Su obra abstracta y surrealista en forma de jeroglíficos transmite sensaciones y emociones con la sencillez del blanco, el negro y diferentes grises; asociados a la paz y tranquilidad que siente Roberta Boffo durante el ensimismamiento existente a lo largo de la realización de sus obras.
Tiene una técnica muy depurada utilizando la tinta, el papel y acrílico, los delineadores o pinceles para crear de un modo compulsivo y repetitivo motivos, formas, puntos y letras en obras cuyas composiciones son monocromáticas.
Roberta transmite con los símbolos que utiliza, de forma reiterativa, intuitiva y espontánea, su propia búsqueda de libertad artística definida entre genialidad y locura.
En toda su obra podemos destacar el amor y la pasión que siente por la caligrafía china mezclada con influencias del arte moderno y contemporáneo. Las líneas puntos y manchas son mezcladas con armonía y equilibrio de forma abstracta cobrando vida de un modo orgánico e intuitivo.
El blanco y negro forman parte, desde muy joven, del ADN de su obra buscando el equilibrio de sus emociones. Los diferentes grises ordenan su alma y emociones con tres puntos claves en sus obras: «simplicidad, reto y esfuerzo», según sus propias palabras.
Roberta Boffo explica con esta frase su arte: «Estoy a merced de mis emociones y estados de ánimo la mayor parte del tiempo. Pero cuando hago arte mi yo emocional deja de existir y todo lo que está en mi cabeza, corazón y mi subconsciente simplemente fluye hacía el papel».
Vida y trayectoria:
Roberta Boffo es una artista italiana nacida en 1986 residente en Hong Kong desde el año 2015 hasta finales del año 2022. Sus padres con una casa de modas en Oderzo, en la provincia de Treviso (Italia) la iniciaron en el mundo del diseño desde temprana edad.
Realizó sus estudios en lenguas y culturas asiáticas en la Universidad Ca’Foscari en Venecia y en el año 2008 se trasladó a Beijing, China, para estudiar Negocios y Marketing en la Universidad Capital Normal.
Ha trabajado como jueza de arte en el IYACC y fundó Roberta’s Art House en Hong Kong al mismo tiempo que creó un concepto de negocio de arte diferente con una galería y estudio, cuyos programas y talleres de arte interactivos están definidos tanto para adultos como niños en RAH Studio Gallery. En el año 2018, realizó su primera exposición y ya pertenece al selecto grupo de artistas que forman parte de exposiciones colectivas y privadas internacionales. Ha realizado exposiciones y espectáculos tan importantes como:
- Asia Contemporary Art Show
- Affordable Art Fair Hong Kong
- En la Galería HKI en Wang Chai en Hong Kong expuso su colección «Slighty Mad» inspirada en caligrafía con tinta en papel y acrílico representando su propia «locura».
En su propio estudio en Italia podemos ver la exposición «The Brick Wall Project» con más de 100 pinturas originales del tamaño de un ladrillo cada una y que conforman una pared, pero cada dibujo con su propio relato. Poseen su esencia como el marcado intuitivo, las capas y el punteado con gran precisión y simplicidad, transportándonos a un viaje de sensaciones.
Todas sus obras están realizadas en lienzos, papel y pigmentos alemanes. Tienen su firma a mano y con certificado de autenticidad.
Actualmente vive y trabaja en la ciudad de Motta di Livenza, en Treviso, Italia.
Video realizado por Roberta Boffo donde podemos observar su precisión y pasión realizando sus obras.
Historia del uso de la tinta china
El arte del uso de pluma y tinta sobre papel fue muy desarrollado en el arte chino durante las dinastías Tang (618-906) y Song (960-1279) y más tarde en Japón en el periodo Muromachi (1338-1573). Un uso relacionado al arte asiático y a la caligrafía de Japón, China y Corea. El soporte más utilizado fue la seda y el papel ya que les permitía enrollar la obra, si bien también se realizaron en paredes.
En Europa durante el Renacimiento (siglos XV y XVI), en el periodo entre la Edad Moderna y la Edad Media, se cambió la tiza y el carbón por la tinta, la pluma, el lápiz y el bolígrafo. La obra Cinco cabezas grotescas de Leonardo Da Vinci es un claro ejemplo del uso de la pluma y la tinta en papel, que se encuentra en la Biblioteca Real en el Castillo de Windsor.
En el Renacimiento temprano los aprendices practicaban sobre tabletas con lápiz o punta de metal para realizar posteriormente obras sobre papel con la particularidad de que la tinta aplicada ya no se podía borrar y cambiar el trazo por otro. En el Alto Renacimiento en Italia la tinta más común estaba realizada de hiel de hierro cuyos principales componentes eran las nueces por su riqueza en resina y ácido tánico, y mezclada con agua o vino y goma arábiga y sulfatos de hierro para conseguir una tinta líquida en negro. Pero estas tintas fueron perdiendo con los años el color convirtiéndose en marrón.
Esa tinta líquida no era la ideal para realizar grandes obras al tener que sumergir muchas veces la pluma o brocha utilizada para sombrear un dibujo, por lo que se utilizaba también un material llamado bistre resultado de remojar hollín de madera en agua. Algunos artistas destacados en este uso fueron Vittore Carpaccio, Benozzo Gozzoli, Filippino Lippi, entre otros.
El uso de la pluma y la tinta fue muy popular también durante los movimientos artísticos durante el siglo XX: Barroco, Rococó, Romántico o Neoclásico. Artistas como: Rembrandt, Goya, Picasso.
Curiosidades
Alrededor del 3000 a. C. en China se utilizó una tinta realizada con aceite de lámpara, gelatina de pieles de animales y humo de madera de pino. En el 400 d. C. se incorporó el sulfato ferroso, espesante y un tanino derivado de las nueces. Más tarde se comenzaron a fabricar con base de carbón de hollín, el bistre, y con tintes procedentes de insectos, bayas, bayas de roble y crustáceos.
Las tintas resistentes son las blancas y negras ya que no tienen colorantes solubles, sino pigmentos y son resistentes a la luz. Existe también una gama de 20 colores de colores llamadas tintas de artistas que son impermeables que contienen goma laca y, al secarse, tienen un acabado brillante y de calidad.
Con relación a las plumas existen dos tipos: plumas de depósito o de inmersión. Las de inmersión son plumas de caña, bambú o metal que se recargan al sumergirlas y unas ultrafinas que son plumas de gallo. Las plumas de depósito tienen un soporte especial o cartucho con una punta menos flexible que es la más empleada para los dibujos técnicos, muy utilizada por los artistas de novelas gráficas o cómics.