El chamanismo es un fenómeno que muchos prefieren ignorar, pero que a su vez existe como una mediación entre el individuo y los “espíritus” de los animales, de los árboles y de los muertos. Por una parte es una religión no reconocida y por otra, una técnica basada en un hecho banal, todo lo percibido, sentido y sufrido por las personas, tiene una representación psicosomática, que puede ser alterada y el chamanismo es capaz de hacerlo, como también ocurre con el efecto placebo, pero con más intensidad, ya que el ritual chamanístico controla, no solamente, la imaginación, sino los hechos que nos influencian en un contexto social preparado especialmente para ello y, en muchos casos, con el uso de alucinógenos, que redefinen la percepción y algunos estados de consciencia.
En muchos pueblos “originarios” el chamanismo es una realidad, que supera la cultura misma y esto lo hace interesante como práctica, ya que no es un hecho aislado, sino todo lo contrario, una institución no institucionalizada. Uno de los libros más interesantes sobre el tema, fue escrito por Mircea Eliade titulado, Le chamanisme et les techniques archaïques de l'extase, que según mi opinión, es una de las descripciones más serias sobre este fenómeno, que abre las puertas al reconocimiento de una experiencia innegable, que también es parte de la vida cotidiana y se manifiesta, por ejemplo, en el enamoramiento y otros fenómenos conocidos como la infatuación y también, en cierta medida, en la política, poesía y el arte en general.
Todos los instrumentos culturales que mediante los sentimientos alteran la consciencia de las personas, pertenecen a una categoría que tiene mucho en común con el chamanismo, sus técnicas y métodos se basan en la espiritualidad, es decir en la dimensión de la consciencia humana, que define el sentido y la importancia inmaterial de las cosas, incluyendo también la identidad personal y que muchos llaman o definen como significado.
Tomar consciencia es un acto que incide en nuestra fisiología y modo de funcionar, alterándonos física y materialmente mediante procesos endocrinos y neurológicos. Nuestro organismo se abre al ambiente, a la vida y nuestros estados de ánimo inciden en el sistema de inmunidad, haciéndonos fuertes o débiles, convencidos o dudosos, optimistas o pesimistas.
El chamanismo se ocupa esencialmente de la sanación y del pasaje de la vida a la muerte, el arte en vez, es más amplio y concierne la significación y sus cambios en general y siendo así, el artista es por definición un chamán y el chamán por consecuencia un artista, cuya misión es alterar la percepción de la realidad y transcenderla a nuevos significados y percepciones.
El estudio del chamanismo como fenómeno antropológico, nos permite reconocer un elemento importante. Lo que definimos como realidad es una construcción social y cultural que puede ser modificada de varios modos y la identidad personal, siendo parte de un contexto sociocultural individualizado, también es “maleable” y “redefinible” para bien o para mal con la narración y la reinterpretación de la historia personal.
El psicoanálisis y muchas formas de psicoterapia son una combinación de chamanismo, arte y técnicas culturales de persuasión y manipulación mental. Además, en la retórica política encontramos algunos de estos elementos, donde la magia, el encantamiento y el cambio de actitud mental y emocional, se transforma en subordinación y sometimiento personal. Somos en realidad una narración que se reescribe constantemente alterando nuestra memoria y recuerdos del pasado, porque la narración misma es a la vez una perspectiva. Es decir, se confunde con identidad y estado de ánimo.
Estas observaciones nos llevan a un terreno que en cierta medida transciende la mera materialidad de la existencia o en otras palabras, la complejidad de los fenómenos, por el momento, no nos permite una descripción circunscrita a relaciones de efecto y causa con toda su linealidad y pasamos de la posibilidad a escenarios de probabilidad condicional como en la física cuántica, donde el posible estado de las cosas depende de incontables relaciones y expectativas, que en una perspectiva psicológica representan significados.
El chamanismo es arte, así como el arte es una forma de chamanismo, donde el objetivo es diseñar nuevos significados y estados de ánimo. Es decir, nuevas dimensiones y perspectivas del ser.