Hace 200 años, el 25 de julio de 1824, el Partido de Nicoya, que era una administración territorial entre las provincias de Costa Rica y de Nicaragua, pertenecientes a la antigua Capitanía General de Guatemala, parte integrante del entonces Virreinato de Nueva España, o de México, ya declarada la independencia de cada una de las provincias y de México mismo, desde 1821, decidió por su propia voluntad agregarse al Estado de Costa Rica, cuando también daba sus primeros pasos la República Federal de Centroamérica.

Como partido se había constituido con las reformas borbónicas en 1787, surgido a partir de la Alcaldía Mayor de Nicoya, incorporada a la Intendencia de León, bajo el régimen de intendencias que se habían creado.

La región del Partido de Nicoya, ubicada en la península de ese mismo nombre, al norte del país, en el litoral Pacífico, es la región geológica más vieja hoy de Costa Rica, junto con la región del Golfo Dulce, al sur del país. Fueron las primeras partes que emergieron y que facilitaron después el vínculo del sur y norte de América, constituyendo un gran puente migracional de animales, plantas y seres humanos, de los primeros que empezaron a movilizarse tanto del sur como del norte del continente recorriéndolo.

Cristóbal Colón tocó, por varios días, la costa caribeña de Costa Rica en septiembre de 1502, en su cuarto viaje, reconociendo a las comunidades indígenas de la región como las mejores que había conocido en ese trayecto centroamericano, desde Honduras hasta Panamá.

Cronología de una anexión

Después de cruzar el istmo de Panamá, en 1513, los españoles empiezan a desplazarse hacia el sur de América y hacia el norte, por el Pacífico. Así, el conquistador español Pedrarias Dávila impulsó expediciones que desde 1518 hasta 1524 recorrieron Punta Burica, Golfo Dulce y el Golfo de Nicoya, en 1519.

Por su parte, el conquistador Gonzalo Fernández de Oviedo escribe sus andanzas en la región “del Golfo de Nicoya y sus comarcas”, habla del Golfo, de las islas, describe a los hombres y las mujeres. Era una región con un gran poblamiento indígena muy avanzado organizacionalmente, a cuyo frente estaba en 1522 el cacique Nicoya. Con esos conquistadores inicia la penetración conquistadora y colonizadora española en Costa Rica. Así, la región de Nicoya fue la base de penetración al territorio, del avance poblacional y de las empresas conquistadoras. Solo Gil González pacificó Nicoya y bautizó, en 1522, más de 32 mil indígenas. De Nicoya y Nicaragua sacaron indígenas los españoles para apoyar su conquista del Perú.

En 1527, el 16 de marzo, se creó la Gobernación de Nicaragua. Aún no existía la Provincia de Costa Rica, territorio que formaba parte de la jurisdicción de Veragua en el Atlántico y se encontraba entre Castilla de Oro y Nicaragua, por el Pacífico. La corona española había creado la provincia de Nicaragua, segregándola de Castilla de Oro, que incluía el territorio del reino de Nicoya.

En junio de 1527 se erigió la Provincia de Nicaragua, a la cual perteneció Costa Rica hasta 1529. Durante los años de 1530 a 1540 se posibilitó la integración territorial de Costa Rica, nombre que empezó a usarse en 1539 en documentos españoles. En 1540 se crea la Provincia de Nueva Cartago, abarcando todo el territorio de la costa caribe, y lo que es hoy la Mosquitia pertenecía a Costa Rica, bajo la Gobernación de Cartago o Costa Rica.

En 1554, el 10 de julio, se estableció el Corregimiento de Nicoya o Alcaldía Mayor de Nicoya, al ser segregado de la Gobernación de Nicaragua o Provincia de Nicaragua, y se creó con la Alcaldía Mayor de Nicoya, o Corregimiento de Nicoya. Desde 1566 se estableció la Alcaldía Mayor de Nicoya. Corregidores y alcaldes la gobernaron por los siguientes 250 años, dependiendo de Costa Rica como de Nicaragua. Tuvo un breve período de independencia, desde 1588 hasta 1593 y gozó de plena autonomía de 1602 a 1786. Para esa época, desde 1744, se le consideraba parte de Costa Rica, cuando en 1573 Diego de Artieda fue nombrado Gobernador de Costa Rica, de la Provincia de Nicaragua y de Nicoya.

