En el corazón de la Sierra Otomí-Tepehua, en el municipio de Acaxochitlán en el Estado de Hidalgo, desde hace cinco años se celebra un peculiar festival, cuyo nombre parecería broma, que combina diferentes disciplinas tales como la magia, ciencia, arte, sabiduría y medicina milenaria, gastronomía y tradición. Se llama El Festival del Hongo.
La Sierra Otomí-Tepehua, que comparte territorio con tres estados mexicanos, Hidalgo, Puebla y Veracruz, y cuya población se compone principalmente de indígenas pertenecientes a las etnias Otomí y Tepehua (de ahí el origen de su nombre), fue sede de la V edición del Festival del Hongo.
Durante años, las señoras de este pueblo, así como médicos tradicionales, han utilizado los hongos como producto medicinal y de consumo. Sin embargo, hubo un periodo en el que el gobierno prohibió a las mujeres del lugar la comercialización de tal producto dado lo delicado que puede ser el tratamiento de un hongo, así como el desconocimiento que se tenía sobre sus propiedades, clasificación y seguridad de las especies fúngicas que en este lugar se hallan.
Es aquí donde ocurre la génesis de este festival luego de que los Doctores Leticia Romero y Miguel Ángel de la Fuente, ambos investigadores adjuntos al área académica de biología de la máxima casa de estudios del Estado de Hidalgo, quienes se dieron a la tarea de investigar sobre las propiedades y beneficios nutritivos y medicinales de los hongos de aquella región para después poder darle difusión a través de este festival.
El festival comenzó con una misa oficiada por el párroco de la localidad en apoyo a las tradiciones de los lugareños. Durante la celebración, un grupo de hongueras o nanakateras, quienes se autodenominan como “Siuamej tlatekinij nanakatl”, realizaron una ofrenda con los hongos de diferentes tipos, tamaños y variedades que recolectaron.
El Festival del Hongo es, sin duda, una experiencia que todo el mundo debe vivir, empezando por lo peculiar de su nombre y continuando por el hecho de preservar y apoyar la conservación de nuestras tradiciones y costumbres milenarias respaldadas ahora con un bagaje científico que juntas logran una sinergia excelente.
Esta fiesta no ofrece únicamente la exposición de los diferentes tipos de hongos, sino también la oportunidad de realizar talleres como paseos micológicos guiados, rituales medicinales con médicos tradicionales de la región, lecturas de relatos ancestrales que han ido pasando de generación en generación, así como la presentación de grupos artísticos y muestras gastronómicas con diversos y deliciosos tipos de preparación de platillos con hongos. Además, se tiene la oportunidad de caminar a través de un pintoresco pueblo montañoso donde se puede apreciar el tapete artesanal alusivo al festival, así como atestiguar a las lugareñas elaborar los encantadores y laboriosos bordados típicos de la región.
El Festival del Hongo es una iniciativa respaldada por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, la Fundación Hidalguense A.C. y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT). Por último, una frase de Knut Hamsun, uno de los escritores noruegos más afamados: “Un hongo no florece ni se mueve, pero hay algo imponente y monstruoso en él, parece un pulmón que vive desnudo, sin cuerpo”.