Dante Alighieri, llamado el “Poeta Supremo” nació en Florencia, Toscana, alrededor del 29 de mayo de 1265, en una familia de la nobleza, aunque de medios modestos.
Fue, sobre todo, poeta, humanista, filósofo y pensador político, consagrado como una de las principales figuras de la literatura universal gracias a su Divina Comedia, la mayor obra de la literatura italiana.
Juventud y formación
Durante su juventud conoció en 1274 a Beatriz Portinari. Aunque se casó con Gemma Donati, en realidad fue Beatriz el amor de su vida y la musa que inspiró su poesía y le sirvió como guía espiritual en el Paraíso en su Divina Comedia.
Tuvo una educación grecorromana y cristiana con formación en literatura, filosofía, retórica y teología. Logró un gran conocimiento de autores como Aristóteles, Virgilio y Tomás de Aquino. En aquellos tiempos los jóvenes se formaban en Teología Escolástica y Lógica Aristotélica.
Recibió gran influencia de su maestro el filósofo y retórico Brunetto Latini, quién nació en Florencia en el año 1220. Viviendo en medio de las ciudades-repúblicas italianas, Latini promovió como mejor gobierno al elegido por el pueblo y falleció en el año 1295. Sin embargo, a Brunetto se lo encontrará luego en el Infierno de la Divina Comedia.
Cargos
Dos veces combatió Dante como soldado de Florencia, aunque también tuvo cargos diplomáticos, y a los 35 años llegó a ser uno de los magistrados principales de la ciudad estado.
Participación política y exilio
Dante tuvo una activa participación en la política de su tiempo.
Entonces, los güelfos seguían al Papado y los gibelinos eran defensores del Sacro Imperio Romano Germánico. La victoria llegó para los güelfos hacia fines del siglo XIII. Dante era miembro de los güelfos. Es decir que en ese momento el poeta estaba en el bando leal al Papa.
Pero el partido güelfo se dividió en dos facciones: los blancos y los negros. Dante hizo todo lo posible por mostrarse neutral entre esas dos facciones y alegó ser objetivo e independiente, pero la polarización del momento derivó en que le catalogaran como afín o parte de los blancos, quienes defendían la independencia de Florencia respecto a la influencia del Papa, mientras que los negros defendían el poder del Papa Bonifacio VIII. De manera que Dante terminó estando en el bando contrario al Papa. Durante este período de su vida, Dante fue primero papista, luego neutral y finalmente contrario al Papa.
En 1302 los güelfos negros tomaron el control de Florencia y empezaron una persecución contra los güelfos blancos. Dante entonces fue exiliado y desterrado de Florencia bajo amenaza de muerte si no cumplía la orden. Todas sus propiedades fueron confiscadas y perdidas. Todavía existe en los archivos de la ciudad un documento en el que se condena al Dante a ser quemado vivo. Encontró refugio en las cortes italianas de Rávena y Verona. Pobre y desterrado, se entregó a la escritura de la Divina Comedia. En esta nueva fase de su vida, Dante fue un desterrado del Papa y cambió aún más sus ideas políticas.
El exilio fue para Dante una etapa de enorme productividad literaria.
También en el destierro, Alighieri entra en contacto con nuevos aliados políticos que lo inclinan a convertirse en un fervoroso promotor del Emperador de Alemania y del Sacro Imperio Romano Germánico. Asimismo, promovió la recuperación de Florencia como ciudad-estado independiente.
Falleció en el destierro en Rávena, el 14 de setiembre de 1321, a los 56 años. Allí fue sepultado, aunque sus restos han sido reclamados (sin éxito) durante siglos por los ciudadanos de Florencia.
La Divina Comedia
Fue escrita entre 1308 y 1320. Se trata de un poema épico dividido en tres partes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. Constituye un puente entre la Edad Media y el Renacimiento.
Narra el viaje de Dante a través de estos tres reinos ultraterrenos bajo la guía espiritual del poeta romano Virgilio primero y de Beatriz posteriormente.
“A mitad del viaje de nuestra vida, me encontré en una selva oscura, por haberme apartado del camino recto”, empieza el primer canto de la Divina Comedia y la entrada de Dante en el Infierno, guiado por Virgilio.
En el Infierno se encuentran a quienes han pecado de lujuria, gula, avaricia, ira, pereza, herejía, violencia, fraude y traición.
Se trata de una gran obra literaria, una novela fantástica y poética temprana y una verdadera cátedra de teología cristiana medieval con influencia filosófica aristotélica, que al mismo tiempo refleja fuertes contenidos históricos, sociales, religiosos y políticos de la Italia de su tiempo.
