El Carnaval es una fiesta popular que se celebra 40 días antes de Semana Santa o, como se dice en nuestro país por estar la Iglesia separada del Estado, Semana de Turismo. Tiene origen católico, se desata la fiesta antes del período de abstinencia de esta semana de constricción y reflexión. Cada departamento de nuestro país tiene su propio carnaval con sus características propias, por ejemplo el de Artigas -departamento que lindera con Brasil- se destaca por el color y la algarabía. También está el de Rocha donde se reúnen muchos jóvenes y familias a celebrar en el balneario La Pedrera. Sin embargo, el más popular es el de Montevideo, donde la murga y el candombe pintan las calles de la ciudad con sus colores. Existen cinco categorías dentro del Carnaval uruguayo: murga, parodistas, sociedad de negros y lubolos, humoristas y revista. El Carnaval uruguayo dista mucho del de otros países.

Las murgas uruguayas surgieron a finales del siglo XIX, y se influenciaron por las murgas de Cádiz (España). Se caracteriza por su vestuario llamativo y sus maquillajes. La murga es un coro de alrededor 17 integrantes. Se caracteriza por criticar, empleando la sátira, la realidad del país y del mundo con el propósito de hacer reír y reflexionar.

El letrista es el encargado de hacer los “guiones” y es allí donde está la parte más rica de las murgas. Los coros están acompañados de bombo, platillo y redoblante. En algunos casos específicos se agrega la guitarra u otros instrumentos. La presentación debe durar obligatoriamente -sino los descalifican- 15 minutos. El letrista escribe sobre los hechos mundanos de los uruguayos y está pendiente de las noticias que acontecieron a lo largo del año. Son una expresión cultural popular que se caracteriza por su crítica social y política. Las murgas uruguayas se presentan en tablados (escenario) públicos y privados, y sus ensayos son abiertos al público. En sus cantos, sus puntos de vista y su expresión reflejan la diversidad.

En cuanto a los parodistas son un grupo de alrededor de 15 o 20 integrantes que parodian historias de sucesos que acontecieron o personas públicas. El requisito es que la parodia se basada en la burla, en tono jocoso, teniendo algún deje dramático. Las parodias se acompañan con canciones, bailes y coreografías con música o pistas secuenciadas. La sociedad de negros y lubolos es la categoría más tradicional junto con la murga. Se basa en el candombe (baile de ritmo muy vivo, de procedencia africana, muy popular) que se desarrolló en Uruguay a partir del siglo XIX. Los lubolos son las personas de piel blanca que se pintan de negro para desfilar en conjunto a la comparsa. A través de esta se honra y se perseveran los valores culturales de la tradición afrodescendiente en el país. La agrupación de negros y lubolos debe tener entre 45 y 60 integrantes. Su sonido se basa en tres tambores: chico, repique y piano. El reglamento admite la incorporación de algún otro instrumento de percusión. Sin embargo, los tambores son la esencia.

Además de los tambores, donde cada barrio tiene su agrupación, las comparsas deben incluir otras figuras claves. La vedette, donde hay y hubieron mujeres emblemáticas como Martha Gularte y Rosa Luna, son aquellas mujeres que encabezan el baile y motivan al público para que aplauda junto con los otros personajes. La mama vieja es un personaje femenino vestido de blanco, con delantal que representa el día libre que las esclavas tenían para acompañar los tambores. La mama vieja viste una pollera larga haciendo juego con una blusa, un pañuelo en la cabeza, un abanico o una sombrilla.

La mama vieja interactúa con el gramillero. Este personaje representa al curandero o brujo, por eso porta yuyos en el desfile. Lleva una especie de maletín, se viste de levita y un sombrero de copa junto con un bastón, gafas y barba blanca. El escobero originalmente guiaba a los tambores durante el desfile; hoy, sin embargo, baila con una pequeña escoba. También están los dos portabanderas, son quienes llevan las banderas de la agrupación, un portaestandarte y dos integrantes encargados de llevar una estrella y una medialuna.