Los límites de Costa Rica los estableció en 1573 el rey Felipe II, cuando creó la Provincia de Costa Rica. La región de Nicoya adquirió la denominación de Partido de Nicoya con la reforma borbónica de 1780, cuando surgieron las divisiones administrativas denominadas partidos. También hubo intendencias.

En 1593, la Alcaldía Mayor de Nicoya se agregó a la Provincia de Costa Rica. Desde 1602 hasta 1786, la Alcaldía Mayor de Nicoya fue de nuevo autónoma respecto a Nicaragua y Costa Rica. En 1769 se funda el pueblo de Guanacaste (hoy llamado Liberia) y se erige su ermita. En 1772, se erige el pueblo de Santa Cruz. Ambos constituyeron las principales poblaciones, junto con Nicoya, de este partido.

El 23 de diciembre de 1786, el Corregimiento de Nicoya o Alcaldía Mayor de Nicoya fue nuevamente unido a la Provincia de Nicaragua, al ser incorporado como partido a la Intendencia de León, creada como una dependencia político-administrativa del Reino de Guatemala.

En 1787, el Partido de Nicoya surgió a partir de la Alcaldía Mayor de Nicoya, incorporada a la Intendencia de León, al establecerse el régimen de las intendencias en el Reino de Guatemala, todos bajo dominio español.

En 1812 se unieron Nicoya y Costa Rica, por la escasez de población, para elegir diputado a las Cortes de Cádiz, por ambas regiones.

Bajo la ocupación francesa de España, 1808-1814, al impacto de las Cortes de Cádiz, de 1812, y bajo la Restauración monárquica en España, desde 1814 hasta 1821, se desarrolla la Diputación Provincial de Nicaragua y Costa Rica, durante los años 1812-1821, dependiendo de la Capitanía General de Guatemala y de la Intendencia de León.

Al restituirse la Constitución de Cádiz, en 1820, se restablece la Provincia de Nicaragua y Costa Rica, y ese mismo año la diputación provincial territorialmente se dividió en siete partidos: Segovia, El Realejo, León, Granada, Nicaragua (Rivas), Nicoya y Costa Rica.

La lucha por la independencia de España, en Centroamérica, se puede ubicar desde el 15 de septiembre de 1808, cuando el estudiante de Medicina costarricense en Guatemala Pablo Alvarado hace un escrito, el “Grito de Independencia”, que se considera el inicio del proceso en la región. Dos años más tarde lo hizo el padre Hidalgo en México, virreinato al que pertenecía Centroamérica.

Con los sucesos ocurridos en la región de Chiapas, perteneciente a la Capitanía General de Guatemala, adhiriéndose al imperio mexicano de Agustín de Iturbide, se desató el proceso independentista del resto de las provincias centroamericanas. El 15 de septiembre de 1821 Guatemala declara su independencia, El Salvador lo hace el 21 de septiembre, Honduras y Nicaragua se suman el 28 de septiembre, Nicaragua el 11 de octubre reafirma su independencia, y el 29 de octubre Costa Rica proclama su independencia, lo que también realiza Nicoya.

El 1 de diciembre de 1821 se promulga el Pacto Fundamental Interino de Costa Rica o Pacto de Concordia, considerada la primera Constitución del país en su período independiente, con lo que se acaba la Provincia de Nicaragua y Costa Rica, y surge Costa Rica, como provincia, absolutamente independiente.

El 16 de agosto de 1823 las autoridades de Granada, Nicaragua, reconocen el deseo de los nicoyanos de adherirse a Costa Rica. El 6 de noviembre, de 1823, el alcalde de Nicoya propuso la creación de un cabildo en Santa Cruz, moción rechazada porque los regidores nicoyanos consideraron que les perjudicaba, al disminuir el ayuntamiento de Nicoya que era la cabecera de este partido.

El 9 de septiembre de 1823, las autoridades de León igualmente conocieron el deseo de los nicoyanos de adherirse a Costa Rica. El 3 de marzo de 1824 el gobierno del Estado de Costa Rica propuso a la Municipalidad de Nicoya incorporarse a Costa Rica, año en que Costa Rica se integra a la República Federal de Centroamérica, al igual que Nicaragua.

Nicoya tenía una estrecha relación comercial con Costa Rica, más que con Nicaragua, primero a través de las ciudades de Esparza y de Puntarenas y luego a través de Bagaces y las Cañas.