Al mismo tiempo que describe un viaje espiritual de su alma por los reinos de ultratumba, Dante promueve sus valores cristianos y realiza un análisis de la Italia de su época. Son célebres sus criticas de figuras políticas y religiosas de su tiempo, incluso con nombres y apellidos.
Sin embargo, en su obra cumbre también se deslizan sus simpatías por la obra poética de Virgilio y la cultura clásica, tanto griega como romana. De manera que Dante es tanto un poeta medieval como un renacentista temprano.
La estructura y los contenidos de la Divina Comedia manifiestan la quintaesencia de la visión medieval del mundo, tanto en el nivel terrenal como en el nivel de ultratumba, es decir en el Infierno, el Purgatorio y el Paraíso.
Al ubicar en el Infierno y en el Limbo a todos los filósofos, poetas y profetas del judaísmo, del islamismo y de la antigüedad griega y romana tales como Abraham, Moisés, Mahoma, Averroes, Avicenas, Homero, Ovidio, Horacio, Sócrates, Platón, Aristóteles y Séneca, se revela su cristianismo medieval y excluyente de otras culturas y tradiciones espirituales.
Se dice que en esta obra cumbre de la literatura italiana y universal, Dante hizo poesía desde la Teología. A la crítica moderna generalmente le ha gustado más el trato literario del Infierno, lo cual es discutible y tiene que ver con las valoraciones contemporáneas de la crítica. Algunas de las descripciones de los tormentos del Infierno han dado nacimiento al término de “dantesco” para referirse a lo increíblemente horroroso.
La Divina Comedia también constituye un testimonio personal, con sus referencias al amor del autor por Beatriz y a sus sufrimientos en el exilio político.
Algunos trataron de degradar a Dante, acusándole de haber escrito un panfleto político para condenar en el Infierno de su obra a quienes no había podido vencer en su vida terrena.
La Monarquía Universal
La Monarquía Universal es una obra menor dentro del conjunto de la producción del Dante, pero una obra mayor en la historia de las doctrinas políticas.
Trata acerca de la legitimidad de la monarquía y su independencia respecto del Papado. Concibe al estado moderno como laico y como autónomo respecto de la Iglesia.
La fecha de su composición sigue siendo muy discutida. Una de las hipótesis más respetadas es la que afirma que la obra fue escrita después de 1313, cuando el poeta redactaba el Paraíso de la Divina Comedia. Otra versión fecha la obra en 1310. En todo caso, no es una obra de juventud, y refleja el pensamiento de Dante durante los sinsabores del destierro en Rávena.
Se trata de un texto de exposición de las ideas políticas del Dante, entre ellas la necesidad de la existencia de un Sacro Imperio Romano Germánico y la separación del Estado y la Iglesia. Al exaltar al Imperio Romano y promover la independencia del Papado, buscaba recuperar Florencia y regresar del exilio.
Promueve como su causa un imperio o monarquía universal, con un emperador al mando como máximo servidor del bien común universal. Afirma que dicho emperador no debe ser el Papa, por lo que implícitamente promueve la separación entre la iglesia y el estado.
Según el autor, “el estado busca el bien temporal de sus súbditos”, mientras que “la Iglesia el bien eterno de los cristianos”. Es decir que nos recuerda seguir las enseñanzas del Evangelio: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.
Para Dante, el monarca universal representaría lo opuesto a la tiranía y haría realidad un gobierno que tiene como fines la paz, la justicia, la libertad, el derecho y el arbitraje de las controversias, y traería a la humanidad el bien común universal. En dichos fines y valores se nota la influencia tanto de Aristóteles como de Tomás de Aquino.
Es decir que Dante fue en su madurez un defensor fervoroso de la cultura clásica.
Otras obras
Dante también fue autor de Vita Nuova, lírica dedicada a su amor por Beatriz, y Convivio, un ensayo filosófico en prosa.
El poeta supremo fue un defensor de la unidad italiana y buena parte de su obra la escribió en volgare, su toscano nativo, que se considera el origen del idioma italiano. Por lo tanto, se considera a Dante el padre del idioma italiano y, sin duda alguna, su más grande genio literario.
Referencias bibliográficas
Dante Alighieri. La Divina Comedia. Ediciones MI-LLA, editores. Madrid, España, 2022.
Dante Alighieri. Monarquía. Sobre la monarquía universal. Cátedra Letras Universales. Ediciones Cátedra, Grupo Anaya. Madrid, España, 2021.