La más grande estupidez que hemos deseado es crecer. Salvo algunas excepciones, la infancia es el tiempo que más hemos mal invertido en nuestras vidas, tardamos muchos años deseando ser grandes, independientes y autónomos.

¿Y qué pasa cuando lo conseguimos? Permíteme decirte, en el primer instante, nos sentimos con superpoderes; estamos tan crecidos que, si nos dan la dirección de la Liga de la Justicia, nos inscribimos de inmediato.

Al mes se comienza a desvanecer ese sueño perfecto. Las facturas, las responsabilidades y todo lo que nuestros padres solían cubrir por nosotros, nos golpean en la cara con tanta fuerza que nos hace creer que la vida pega duro.

Pero ¿será así? La verdad, no, solo que nos falta adaptarnos a ese nuevo entorno. Y aunque no las sigo al pie de la letra, creo que soy capaz de aportar un poco para evitar el caos de la vida adulta, con algunas normas o lineamientos que si solo seguimos algunas o las vamos internalizando de a poco lo estaremos haciendo bien.

Nunca insultes a las personas

Si sientes que te hará mejor desahogarte, hazlo, pero con el respeto de no hacerlo directamente ante esa persona. Y no me mal entiendas, no es ser doble cara, es que como bien dice el refrán: “Caras vemos, corazones no sabemos”. Y cabezas tampoco. Si esa persona tiene alguna mala reacción en su química cerebral puede que nos responda con un golpe o peor, de alguna forma en la que nunca podamos volver con nuestros seres queridos.

Por ende, siempre considera que tu respuesta debe tener en cuenta que todos somos nuestras vivencias y que, si algo para ti no es muy grave, para la otra persona puede ser hiriente o hasta ofensivo.

Renuncia cuando te sientas estresado

Pero no hablo de tu trabajo, eso es irresponsable, recuerda que las facturas no se pagan solas. Hablo de que el exceso puede matarte, si tienes un horario laboral, cíñete a él, y si no tienes, imponte uno, darle espacio a tu mente y a tu cuerpo de hacer otra cosa, en especial si te gusta, es la mayor alegría en la vida.

No me voy a poner con toda esa historia del cortisol, porque si no la conoces a estas alturas, es que acabas de llegar de otra galaxia, porque en esta hasta los Anillos de Saturno viven en un estrés constante. Pero si quiero hablarte de una actividad paralela. Algo que te apasione tanto y que, si es posible sea completamente un entorno extraño. Que nada te recuerde lo que haces en tu día a día.

Evacua diariamente

Y sí, hablo de ir al baño. Cuando somos adultos nos cohibimos de hablar sobre este tema, incluso nos da asco que se diga la palabra en una conversación habitual, pero, si dejamos de ir por una semana, se siente el letargo, el mal humor y hasta los dolores, por retener toda esta materia dentro.

Muchas veces se nos dificulta esta respuesta corporal porque no seguimos el paso anterior, y estamos llenos de estrés. Beber mucha agua, consumir una alimentación sana y rica en fibras y muchas cosas más que nos puede decir un nutricionista, pueden ser de mucha ayuda para este tema. Pero en mi concepto tener esta reacción fisiológica presente, es una buena forma de estar saludables.

Solo recuerda mirar hacia atrás antes de darle a la palanca, porque nuestras deposiciones pueden decirnos mucho de cómo estamos en el área de la salud y por lo menos en mi país, es más económico que ir al doctor.

Elimina las comparaciones, son insuficiencia garantizada

Con la proliferación de las redes sociales, se ha vuelto común escuchar la frase “Nada es como parece ser”, al igual que en el día a día si nos comparamos con otros, nunca estaremos conformes con lo que somos, y si nos prestamos atención lo más seguro es que seamos mejores que nuestro punto de comparación.

No está mal ver los logros de los demás, pero no es bueno proponerlos para buscar alcanzarlo, porque nuestras vivencias no son iguales, aunque sean gemelos idénticos, las perspectivas mutan las vivencias, así la experiencia sea igual. Siempre es bueno buscar nuestras propias metas.

Adáptate a la moda

Se que no será grato para todos, pero siempre es bueno sentirnos aceptados. Si tienes un estilo personal muy definido, busca formas de adaptarlo al código de vestimenta del lugar al que te diriges.

De esta forma no te sentirás como extraterrestre en tu propio cuerpo, y a su vez, evitaras las criticas silenciosas que siempre se hacen de las personas que no se adaptan.

Por ejemplo, si tienes que ir a una oficina donde se acepta un atuendo informal, no llegues en chanclas o con el abdomen expuesto, recuerda que siempre será una oficina, y parte del respeto es darlo, además como te hable al principio, las vivencias de los demás pueden afectar su mente. Como dicen en Colombia: “No hay que dar papaya”.