Los humoristas son la categoría con más amplitud de posibilidades ya que el reglamento permite basarse “en la libre comicidad de escenas, situaciones o personajes”. La diferencia con los parodistas es que los humoristas no pueden basar en argumentos de una obra literaria, hecho o suceso real. Los humoristas están conformados por un mínimo de 12 y un máximo de 17 personas. También pueden acompañar su espectáculo por una orquesta u utilizar pistas secuenciadas, pero estas no deben ser el centro del espectáculo. Por último, las revistas son una “una expresión artística integral de libre creación, conceptualmente imaginativa, tendiente a la diversión”. La categoría está basada en la alegría, la música y el baile. Realizan coreografías y canciones. Las revistas deben estar conformadas por un mínimo de 18 y un máximo de 28 integrantes. Se debe asegurar que los bailarines sean de ambos sexos, un coro y letras de canciones inéditas.

En esta oportunidad entrevisté a Matías Morales, oriundo de San Bautista -localidad del departamento de Canelones-, radicado en Montevideo. Es un comediante -hace stand up- y empezó a ensayar para la murga “La Línea Maginot” en junio-julio de 2024. Nunca había estado en el Carnaval y menos había salido en una murga. Para él el Carnaval es una fiesta popular. En sus palabras, “es la fiesta de los barrios, la fiesta de Montevideo, del Uruguay en sus distintas maneras pero de la forma cómo se vive en Montevideo creo que no se vive en ningún lado”. Para Morales es casi tan o igual de importante que el fútbol. La murga es como una manera de transmitirle al pueblo, al público, lo que está pasando en el país, o lo que ya pasó, o simplemente dar una opinión de manera artística. Para el murguista, el amor hacia la murga surge cuando uno empieza a estar en esa movida. Matías no era de murgas. Esto surgió por defender el trabajo de uno y de la murga. Lo vieron y lo llamaron a participar de “La Línea Maginot”.

Para Matías, “sin política no hay murga, me parece a mí”. La política es fundamental para la existencia de la murga. Para Morales hay un ranking en el Uruguay que consiste en Carnaval, Fútbol y Política. Estas se retroalimentan en el “pueblo uruguayo”. La política es la base de la creación de un espectáculo. La murga se define en poética, la poética de la presentación y de la retirada, las puntas (lo que va primero y lo que va último), la crítica que es fundamental y el humor que es cuplé: no le puede faltar humor, alegría, ni picardía. “En el cuplé, por más que hable uno solo, el resto del conjunto debe actuar en conjunto atrás, representando lo que va diciendo el cupletero, ya que es quien lleva el hilo del humor”, en palabras de Morales.

La murga Línea Maginot es de la década del 40. Hoy está formada por 17 murguistas y se identifica con el barrio La Unión (Montevideo). Se caracteriza por un canto más fuerte en comparación con otras murgas. La murga Línea Maginot tiene dueños pero se sustenta mayoritariamente por organización de festivales y tablados y con sponsors. Una murga tiene muchos costos, lugares de ensayos, trajes, traslados, componentes de la murga, sonido y es muy difícil de solventar.

Para el entrevistado la esencia del murguista es que se es murguista de nacimiento: “uno, cuando entra a una murga, debe respetar a quien está antes desde tiempos inmemoriales”. En el caso de los compañeros de Matías, sus padres y abuelos salían en Carnaval. Cuando le pregunté qué esperaba me respondió “no meter la pata y que salga lo mejor que pueda porque es mucho “laburo” para solo dos actuaciones”. Para Matías sería sensacional que la murga siga. La presentación en el Teatro de Verano, el soñado para cualquier murguista luego de clasificar entre tantas murgas, será el 9 de febrero en el Teatro de Verano. Por eso, como dice la canción: “que el letrista no se olvide” nunca del Carnaval. “Salú”.