El 5 de marzo, de 1824, las autoridades costarricenses enviaron una comunicación a los ayuntamientos del Partido de Nicoya, invitándolos a deliberar "a ver si convenía reunirse a su provincia sin contrariar las voluntades". El Ayuntamiento de Guanacaste (hoy Liberia) fue el primero en convocar a un cabildo abierto para decidir tan importante cuestión. En un interesante documento los miembros de la Corporación confesaron que apenas recibida la nota se inclinaron por la anexión "por el cúmulo de circunstancias y ventajas que la acompañan". Sin embargo, en un cabildo abierto realizado el 23 de mayo de 1824, la población de Guanacaste (Liberia), en su mayoría, se manifestó contraria a esa unión con Costa Rica.

El 27 de junio de 1824 la convocatoria de Costa Rica fue conocida por la Municipalidad de Santa Cruz con la mayor parte de su pueblo. Los santacruceños decidieron aceptar lo que determinara la Municipalidad de Nicoya, decisión que expresaron con toda claridad: "Haciendo esa noble municipalidad (Nicoya) lo que tenga por conveniente, reciba nuestro parecer en el tanto de su determinación".

El 4 de julio en el pueblo de Nicoya se conoció la invitación formulada por Costa Rica, y el 25 de julio de 1824, los habitantes del Partido de Nicoya expresaron libremente su deseo de anexarse a Costa Rica, como ellos mismos lo manifestaron: “De la patria por Nuestra voluntad”. Esta decisión, fue tomada por un plebiscito, en el que votaron poco más de 900 personas, para formar parte de Costa Rica, momento a partir del cual se integran al territorio costarricense. El cabildo abierto, que tomó la decisión de la anexión, estuvo presidido por Manuel Briceño, con los regidores Toribio Viales, Ubaldo Martínez y Manuel García.

El documento que se conoce como el Acta de Anexión de Nicoya dice así:

En el pueblo de Nicoya y julio veinticinco de mil ochocientos veinticuatro años. Estando esta corporación juntos y congregados con el jefe político presidente y todos los ciudadanos de su mando y con ausencia de los señores ciudadanos sargento y cabos y demás soldados militares y principales y demás común del pueblo: se les leyó literalmente la convocatoria que se le remitió a esta municipalidad por el gobierno de Costa Rica en la que fraternalmente ha (testado: nos) invita a estos pueblos para que espontáneamente deliberen a la unión y agregación en esta virtud estando esta corporación de común acuerdo, con los habitantes hemos deliberado libremente a la unión indicada consultando las ventajas que se nos proporcionan en el comercio por el puerto de Punta de Arena, (testado: con) la pronta administración de justicia y fomento de los ramos, la seguridad, quietud y régimen político que quedan abiertos bajo la demarcación de aquel estado como lo indica la naturaleza y lo reclama la conveniencia pública, la (testado: inted) identidad de intereses y demás relaciones que ligan a este partido: bajo esta consideración y de las mejoras que redundan a estos pueblos por las ventajas con que ha confederado el estado de Costa Rica a los demás de Centroamérica según se manifiesta del derecho que se nos ha acompañado en copia autorizada, y la participación inmediata y recíproca de los beneficios y adelantamientos que se palpan en el estado de Costa Rica: esta corporación de unánime consentimiento y en consorcio de sus conciudadanos contemplando en todo lo relacionado tuvo a bien invitar con la misma convocatoria a la municipalidad de la población de Santa Cruz de este mismo partido, quienes siendo del mismo parecer, y habiendo al efecto convocado a la mayor parte de su vecindario contestaron el oficio que se acompaña a esta acta.

Por todo, y reparando las actuales indigencias en que se hallan los pueblos de este partido, contemplándolos desde esta fecha (a excepción del Guanacaste) como partes integrantes del estado de Costa Rica, se ha tenido en consideración que para remediar por un pronto la escasez del numerario para las ocurrencias necesarias y mientras se establecen fondos de que deberá determinarse por los tribunales correspondientes, se pongan en este pueblo y el de Santa Cruz las terceras de tabaco, previas las formalidades acostumbradas, y con sus productos, reservarlos para el auxilio en cualquier evento o perturbación en el orden: deberán ser protegidos los mismos pueblos de este partido para la creación de las escuelas, como tan interesantes a la educación e ilustración de la juventud, pues para todo, los tribunales del Estado delinearán, establecerán y darán las medidas conducentes para (testado: Dirección) creación de los fondos con que debemos ser protegidos.