Haz el ridículo una vez a la semana

No te cohíbas así sea en tu habitación, haz cosas que te den mucha risa, que te hagan sentirte ridículo y ríete mucho de ti, te servirá plenamente para darte cuenta siempre: “La vida es una”. Y hacer cosas que te parezcan vergonzosas, siempre que no dañes a nadie, está muy bien.

Come lo que te dé la gana

Pero si no es muy sano, que solo sea una vez al mes o a la semana, no le des razones a tu salud de quitarte el dinero. Además, te puede servir para premiarte por hacer otras cosas que sean de beneficio para ti.

Llora por amor al arte

Llorar es una herramienta de sanación; permítete llorar tanto por placer como por tristeza y déjate llevar por las lágrimas, sé que para muchas personas es complejo de hacer, pero también sé que al hacerlo algo sana en el alma y la mente se relaja casi instantáneamente.

Analízate o ve a que te analicen

Conocer tu propia mente, te ayudara a comprender el porqué de las cosas que te rodean, a sanar heridas que nunca han cerrado, a perdonar a los que sientes que te dañan, hasta entenderte de forma más profunda.

Y aunque podría escribir miles de artículos con la importancia de esto, solo te diré que el antes y el después de un autodescubrimiento es lo más importante que puedes llegar a vivir.

No te expongas a lo tonto

Aléjate de las zonas en las que sientes inseguridad, tu intuición es el mejor GPS que puedes seguir, escúchalo.

Divide tus días

Lo más fastidioso de crecer, o por lo menos para mí, es la pesada responsabilidad de mantener la casa limpia, porque debo tomar todo un día para lograr el 80% de esta misión. Pero si dedicas de 20 a 40 minutos al día para hacer algunas cosas, será muy difícil que los quehaceres del hogar absorban todo tu día libre.

Planifica tus gastos

Organiza las cosas que necesitas antes que te llegue el dinero, así en lugar de preguntar a donde se fue le dirás a donde debe ir.

No escuches a las masas

Alguien dijo alguna vez: “No aceptes una crítica constructiva de alguien que nunca ha construido nada”. Y esta se convierte en una regla de vida, escuchar a las masas te hará quedarte entre ellas, busca siempre escuchar al que pudo construir algo positivo.

No te creas diferente

Siempre buscamos remarcar nuestra individualidad, pero la realidad es que somos seres sociales, solo no busques ajustarte, en el grupo al que perteneces te será fácil encajar, busca eso. (Un consejo, ese grupo se encuentra dentro de la actividad que te apasiona y sentirás que encajas solo y sin realizar algún tipo de esfuerzo).

Se egoísta y perdona

Muchas veces he escuchado la historia de la copa de veneno, y es muy cierta. El guardar rencor solo daña al que lo siente. Por ende, que tu ego se apodere de ti y perdona lo más rápido que puedas.

Aléjate del mundo

Seas extrovertido o no, te será vital alejarte de vez en cuanto y si logras analizarte o estas en proceso de hacerlo, veras que es un comportamiento que poco a poco te resultara más natural y necesario, no podemos conocernos en el océano de personas que nos rodea. Al darnos ese espacio, nos regalamos una ventana a nuestra propia alma.

Muévete, siempre que puedas

Todos sabemos lo importante que es hacer ejercicios regularmente, pero igual nos da flojera a muchos, encuentra una actividad física que te apasioné y utilízala como motor para mantenerte activo, y cuando la disciplina flaqueé, recuerda tu pasión por esa actividad.

Muchas personas dirán que debes enfocarte en la disciplina, pero si no te gusta hacer nada o desconoces lo que te gusta, eso no va a funcionar, porque no encontraras fácilmente algo que nunca has buscado, pero si encuentras esa actividad que te guste, el día que no encuentres la disciplina, podrás recordar lo mucho que te gusta realizar dicha actividad.

A mí me funcionó comprar un trampolín. Aunque no lo uso a diario, he logrado encontrar la disciplina para ejercitarme de otras formas en los días que no salto en él. ¿Cuál sería tu actividad?

Ámate

Como si el mundo entero dependiera de ello, cuando lo haces te das cuenta de que todo a tu alrededor es bueno.

Y aunque sé que existen muchas directrices más, en mi día a día estas me han ayudado mucho a mejorar, o como un Pokémon, a evolucionar. Se convierten en parte de nuestro día a día, lo que facilita como nos vemos y sentimos en nuestro entorno. Y de paso ayuda que las percepciones de las demás personas no desestabilicen demasiado nuestro equilibrio interior.

Estas no son normas establecidas en un manual y no se tienen que seguir, pero si se hace, estoy segura de que la vida como adultos será más divertida, llevadera y a veces, sentiremos que cumplimos el sueño de ser grandes, independientes y autónomos sin sentir que fue el más absurdo deseo de nuestra mente cuando éramos pequeños.