El universo consta de cosas que pueden ordenarse por clases y una de éstas, es la clase de cosas imposibles.
(C. L. Dodgson, Lewis Carroll en ‘Symbolic Logic’, 1892)
El nonsense o el sin sentido. El lugar donde todo es posible y no existen fronteras. Un viaje sin respuestas Un viaje de preguntas y de dudas, donde se traspasa el umbral que divide la realidad de los sueños. Palabras que nos permiten sustraernos de la voracidad del sentido y dar lugar a la chance del acontecimiento del decir. Como un juego del lenguaje, que deforma las formas sintácticas o semánticas para adentrarnos en la «no-realidad» que se nos presenta.
Día 3: Antídoto para el tercer día
Antídoto para el tercer día. Para no resucitar entre los muertos. Para salir corriendo, entrar en un taxi. Taxi amarillo que interrumpe la infancia. Taxi amarillo que te traerá de vuelta.
Subir con una mochila repleta de fórmulas. ¿Secretas? ¿Manifiestas? ¿Útiles? ¿Basura? Sentirte bifurcada, andar derecho. Hacer lo que buscas dentro. Sentirte poderosa. Tener el antídoto. Flechas venenosas que te cortan y te achican.
¡Entrar en la puerta de Alicia ahora sí! En la más pequeña. Un solo camino, sin conejos ni pescados.
Con oídos atentos para poder ver más allá de los ojos. Ver con la piel. La llegada eterna. Piedra preciosa.
Cruzar los tiempos.
Rejas malditas, negras oxidadas ya no son materia. Materias pendientes. Materias corrientes.
Torrente sanguíneo que no vemos ni oímos. Latidos, metrónomos, taxímetros.
¿Porque vas ahí?
Vos no estás loca.
Silencio. Pensamientos ambivalentes. Lumbre ambivalente. ¿Será la que da luz a las confusiones?
No me importa. Sigo. Sigo. Sigo. Sigo.
Taxi amarillo. Aun no es tiempo de que me buque. Sigo pariendo. Emocionalmente silenciosa.
Silenciosamente emotiva. ¿Es lo mismo? No me importa.
Pasaron gatos, pasaron huesos de pollo, guitarras encerradas, pasillos secretos, informes
demoledores y todavía no es la hora.
Contar hasta mil. Mil millones de años esperando nacer. Luna llena apagada sin sol.
¿Es posible que exista? Me gustaría que sí. Para verla yo sola.
Tengo miedo de que se me acabe el tiempo. Metrónomo, Taxímetro, reloj de arena. No me importa. Yo sigo. Sigo. Sigo. Sigo buscando, soltando, vibrando.
Caja secreta de antídotos preciados. No tengo idea de donde la saqué o si siempre la tuve.
Me hace poderosa. Solitariamente poderosa. Ladrillos de un mundo propio ¿para qué sirven?
Para entrar y buscar, para seguir vibrando. Y otra vez seguir. Quisiera detenerme.
Día 4: Mi línea de flotación
La cerca de sol está en la punta de la pradera. Tu cuerpo poderoso te lleva con grandes salticos, inesperados salticos que te sorprenden.
Sin darte cuenta te encontrás realizando hazañas acrobáticas que te llevan a un lugar solitario, pasando los bosques, pasando las cascadas, pasando los lobos asesinos, y las miradas fulminantes. Una vez ahí no queda más que recostarse en la hierba verde y húmeda bajo la cerca de sol que revelará la verdad de tu piel brillante.
Sera la mirada abierta y valiente la que te hará gustarte. ¡Si! ¡Si! Si, gustar de vos. Gustar de tu monstruo. No es una acción solitaria. Es una acción de revote.
El otro día pensé que mirar por el ojo de una cerradura a un abismo es decir a un precipicio sería el inicio de la locura.
¿Cómo sería eso? Es decir, no mirar por mi ojo, sino mirar directamente por el ojo de la cerradura al vacío más vacío. Tal vez esa mirilla te chupe en caída libre, como le pasó a Alicia, pero sin dormirte en el árbol. Es por eso que en la pradera de la cerca del sol no hay árboles, para que no te duermas en esa sombra. Y cuando quieras sombra te vas al bosque sin sol, aunque sin sol el bosque no tiene sombra.
Entonces no podrás dormirte y caer.
Entonces podrás buscar un acantilado, ahí no importa si hay sol o no hay sol, si hay árboles con sombra o sin sombra.
Te podrás tirar directamente y experimentar la caída libre.
Disfrutarla, aceptarla, ver tus pelos al viento, que nada te rasguñe, que lo que pasa siga sin tocarte. Y en un momento sin buscarlo, aparecerá una línea de flotación.
Obviamente que será una línea de flotación si agua porque estamos en el aire. Descubriendo que, a veces, de los agujeros negros del universo se eyectan líneas de flotación invisibles, creadas con materiales desconocidos, fórmulas perfectas que emergieron de algún remolino, huracán o lluvia de vidrios.
Sin rigor científico podemos intuir que, el Sol de cerca, la cerca de sol y los agujeros negros, los acantilados y las caídas libres son los pasadizos secretos que nos trasportan a otras realidades a otras existencias.
¿Son existencias paralelas?
¿O Secretas?
¡Son deformaciones de lo que vemos!
¿O lo que vemos esta deforme?