En este estado los jefes militares referidos hicieron presente a esta municipalidad que para no ser perturbado en la libre agregación al estado de Costa Rica a que se ha constituido este partido, se hallan absolutamente en una deplorable situación, sin fondos y sin armas para sostenerse (entrerrenglonado: sin) (testado: en), ser perjudicados, pues cabalmente no aparecen más que veintiséis fusiles inútiles, por lo que en este caso será muy necesario que el Estado determine y disponga que las fuerzas de auxilios que deberán resguardarnos como partes integrantes del mismo atendiendo a las conjuraciones y disensiones de la Provincia de Nicaragua, de donde podremos acaso, ser sorprendidos. A consecuencia de estar por esta acta que hemos celebrado solemnemente y en presencia de todo el pueblo con sus militares legítimamente agregados al gobierno de Costa Rica se concluye esta operación, firmando todos los miembros de la corporación con los demás ciudadanos, paisanos y militares que sepan y por los que no a su ruego sacándose una certificación auténtica para remitirla al Estado de Costa Rica por conducto del presidente secretario todo lo que certificamos, fecha ut. Supra.

Manuel Briceño.
Torivio Viales, regidor.
Ubaldo Martínez, regidor.
Manuel García, regidor.
Sargento 1°. Antonio Briceño.
Roque Rosales, sargento 2°.
Por mí y el sargento 2° José María Jaén.
Saturnino Gutiérrez.
Blas Félix Rodríguez.
Cabo 1°, a ruego del cabo Agustín Briceño.
Juan Felipe Gutiérrez.
Por mí y el cabo primero Laureano Montes.
Felipe Medina.
Por mí y el cabo Timoteo Acosta.
Manuel Sobenes.
José de la Encarnación Fernández.
Por mí y el pedáneo Casimiro Ortega.
Deciderio Dinarte.
Bivencio García.
Por el pedáneo Sevatián Gomes.
Toribio Viales.
José Felipe Gutiérrez.
José Anacleto Zúñiga.
Por el pedáneo Gabriel Mojón.
Toribio Toruño.
Ante mí: Juan Felipe Gutiérrez, secretario.

La incorporación de Nicoya a Costa Rica no fue aceptada por Nicaragua, que vivía una situación política interior de división, anarquía y guerra civil, motivo por el cual el gobierno de Costa Rica consideraba un deber proteger a los nicoyanos, y declaró que los pueblos de la comarca de Nicoya y Santa Cruz "se admiten y quedan interinamente bajo la protección del gobierno de este Estado para la conservación de su quietud, seguridad y administración hasta la resolución de la Asamblea Nacional Constituyente", de Centroamérica, donde empezó también a conocerse esta situación.

El 22 de noviembre, de 1824, la Asamblea Nacional Constituyente señaló que le correspondería al Congreso Federal de la República de Centroamérica resolver el asunto del Partido de Nicoya.

El 18 de marzo, de 1825, el Congreso de la República Federal Centroamericana reconfirmó la unión, y el 30 de marzo de 1825 el Congreso Federal tomó la decisión de involucrar a la población de Guanacaste (hoy la ciudad de Liberia), en el proceso de anexión a Costa Rica, a pesar de que esta se había mantenido unida a Nicaragua, manteniendo así la unidad del Partido de Nicoya.

En 1824, con motivo de la incorporación de Costa Rica a las Provincias Unidas del Centro de América y luego a la República Federal Centroamericana, Costa Rica se estructuró bajo la forma de un Estado con sus tres poderes clásicos. Así, el 14 de abril de 1825, inicia el Primer Congreso Legislativo de Costa Rica, y el 25 de julio de ese mismo año se ejecutó el Acuerdo de Anexión.

El 12 de septiembre de 1825, el Congreso Federal Centroamericano declara provisionalmente la anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica, ante solicitud nicaragüense de revocar dicha anexión, y el 9 de diciembre, el Congreso Federal promulgó el decreto por el que se establece la afirmación del dominio territorial por parte de Costa Rica.

Costa Rica inmediatamente impulsó un censo de población de los pueblos del Partido de Nicoya.

En 1826 se manifiestan conflictos internos en el Partido de Nicoya, en torno a la decisión de la anexión, donde se enfrentan las alcaldías de Nicoya, Santa Cruz y Guanacaste (Liberia), esta última la más rebelde a la anexión, porque sus vínculos económicos y familiares estaban más ligados a Nicaragua, y porque sus familias principales habitaban en Rivas.

