Reconozco que debería haber comenzado por esto o compartiendo mi proceso de conexión con la Energía Femenina antes, pero nunca es tarde para corregir y embarcarme en este viaje de autodescubrimiento, en el cual todos podemos salir con aprendizajes significativos.

¿Cómo puedo reconectarme con mi Energía Femenina? ¿Hay algo que pueda hacer para despertar esa fuerza en mí? ¿Qué sentiré cuando me esté conectando más a ella? Y ¿dejaré de lado toda mi Energía Masculina?

Son muchas preguntas, o por lo menos, son las que se me vienen a la cabeza a mí. Para ser cien por ciento honesta, yo estoy en este proceso. A inicios del año pasado, estaba enganchada a unas chicas en TikTok y en YouTube que no paraban de explicar cómo debemos valorarnos, cómo debemos buscar una relación y cómo debemos sentirnos cuando estamos vibrando desde la Energía Femenina.

Y para ser honesta, algo me fue quedando, pero no fue hasta que inicié estos artículos que realmente me siento conectada con esta esencia. También percibo que mi forma de ver la vida ha cambiado.

Un ejemplo bastante obvio es que siempre he cortado la hierba que crece en mi casa, pero siempre terminaba agotada, dejando la tarea sin culminar, durmiendo todo el día y de mal humor, ya que, al dormir todo el día, no hacía más nada. Así que perdía un día en cansarme, reponerme y cabrearme.

Hoy por hoy, entiendo que puedo hacerlo, pero no es necesario que lo haga. Puedo conseguir a una persona que me ayude y pagarle; de esta manera, logro más que cuando lo hago por mí misma. Y si se preguntan qué gano, les cuento: primero, genero empleo. Puede que sea temporal, pero, de todas maneras, envío la señal al universo de que soy capaz de proporcionar trabajo. Debo ser abundante para hacer eso, ¿verdad?

Por otro lado, mientras superviso a la persona que está realizando este trabajo, tengo tiempo para hacer todas las cosas que necesito durante el día e incluso un poco más. Al final, obtengo una entrada y parte trasera de la casa limpia y arreglada, genero ingresos para otra persona, termino mis pendientes, estoy de muy buen humor y me dan ganas de hacer otras cosas o salir para verme con alguien.

Yo sé que es posible que muchas personas no lo vean desde el punto de Energía Femenina, pero si lo vemos desde mi cambio de esencia, veremos que la forma en que yo representaba la Energía Masculina era haciendo todo por mí misma sin pedir ayuda. Ahora entiendo que no soy la Señorita Todóloga y que puedo ayudar a otras personas mientras recibo ayuda.

Y para responder a esa lluvia de preguntas con las que iniciamos, tendremos que detenernos en cada una de ellas y profundizar un poco.

¿Cómo puedo reconectarme con mi Energía Femenina? En muchos lugares, he visto o escuchado que existen algunas técnicas para reconectar con tu propia esencia. Pero para mí, la frase es bastante clara: “Tu Propia Esencia”. Por ende, creo que es cuestión de escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo, nuestra intuición o, mejor aún, nuestro humor, ya que este último es el más chismoso en cuanto a dónde estamos paradas en el proceso.

Volviendo a mi ejemplo, despertaba de una larga siesta de 8 horas que había iniciado a las 10 de la mañana, después de dar mi último aliento y dejar la parte de afuera de mi casa a medio terminar. Al levantarme a las 6 de la tarde, con todo sin terminar, sabía que las cosas necesarias quedarían pendientes para el día siguiente y que la parte de afuera no la volvería a mirar hasta que olvidara el cansancio que me causaba.

Mi humor hablaba a todas voces y les contaba a todas las personas que me veían que mi proceso no estaba nada bien. Una vez decidí cambiar de mecanismo, mi humor cuenta otra historia cada vez que llego a mi casa. Incluso hace poco limpié un poco, como para mantener el espacio, y me sentí muy bien y muy contenta. Por esto, entiendo que estos cambios aportan a mi proceso.

¿Hay algo que pueda hacer para despertar esa fuerza en mí? Creo que esa respuesta es la más sencilla pero la más difícil de lograr. Lo único que puede despertar ese deseo es tu voz interior. Pero lo complicado es que no la escuchamos fácilmente; ese es un proceso que nos toma mucho recuperar.

¿Qué sentiré cuando me esté conectando más a ella? A esta pregunta no sé cómo darle una respuesta fácil, porque sí siento que me estoy conectando con mi Energía Femenina, pero no sé cómo explicarlo. Siento las emociones más vívidas; por ejemplo, me alegran los pajaritos, me duele mucho ver un animalito abandonado sin vida en la carretera y me ilusiona ver el amanecer. Son cosas que no apreciaba antes de iniciar este hermoso camino.

¿Dejaré de lado toda mi Energía Masculina? Creo que eso nunca va a pasar. Siento que todos tenemos un polo negativo y otro positivo, y en ese concepto, para estar completamente en equilibrio, debemos aprender a coexistir con las dos energías, sin que una esté más presente que la otra, sino en armonía total.

En resumen, cada persona tiene su propio camino. No pienses que, porque me pasó a mí, tiene que pasarte a ti de la misma forma. Si lo vemos desde mi realidad, ¿qué hacen las personas que viven en un edificio con la hierba? Ve a tu ritmo, utiliza los avances de otras personas para guiarte y apoyarte, pero nunca busques los mismos resultados.