Como es costumbre, y razón de ser de mis escritos, sigo en esta entrega la colección de palabras y frases con cuya escritura y habla correctas hay que tener cuidado para no tropezar ni quedar mal.

¿Cómo se escribe “estado”?

Cuando la voz ‘Estado’ designa a la suma de Gobierno, pueblo y territorio se escribe con mayúscula, como en “el Estado está obligado a la protección de todos los habitantes”. Y con minúscula en los casos restantes: “El estado de California aloja una falla tectónica”, “Mira nada más en qué estado vienes”.

Élite o elite, no “elít”

La palabra “élite” se usa para designar a la capa privilegiada de la sociedad: “Son de la élite”, por oposición al sector mayoritario. Los primeros son, como expresa la Real Academia Española en su definición, minoría.

Es muy usual también la voz “elitista”. Decimos “son muy elitistas” cuando nos referimos a quienes no aceptan a todos sino a unos cuantos, por posición social, raza o religión.

Son válidas por igual “élite” o “elite”, si bien la misma Academia recomienda la primera por ser la más oída. Así, quedan superados los artículos de especialistas como la española María Moliner o el mexicano José G. Moreno de Alba, que no daban por válidas ambas formas.

Como en tantos decepcionantes casos, es frecuente oír hablar de “elít”, que está definitivamente mal expresado. Nunca pronuncie usted así, pues está hablando en español.

¡¿Cómo está eso de que “un 22 de noviembre de 1963 murió Kennedy”?!

“Pues es que sí, ¿no?”, dirán ustedes. Veamos… Son frecuentes en nuestras pláticas expresiones como: “un 22 de noviembre de 1963 murió Kennedy”, en apariencia bien dichas. Eso es correcto si no hacemos la precisión del año: “Un 22 de noviembre murió Kennedy” está bien dicho. Mientras que si especificamos el año en que eso sucedió, lo correcto habría de ser “el 22 de noviembre de 1963 murió Kennedy”.

Es decir que un 22 de noviembre es cualquier fecha así de cualquier año, ninguna en especial. Pero el 22 de noviembre de 1963 es un día con una particularidad que lo diferencia de todos los demás 22 de noviembre: murió Kennedy (en circunstancias particularísimas, nunca aclaradas, además 1).

Así pues, cuando hablamos de una fecha incluyendo el año, no cabe inicialmente más palabra que “el”: “El 21 de abril de 1957, Dios me convidó al banquete de la vida”.

Si mencionamos ese día del calendario sin el año al que corresponde, lo indicado (y usual, principio máximo del bien decir) es usar “un” antes: “Un 21 de abril es significativo para varios de nosotros”. El compositor español Rafael Pérez Botija escribió: “Te hice una promesa de amor un día 6 de mayo”. En las efemérides leemos: “Un día como hoy, pero de equis año, nació el inventor de…”

Rara avis

Estas palabras latinas tan conocidas significan “ave rara”. Se usan para designar a un ser, cosa o acción que viene siendo excepcional en donde apareció, o a alguien que, siendo de un grupo, aparentemente no cumple con las características de ese grupo. Por ejemplo: “El presidente Rómulo Gallegos, al ser novelista, resultaba una rara avis entre los políticos”.

Como tanto en nuestra cultura, proviene de unas palabras nunca mejor llamadas clásicas del poeta latino Juvenal (así como Mens sana…, ya tratada en mis artículos como este). “Ave rara sobre la tierra y bastante similar a un cisne negro”, (Rara avis in terris nigroque simillima cygno). Solamente que no cite usted esto sin apercibirse de que es un texto misógino donde el poeta, además, endosa la idea a la mujer: que es muy raro que haya la esposa perfecta. Sin embargo, en realidad se usa para cualquier cosa, sin retomar su contexto de origen.

Siempre deberá escribirse en femenino, aunque se refiera a lo masculino (tal es el caso de nuestro ejemplo del primer párrafo), y en letra cursiva o entre comillas.

Para terminar

Finalmente, he de repetir sobre nuestros errores idiomáticos: con su lenguaje, los demás trazan un perfil de usted. Para algunos será, incluso, lo único que cuente: su valía estará dada por sus dichos y escritos.

Obituario

Leo Dan

Me pasa todo en la vida si no estás.

Leo Dan, contemporáneo muy próximo de Raphael, se convirtió este 2025 en una de esas personas que muere en el primer día de un nuevo año.

Aunque sus canciones se cuentan por cientos, son unas cuantas las que quedaron grabadas (pero para siempre) en nuestra conciencia. Con ellas y una que otra más, como las acompañadas por mariachis, ¡se pudo mantener más de 50 años!

Incluí la presente con sus fallas para que, además de oír el gran éxito de Leo Dan, recordáramos su semblante de aquellos tiempos.

Nota

1. Aunque es salir del tema, no me quiero quedar con algo: en los días de ese magnicidio, mi mamacita me hacía leer y “explicarles” el asunto a las visitas. El incipiente analista político no dudaba en señalar al vicepresidente Johnson como autor. Hoy me entero que Howard Hunt, colaborador de la Casa Blanca para misiones especiales, hizo moribundo una confidencia a un hijo: el mismo señalamiento que hice yo a mis seis años de edad.