Roque Rosales, jefe político subalterno del Partido de Nicoya, alcalde constitucional de Nicoya y subdelegado de Hacienda propuso la juramentación del Partido de Nicoya a la Constitución de Costa Rica. El año de 1826 fue crítico en las relaciones conflictivas y diplomáticas de Costa Rica Nicaragua en torno a esta decisión de la anexión de Nicoya.

Este año, Nicaragua, una vez que cesan sus conflictos internos, expresa su interés de posesionarse del Partido de Nicoya, y solicita al Congreso de la República Federal revocar el decreto de anexión del Partido de Nicoya a Costa Rica. Por su parte, el gobierno de Costa Rica envía delegados al Partido de Nicoya para reconfirmar la anexión.

El 6 de febrero de 1826 se promulga y juramenta el Primer Congreso Constitucional Legislativo de Costa Rica. Este Congreso decreta que el jefe de Estado disponga con la mayor solemnidad posible la juramentación a la Ley Fundamental del Estado de Costa Rica, por todas las autoridades y corporaciones civiles, militares y eclesiásticas, y por todos los pueblos del Estado, lo que implicaba la aceptación de la Ley Fundamental y la incorporación plena en derechos y obligaciones de todos los pueblos a la jurisdicción del Estado costarricense.

El 18 de marzo, de 1826, el Senado de la República Federal resuelve de manera definitiva la anexión, señalando que “hasta que se haga la demarcación del territorio de los Estados, que previene el artículo 7° de la Constitución, el Partido de Nicoya continuará separado del Estado de Nicaragua y agregado al de Costa Rica”.

Así, el 13 de mayo de 1826, la alcaldía de Nicoya emite una declaración por la cual establece “el Partido legítimamente unido a Costa Rica” y “ la voluntad general de este vecindario es por la agregación al citado Estado sin que haya un individuo solo que opine lo contrario”. El 11 de mayo la municipalidad de Santa Cruz jura obediencia a Costa Rica y se destituye al alcalde que se oponía a la anexión, que continuaba conspirando contra la anexión en junio y julio.

El 16 de agosto, de 1826, la alcaldía de Nicoya reafirma por juramentación la anexión a Costa Rica y jura la Constitución de Costa Rica.

El 30 de agosto de 1826, la alcaldía de Santa Cruz reafirma por juramentación la anexión a Costa Rica. El 17 de septiembre, los pueblos de La Costa y Lagunilla, de Santa Cruz, juran la Constitución de Costa Rica, y el 24 de septiembre, la alcaldía de Guanacaste (Liberia) intenta reafirmar por juramentación la anexión a Costa Rica, lo que se logra hasta el 1 de octubre, cuando la alcaldía de Guanacaste (Liberia) reafirma por juramentación la anexión a Costa Rica. A partir de este momento, prácticamente el Partido de Nicoya queda integrado totalmente a Costa Rica.

Disputas y aprovechamiento político

En 1835 desapareció el Partido de Nicoya, dando lugar al Departamento de Guanacaste, que junto con los departamentos Oriental y Occidental constituyeron la primera división territorial administrativa del país, que llegó hasta 1848, cuando se crearon las provincias de San José, Alajuela, Cartago, Heredia y Guanacaste, y las comarcas de Puntarenas y Limón.

En los años siguientes, 1836, 1843 y 1854, Nicaragua insiste en que el Partido de Nicoya les pertenece a ellos y no a Costa Rica, tratando de imponer autoridades que fueron rechazadas por la propia municipalidad de Nicoya.

En Nicaragua se agudizaron sus contradicciones políticas, provocando la llegada en 1855 del filibustero norteamericano que obligó al gobierno costarricense, encabezado por el presidente Juan Rafael Mora Porras, por el peligro de esa llegada para la independencia, libertad y soberanía, a prepararse para combatir en suelo nacional y nicaragüense a la horda filibustera. Walker representaba intereses anexionistas de los Estados sureños de los Estados Unidos, quería apropiarse de las cinco repúblicas centroamericanas e imponer la esclavitud. Así, el gobierno de Costa Rica dispuso ir a combatir a Nicaragua para expulsar a los filibusteros de esa nación, eventos militares que se concentran en los años de 1856 y 1857, teniendo el ejército de Costa Rica un destacado papel en la llamada Guerra Nacional de Centroamérica, en tanto también se sumaron a combatir a los filibusteros Guatemala, Honduras, El Salvador y al finalizar el segundo semestre de 1856 también se sumó Nicaragua. Finalmente Walker fue derrotado y se rindió el 1 de mayo de 1857, saliendo de Centroamérica.

