Durante la Guerra de Corea (1950 a 1953) los combates en el aire trajeron a los nuevos aviones a propulsión o jets, sin embargo, el peso del esfuerzo bélico se mantenía con modelos de la Segunda Guerra Mundial y otros aviones de hélice desarrollados a finales del gran conflicto como el Douglas AD1 Skyraider.
El AD1 era realmente un bombardero en picado, reliquias de los años 30 y 40, que se diseñó para optimizar este papel desde los portaviones norteamericanos. Aunque llegó tarde para la Gran Guerra contra los japoneses, estaba listo para llevar cada uno más de 3 toneladas de bombas contra los norcoreanos. Estos enormes mono motores tenían 4 palas de hélice impulsadas por 18 cilindros, y el sonido de estos era realmente atronador. A pesar de llamarse «Jinete del cielo» en inglés, los llamaban el «Perro capaz» o el «camión de basura». Venían pintados todos de azul oscuro como lo dictaba el camuflaje marino de la US Navy o para servicio con el cuerpo de Marines.
Uno de los blancos más difíciles de lograr en Corea recuerda el esfuerzo de los rompe presas del Reino Unido en mayo de 1943, y esto era la presa de Hwachon. Para la armada yanki el objetivo era destruir la planta hidroeléctrica que ocurría en el rio Pukham y aminorar la marcha comunista con la inundación consecuente. Los B29 de la Fuerza Aérea Norteamericana no lo habían logrado en varios intentos, hacía falta más precisión. El nuevo plan se le comisionó a los AD1 del escuadrón VA195 distinguibles por su timón de cola con una franja verde y la letra B en blanco, todos embarcados en el USS Princeton quienes intentaron primero con bombas de 2.000 kilos y rockets Tiny Tim en una incursión nocturna, pero sin éxito el 30 de abril de 1951.
La siguiente opción era usar algo ya pasado de moda en la estrategia militar… ¡Usar torpedos! Pero, los pilotos estaban algo desacostumbrados a su manejo, incluso no sabían dónde estaban los mismos en las bodegas de armas del portaviones. Afortunadamente la presa norcoreana no tenía redes antitorpedos como en el caso enfrentado por los británicos. Al final hallaron una docena de Mark 13, los aviadores consultaron los manuales y el personal de cubierta buscó la manera de ajustarlos con seguridad a los AD1.
La mañana del primero de mayo se alistaron ocho SkyRaiders (cinco del VA195 «Tigers» y 3 del VC35) escoltados por 8 F4U Corsairs del VF192 y 4 más del escuadrón VF193. Liderando el ataque estaba el comandante Richard Merrick en su F4U, llevando una cámara K20 para registrar la operación. Además, siempre llevaba a bordo binoculares, una pistola Luger y su pipa. El AD1 líder portador de torpedos era el capitán Harold Gustav «el sueco» Carlson. Como siempre despegaron del portaviones, esa vez los 20 aviones con sus 20 pilotos.
Llegaron arriba del rio casi al mediodía, los SkyRaiders se dividieron en cuatro parejas evadiendo las antiaéreas que estaban ubicadas hacia los lados de las laderas en ambos flancos de la presa. Los F4Us distraían el fuego antiaéreo y vigilaban por posibles cazas, mientras los torpederos ya estaban a ras del agua. Lanzar un torpedo desde el aire no es fácil, si lo sueltas muy inclinado se puede hundir, y muy rápido puede perder guía. Todas las parejas lanzaron sus armas adecuadamente, únicamente dos torpedos fallaron, pero seis dieron en las puertas y paredes de la presa. Cada Skyraider ascendió y escapó de la antiaéreas. El comandante Merrick fotografió la operación revelando como surgían plumas de agua de cada explosión y se abrían los boquetes que inhabilitaron la planta eléctrica de Hwachon además de bloquear el avance de las tropas norcoreanas.
Unos días después, Merrick fue derribado y muerto al recibir un tiro directo en su cabina, igual otro miembro de los Corsarios de ese día perdió su vida en junio. Se puede decir que la misión norteamericana fue todo un éxito y además sin costo como los pioneros ingleses, en su honor, el escuadrón VA195 cambio de nombre «Tigres» por los Rompe presas.