Aristóteles es considerado el padre de la ciencia política y del derecho constitucional comparado. Fue un filósofo, polímata y científico griego que nació en Estagira hacia el año 384 a. C. Falleció en el año 322 a. C. Se le considera, junto con Platón, padre de la filosofía occidental.
Durante unos dos mil años, los pensadores políticos empezaban citando o adversando las ideas políticas de Aristóteles. Escribió unos cuatrocientos libros de los que conocemos solamente treinta. Uno de sus discípulos fue Santo Tomás de Aquino en la Edad Media y otro fue Jacques Maritain en el siglo XX.
Sostuvo que la ciencia política «es la más alta de las ciencias». Y dentro del estudio de la política era esencial la clasificación y caracterización de los diferentes tipos de gobierno.
Gobiernos puros o buenos
En La política Aristóteles divide a los gobiernos en dos grandes familias: los gobiernos que promueven el interés general o bien común y los gobiernos que responden al interés de sus gobernantes.
Pero el gobierno puede ser de un solo individuo, de varios o de la multitud de los ciudadanos. Cuando el gobierno es de uno sólo y responde al interés general o bien común, entonces Aristóteles le llama monarquía o reinado. Lo considera el gobierno del mejor en el que prevalece la virtud.
Por otra parte, cuando el gobierno es de una minoría que responde al interés general o bien común entonces le denomina aristocracia. En este caso, dice el autor que se trata de una minoría de personas de bien que buscan en cada decisión el mayor bien del estado y de sus asociados. Lo considera el gobierno de los mejores y allí prevalece la vida noble y educada.
Por último, cuando la mayoría gobierna en búsqueda del interés general o bien común, dicho gobierno se llama república. En otras traducciones se le denomina Politeia. Según el Estagirita se trata de un gobierno de los muchos en el que prevalece la mesura con un fuerte papel de la clase media.
Resumiendo, los tres tipos de gobierno que responden al interés general o bien común son: monarquía, aristocracia y república o Politeia. Esos serían para Aristóteles los tres gobiernos, digamos buenos.
Es importante destacar que para Aristóteles «todas las ciencias y todas las artes tienen un bien por fin… y la más alta de las ciencias es la ciencia de la política». Y según el Estagirita el bien en política es la justicia, en otros términos, «la utilidad general». De modo que el bien en política es el interés general o bien común.
En su clasificación de los gobiernos se percibe una mezcla entre el punto de vista del filósofo político y el científico político, pues Aristóteles tuvo las dos identidades entrelazadas. Al clasificar con cierta objetividad los tipos de gobierno se revela como un científico político, pero al pronunciarse sobre los gobiernos buenos y malos, se nos presenta como un filósofo político.
Gobiernos impuros, desviados o corruptos
Por otra parte, cada uno de los gobiernos buenos puede sufrir una desviación del siguiente modo.
La monarquía o reinado se puede desviar hacia la tiranía, que es el gobierno de un solo individuo al servicio del interés personal del monarca.
La aristocracia se puede desviar hacia la oligarquía, que es el gobierno de unos pocos ricos que solo buscan su interés personal.
Y la república se puede desviar hacia la demagogia o democracia extremada, que es el gobierno de los demagogos que buscan su interés personal, pero diciendo estar al servicio de los pobres.
Más adelante, Aristóteles, resume, las desviaciones de la siguiente manera:
La tiranía, como acabo de decir, es el gobierno de uno sólo, que reina como señor sobre la asociación política; la oligarquía es el predominio político de los ricos y la demagogia, por el contrario, el predominio de los pobres con exclusión de los ricos.
Y más adelante precisa un poco más sus conceptos:
Reservando el nombre de oligarquía para el gobierno en el que los ricos, que están en minoría, ocupen los empleos, y el de la demagogia, para el Estado en que los pobres, que están en mayoría, son los señores.
Y más adelante, subraya dichos conceptos:
Dondequiera que el poder está en manos de los ricos, sean mayoría o minoría, es una oligarquía, y dondequiera que esté en las de los pobres, es una demagogia.
En resumen, para Aristóteles los tres tipos de gobiernos, digamos malos, serían: la tiranía, la oligarquía y la demagogia. Y de nuevo repetimos, los tres tipos de gobiernos buenos serían: la monarquía o reinado, la aristocracia y la república o Politeia.
En cierto modo la Politeia anuncia lo que serán las repúblicas democráticas contemporáneas y la demagogia anuncia a los diferentes tipos de populismo actuales. Pero también hoy día encontramos mezclas por ejemplo entre tiranía y oligarquía, o democracia y oligarquía o tiranía y demagogia, entre otras posibilidades.
El mejor gobierno
La república tendría una doble ventaja: es el gobierno de la mayoría y responde al bien común o interés general. De manera que para el Estagirita la república sería la mejor opción de gobierno dentro de las tres mejores.
Si uno lee con detenimiento el pensamiento de Aristóteles sobre los tipos de gobierno según está escrito en La política, que es su obra de madurez, es casi inevitable aceptar su tesis de que el mejor de los mejores tipos de gobierno es la república y rechazar como negativos a los gobiernos desviados: tiranía, oligarquía y demagogia.
La clasificación aristotélica de los tipos de gobierno se mantuvo como la más respetada y comentada durante siglos. Incluso se podría decir que prevaleció durante toda la Edad Antigua, Media y Moderna. Y aún hoy día se estudia en las escuelas de ciencias políticas como una de las más clásicas e inteligentes.
Críticas
Desde el campo marxista se ha dicho que detrás de cada tipo de gobierno existe un modo de producción con una clase dominante y una clase dominada. Así, por ejemplo, convendría revisar si el modo de producción es esclavista, asiático, feudal, capitalista o socialista. Y si la clase dominante es esclavista, burocrática, burguesa o proletaria. Recordando que para Carlos Marx la historia de la humanidad es la historia de la lucha de clases.
Otra de las críticas que se le hizo a Aristóteles durante el siglo XX, fue la del sociólogo italiano Gaetano Mosca, quién escribió textualmente lo siguiente:
Si nos referimos a la clasificación aristotélica, debemos reconocer que es imposible que un solo monarca gobierne a millones de súbditos sin el auxilio de una jerarquía de funcionarios, o sea, de una clase dirigente, y que es imposible también el funcionamiento de una democracia (o república) si la acción de las masas populares no es coordinada y dirigida por una minoría organizada, o sea, por otra clase dirigente.
Es decir que detrás de toda forma de gobierno, sea monarquía, aristocracia, república o democracia está presente una clase dirigente o clase política. Porque para Mosca detrás de las diferentes formas de gobierno la historia humana se ha caracterizado por el predominio de una élite, oligarquía, clase dirigente o clase política.
Para Mosca, gobiernos que aparentan ser de mayoría o de muchos, en realidad son gobiernos de una minoría organizada, sea esta sacerdotal, militar, empresarial o burocrática. Y la minoría organizada siempre prevalece sobre las mayorías generalmente desorganizadas.
La historia es entonces para Gaetano Mosca, una circulación de las élites o un relevo sin fin de clases políticas o dirigentes.
Notas
Aristóteles. (2011). La política. Barcelona, España: Espasa Libros. pp. 114, 115, 123.
Mosca, G. Historia de las doctrinas políticas. Madrid, España: Editoriales de Derecho Reunidas. p. 270.
Álvarez Araya, O. (2022). Pensadores de política y economía. San José, Costa Rica: Ediciones Pensamiento. pp. 283 a 286.