El desarrollo industrial del siglo XX brindó el escenario perfecto para el incremento y transformación de los lenguajes artísticos. Nuevos interrogantes y reflexiones acerca de la viabilidad de procedimientos y materiales que se utilizan en el grabado comenzaron a ser cuestionados, en cuanto a las implicaciones en la salud del artista y del medio ambiente.
En la siguiente entrevista al artista y grabador argentino, Pablo Narciso Delfini, creador del blog «grabado-menos-tóxico», nos presenta su libro Grabado menos tóxico (historias del blog) a diez años de la creación del blog, en el mes de enero del 2022. Dónde reúne diversas técnicas menos contaminantes y dañinas para los grabadores y el ambiente.
En 1999 Pablo Delfini emprende un viaje a Vancouver (Canadá), con el objetivo de realizar un curso de litografía. Es allí donde su mirada al espacio del taller de grabado se ve modificada por una actitud más «amigable» con la salud y el medio ambiente frente a una toma de conciencia de los riesgos de diversos materiales tóxicos. En palabras de Pablo Delfini: «A partir de ahí mi atención estuvo enfocada en la investigación y experimentación de las técnicas de grabado desde el punto de vista del uso de recursos sostenibles».
¿Cuándo surgió el blog de grabado menos tóxico?
En 2011, después de impartir un curso de litografía sin agua en la Escuela de Arte de Tandil, la amiga y profesora Mariel Bichi me sugiere que comparta las fotos del curso abriendo una cuenta de Facebook, pero buscando opciones prefiero abrir el blog de Grabado menos tóxico, cuyas primeras entradas en ese año fueron las fotografías que documentaban la actividad desarrollada para compartir con los asistentes al curso y sin preverlo también con toda la comunidad del grabado que comenzó a seguir al blog.
¿Cómo se manifestó la idea del proyecto del libro Grabado menos tóxico (historias del blog)?
El proyecto del libro era algo latente desde hace unos cuantos años, ya que siempre quise escribir un libro de técnicas de grabado menos tóxico. Me era muy complicado concretar la idea hasta que durante el primer año de la pandemia se producen muchos lazos de comunicación con grabadores de nuestra región latinoamericana y siempre salía el tema de la necesidad de tener algún libro en idioma castellano sobre el tema. Favoreció además el tiempo libre para pensar mejor el proyecto y finalmente poder concretarlo a fines de 2021.
¿Por qué la elección del grabado menos tóxico?
Después de estar grabando durante 20 años (1979 – 1999), descubrí que cierto malestar físico, que consideraba «normal», era consecuencia del uso indiscriminado de materiales y sustancias muy tóxicas. Cuando descubro la existencia del movimiento de grabado no tóxico, encuentro la manera posible de mejorar mi salud y por ende pensar también en el cuidado responsable del medio ambiente.
¿Crees que el grabado menos tóxico puede reemplazar a las llamadas técnicas tradicionales?
Por supuesto que las puede reemplazar, si la pregunta se refiere a seguir haciendo aguafuerte, litografía, serigrafía y cualquier otra técnica tradicional, pero con materiales menos tóxicos. Teniendo conciencia que el cambio de materiales, procesos y mordientes siempre va a ofrecer una nueva mirada expresiva. Es un reemplazo, pero también un cambio que hay que aceptar como una posibilidad de seguir trabajando en grabado con más seguridad, con mejor salud y cuidado del medio ambiente. Yo personalmente siento que sigo haciendo el mismo tipo de grabado tradicional de siempre, pero usando materiales más seguros, amigables y sostenibles.
¿Cuál es la técnica de grabado menos tóxica que sueles trabajar en tus obras?
Son varias las técnicas menos tóxicas con las que trabajo, no soy un grabador de trabajar solamente con una o dos técnicas. Pero si tengo que elegir, prefiero la litografía sin agua en su versión menos tóxica, con materiales de dibujo al agua y también aguafuerte, aguatinta y experiencias calcográficas con el mordiente salino de sulfato de cobre, sal de cocina y agua. Tanto en aluminio, hierro, zinc o cobre. Últimamente estoy redescubriendo la Monotipia, que encuentro con grandes posibilidades expresivas dentro del arte impreso.
¿Cuál es tu visión actual del grabado en Argentina?
Observo que en la actualidad el grabado en la Argentina se expande en nuevas miradas que tienen una apertura de diálogo con otras disciplinas artísticas. El grabado con aporte textil, tridimensional, lúdico. Al mismo tiempo el carácter tradicional e iconográfico de las técnicas gráficas sigue en pie, pero con el aporte de nuevas búsquedas representativas y un fuerte impulso del texto tipográfico, hay en la actualidad un auge de la tipografía, del sello, del afiche, del fanzine, de la comunicación de la palabra con un carácter tanto político como poético. Y no hay que dejar de tener en cuenta que Argentina es tal vez el país latinoamericano con mayor conciencia sostenible y ecológica dentro de los talleres de grabado, desde el uso de limpiadores caseros biodegradables y seguros hasta la difusión de la necesidad de trabajar en el taller con una mirada amigable con la salud de los artistas y el cuidado del medio ambiente.
Es un libro que abre un mundo a la creación y experimentación e invita, a personas interesadas en el grabado, a indagar y experimentar con técnicas menos tóxicas. El conocimiento no debe quedarse en un taller o institución, sino darse a conocer y motivar. Y es gracias a su Blog y ahora a su libro que Pablo Delfini ha logrado difundir estas maravillosas técnicas.