La novela de Aldo Squillari L'acciaio di Madonna Diana publicada en 2024 viaja a un tiempo incierto: su protagonista es una mujer llamada Diana en un momento en el que la historia europea es un juego incesante de poderes: basados en los señores feudales y las guerras internas por el poder que enfrenta a todos al cambio de posiciones.
Nuestro autor se empeña en estructurar la trama de modo lineal a lo largo de unos cuatro años cuando la reina Giovanna de Nápoles intenta conservar su reino por medio de un matrimonio con Ottone di Brunswick, cuarto marido y príncipe de Taranto. En medio de la angustia tenemos a una protagonista nacida para reinar y una novela que Diana que maneja las finanzas de su casa y comete todos los errores imaginables en un mundo salvaje que no perdona a los débiles; y tampoco a los fuertes.
Squillari, en su octava novela, usa como trasfondo nuevamente la época medieval al igual que en Hombres de Preda y Madonna de espada construye una novela de aventuras donde crece la incertidumbre por el mismo sentido de la vida, tantas luchas y retardos de la joven protagonista por expiar la culpa que siente la impulsan a intentar las estrategias más convencionales como fuga: el convento y la soledad. Sin embargo, pronto advierte como se encarga de trazar el autor en los momentos psicológicos que son uno de sus fuertes, que no encontrará reposo fuera, lección que otro de los personajes de la novela trata de revelarle cuando tienen que guardar reposo.
Luego, Ottone venía de una familia güelfa por tradición, pero ya está palabra había perdido casi por completo su significad, los trastornos políticos cambiaban continuamente y pocos hombres tenían estrategias a largo plazo…
Los tiempos paralelos de la novela hacen coincidir el reinado de una mujer y otra que también pierde continuamente a todos los hombres y leales, en un sangriento enfrentamiento por la supervivencia se construye una experiencia sentimental y de vidas truncas que no saben cuál es el porvenir como en la cita; y que tienen que seguir esa tortuosa marea de acontecimientos que en ningún modo pueden ser controlados. Si bien la historia contemporánea sigue la tendencia coincidente en traer al discurso historiográfico a las reinas y las mujeres en el poder, la cual es muy reciente, la literatura ya ha tratado con la vida de reinas y mujeres como pretexto, aun sino son las protagonistas principales.
En este caso, el escenario de las guerras papales entre Urbano VI y Clemente VII enfrentaron a los reinos y a los señores feudales en una lucha por legitimarse que es el trasfondo de las aventuras de una dama educada para soportar los retos de su posición. Sorprende el autor al demostrar la adaptación y astucia con la que tiene que conducirse una aparentemente bella noble más allá de su ámbito social. Imagina escenarios cruentos y otros en los que el sentido práctico de una mujer y de los estereotipos caen, no solo por el travestismo de la otrora amante de Angelo, también noble que ella traiciona y conduce al infierno de los celos.
La idea de sufrir era el único consuelo posible, la única respuesta a sus errores, la única vía que le ofrecía su mente debía partir, debía aceptar el dolor y hacerlo su compañero preferido, debía castigarse plenamente.
Gerolamo es otro personaje clave en la trama, quien le tiende la mano cuando ella enferma y desde las experiencias comunes le muestra que hay en la vida del eremita otra posible salvación, que dependerá de ella. Aunque pierde a muchos no es una novela fatalmente pesimista; aunque sí amarga. Es otra manera de acercarse a un tiempo por medio de la ficción y de participar en el desencanto que le imprime el autor, con momentos memorables de compasión y reflexión interna de los personajes.