Uno de los aspectos fundamentales para vivir una vida plenamente consciente es la respiración. Esta actividad revela lo más íntimo del ser humano, mucho más que las palabras.
Y es que desde niños nos enseñaban este ejercicio, pero, aunque no se le tomaba importancia o podría parecer una pérdida de tiempo, saber respirar es sumamente crucial y puede ayudar a evitar malestares y enfermedades.
La respiración se produce bajo el control de los centros reguladores del tronco encefálico, es decir, desde la base del cerebro. La activación de determinadas neuronas induce la contracción de los músculos respiratorios que, por tanto, produce la inspiración.
Según el Instituto Americano del Estrés, este mecanismo de inhalación y exhalación tiende a llevar una persona desde un estado mental alterado (instinto de lucha o alerta) a un estado de frecuencia cardíaca más lenta, disminuyendo así la sensación de dolor.
Especialistas en el área de la salud sostienen que respirar correctamente no solo incrementa el número de glóbulos rojos en el cuerpo, lo que hace producir más cantidad de sangre, sino que también:
- Se eliminan toxinas.
- Se mejora la digestión de los alimentos.
- Progresa la calidad de sueño.
- Relaja el cerebro, etc.
Capas profundas del inconsciente
Entre diversas prácticas de inhalación y exhalación para calmar y estabilizar emocionalmente nuestra rutina diaria, el psicólogo estadounidense Stanislav Grof, junto con su esposa Christina Golf, teorizaron el método de respiración eufórica o mejor conocida como «respiración holotrópica», que no es más que «alterar niveles de consciencia» que ayudan a las personas a la autoexploración y curación.
En 1970, la intensa práctica creada por ambos investigadores hizo que científicos, psicólogos, y terapeutas, utilizaran este método para ir más allá de la consciencia, experimentando diferentes sensaciones dentro del cuerpo humano.
Según la investigación «Hacia una comprensión expandida del potencial transformador de la respiración holotrópica», publicada por el psicólogo chileno Felipe Landaeta, esta práctica «invita a las personas a sumergirse y abrazar sus síntomas como un camino de transformación desde el interior».
Sin embargo, desde la antigüedad, la respiración y sus diversas técnicas, han tenido un rol clave en las prácticas espirituales y rituales de distintos pueblos, lo que hace que no solo exista una correlación a nivel científico.
En la investigación, «La respiración natural», el profesor especializado en tradiciones nativas del suroeste de Asia, Neil Douglas-Klotz, refiere que varios textos de la tradición yóguica (escritos entre 2000 y 1000 a. C.) afirman que la consciencia de la respiración es una puerta a la «iluminación».
Para el maestro Zen Thich Nhat el término «iluminación» hace referencia a la liberación espiritual o trascendencia, es decir, a un estado expandido de consciencia. La respiración sería un medio para «despertar» y ver la naturaleza de todas las cosas.
En el budismo, la práctica de la respiración aparece en el Ānāpānasmṛti Sūtra, que consiste en llevar la atención a la respiración y utilizarla para amplificar la consciencia del cuerpo.
Asimismo, en el sufismo, ya en el siglo IX el místico al-Qushayri se refería a la práctica de la atención plena a la respiración consciente como un medio para conectar con lo divino.
Investigaciones sostienen que esta práctica de atención plena a la respiración puede despertar diversas capacidades relacionadas con la percepción extrasensorial. Algunos beneficios experimentados por los practicantes incluyen:
- Sensación profunda de relajación.
- Equilibrio emocional.
- Claridad mental.
- Mayor empatía.
Beneficios de la respiración holotrópica
El holotropic breathwork —nombre originario en inglés— cuenta con una serie de beneficios que ayudan no solo a mejorar el estado de ánimo general del practicante, la autoestima y apoyar la curación emocional, sino que también se puede acceder a niveles más profundos de autoconsciencia.
Entre otros beneficios de la práctica de esta actividad, se encuentran:
- Alivia fobias y ansiedad.
- Ayuda con traumas pasados.
- Promueve la liberación de toxinas del torrente sanguíneo y tejido.
- Reduce la presión arterial al aumentar la circulación.
- Estimula el sistema inmunológico.
- Mejora la digestión al reducir el estrés en el hígado y los riñones.
- Reduce el estrés físico y emocional.
- Aumentar la claridad mental y la creatividad.
- Crea nuevas neurovías en el cerebro.
El Journal of Alternative and Complementary Medicine, publicó un estudio que revela que la respiración holotrópica puede ser útil para el autocontrol, especialmente en personas con tendencias a cambios de humor o que poseen actitudes negativas frecuentemente.
Por otro lado, una investigación realizada en 2013 documentó sesiones de personas que, durante varios años, participaron frecuentemente en prácticas de respiración holotrópica, y los resultados arrojaron que esta técnica se utilizó para alcanzar la estabilidad emocional de las personas estudiadas.
De esta forma, a través de prácticas con la respiración holotrópica, es posible desbloquear o manejar ciertas experiencias que contribuyan a la liberación de circunstancias emocionales de quiénes accedan a esta actividad eufórica.
3, 2, 1... ¡Inhala y exhala!
La respiración intensa o de fuego como también se le categoriza debe seguir una serie de parámetros que ayudan al practicante a entrar a lo más profundo del ser humano, la consciencia, y de esta forma, purificar, limpiar o mejorar ciertas experiencias para construir un futuro con propósito.
Un experto en el área deberá presidir la práctica, seguido de diferentes notas musicales previamente estudiadas.
La vibración de los sonidos vocálicos penetrará al cerebro, y hará que el cuerpo emita ciertos patrones (movimientos en los brazos o manos, labios secos, bostezo, etc.) para entrar en contacto o experimentar el «no espacio, no tiempo».
La sesión de trabajo de respiración normalmente dura entre dos y tres horas, durante las cuales el asistente acompaña al respirador.
Cada participante hará un «viaje interno» y deberá dejar que la experiencia siga su curso sin aferrarse a un resultado concreto ni dejarse llevar por la mente crítica.
Campos de consciencia
Cada infante en este mundo aprende diferentes patrones en la sociedad (creencias religiosas, sociológicas, culturales, educativas, familiares) que, al convertirse en adultos, algunos escogen desligarse de ese vínculo.
Esa personalidad adquirida dependiendo del nivel en el que se desenvuelva, en muchas oportunidades no tiende a conectar con su «yo interno» y contradice la realidad mental de esa persona.
Adentrarse a la respiración holotrópica es buscar la oportunidad de explorar, conocer e indagar en la alteración de la consciencia y percibir una realidad diferente a la ya antes adoptada.
Recordando las palabras del profesor Stanislav Grof: «Somos campos de consciencia ilimitados que trascienden el tiempo, el espacio, la materia y la causalidad lineal».