familias, las alianzas político-militares y las guerras. La historia Maya sólo hace referencia a la nobleza.
Nada dice acerca de ka vida de los campesinos, los comerciantes o los artesanos. La escritura fue un símbolo de tan alto prestigio y distinción social, que muchos personajes connotados, pertenecientes a comunidades situadas más allá de las fronteras de esta civilización, fueron enterrados con vasijas decoradas con diseños que imitan glifos Maya, pero carentes de significado.