Acabada la guerra centroamericana, los problemas de Costa Rica y Nicaragua asociados a la disputa que mantenía Nicaragua sobre el viejo Partido de Nicoya se resolvieron con la firma del tratado limítrofe Cañas-Jerez del 15 de abril de 1858, en el cual, al fijarse los límites, se reconoce el territorio del Partido de Nicoya como parte integrante del territorio costarricense.

Con el tratado surgió otro problema en los años que siguieron, el derecho de libre navegación sobre el río San Juan, que quedó como límite entre ambos países. Se estableció el límite de Costa Rica en la margen derecha del río San Juan y no en el centro, como se acostumbra en estas situaciones, de manera que la soberanía total del río le corresponde a Nicaragua, pero se estableció un derecho de libre navegación para los costarricenses, que Nicaragua en la práctica no reconoce. Esta disputa se mantuvo hasta el gobierno de la presidenta Laura Chinchilla, 2010-2014, que por una ocupación territorial del país por el ejército nicaragüense, en la Corte Internacional de la Haya se resolvió el problema a favor de Costa Rica.

El tema del Partido de Nicoya, como el de libre navegación sobre el Río San Juan, ha sido agitado por los distintos gobiernos que ha habido en Nicaragua, para movilizar a sus ciudadanos alrededor de esos temas y bajo las banderas políticas de quien ejerza la presidencia de Nicaragua, para distraer a sus ciudadanos de los principales problemas nacionales y cohesionar políticamente alrededor del gobierno nicaragüense cuando se encuentra débil internamente. El gobierno de Daniel Ortega ha mantenido la tesis de recuperar esos territorios del viejo Partido de Nicoya, extendidos a la provincia hoy de Guanacaste, limítrofe con Nicaragua.

La sentencia de la Haya lo ha frenado, pero ante la aguda crisis interna que tiene de gobernabilidad, y de mostrarse cada vez más como un dictador y gran represor del pueblo nicaragüense, no es nada raro que con motivo del 200 aniversario de la incorporación del Partido de Nicoya a Costa Rica, que se celebra el próximo 25 de julio, vuelva a sacar esas banderas de odio, de enfrentamiento reivindicativo y de tensión en la frontera, lo que le permite mover las bajas pasiones de los nicaragüenses sobre la posible recuperación de esos territorios, como constantemente lo plantea Daniel Ortega, y le permite unir fuerzas sociales a su alrededor.

Ante la celebración del 200 aniversario de la incorporación, o anexión del Partido de Nicoya, como se le llama, existe el peligro de que Nicaragua toque tambores de guerra.

El presidente de Costa Rica tiene buenas relaciones con Daniel Ortega, como las ha empezado a fortalecer con el presidente salvadoreño, Bukele. Con Nicaragua, somos países que por la condición siamesa que tenemos en la frontera debemos cuidar nuestras relaciones y la frontera misma, porque con frecuencia Nicaragua cierra la frontera impidiendo el tráfico comercial hacia Centroamérica, que mucho perjuicio causa a los productores y agentes comerciales y productivos nacionales. Igualmente, Ortega altera los ánimos de los nicaragüenses contra los costarricenses, siempre agitando el tema de Nicoya, Guanacaste o el río San Juan, lo que no sucede en Costa Rica contra Nicaragua.

Nicoya y la región de Guanacaste, hoy en Costa Rica, constituyen una marca indeleble en nuestra nacionalidad. La celebración de la anexión, todos los 25 de julio de cada año, es una fiesta regional que se celebra con carácter nacional.

A la región de Guanacaste, anualmente, por las bellezas escénicas, de playas, de reservas y parques nacionales, llegan por el aeropuerto internacional de la ciudad de Liberia casi dos millones de turistas. Por sus tradiciones históricas, culinarias, culturales, artísticas, económicas, folclóricas en general, de esta región de Nicoya, son las que más peso tienen en el país, disputándole este papel e impacto a la región caribeña de la provincia de Limón, muy rica en aspectos similares por la presencia afrodescendiente.