Para octubre del 2022 se cumplirán seis décadas de la crisis de los misiles en Cuba. Durante la «guerra fría» y por imprudencia de las dos superpotencias principales (los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética) con sus despliegues de misiles balísticos nucleares de alcance medio -menos de 2.000 kilómetros- en las fronteras de sus aliados. En el caso norteamericano se habían colocado cohetes Titan en Turquía a finales de los años 50 y del lado soviético al hacerlo secretamente para septiembre de 1962 en Cuba.
Los primeros en percatarse de la presencia de los misiles en suelo cubano fueron los famosos aviones espías U2 de la Fuerza Aérea estadounidense. Como se ve magistralmente en la película Trece Días del neozelandés Roger Donaldson (2000), estos grandes jets de un solo, aunque poderoso, motor con elongadas alas podía ascender hasta el límite de la atmósfera, pero solo tomaban una o dos fotos por minuto y de muy baja resolución. Hacía falta mayor detalle y para ello la naval norteamericana puso a la disposición sus supersónicos Vought RF8A Crusader que era la versión de reconocimiento equipada en lugar de armamento con las cámaras KA-45 fabricadas por Chicago Aerial en cuatro puntos del morro de ese esbelto aparato el cual volaría cerca de 1.000 kilómetros por hora sobre las palmeras de la isla y enfrentaría fuerte fuego antiaéreo.
Las primeras de estas peligrosas misiones se planificaron para el 23 de octubre desde la base Cecil Field cerca de Jacksonville en Florida donde operaba el escuadrón VFP-62 y como respaldo al escuadrón VMCJ-2 del cuerpo de Marines. El nombre clave de la operación era Blue Moon (Luna Azul), para ese primer día salieron seis aviones en parejas de dos hacia los sitios indicados por los U2s. El más destacado piloto fue el comandante del VFP62, Capitán William Ecker que ya conocía el sabor del combate aéreo a los mandos de un F4U-1D Corsair durante la Segunda Guerra Mundial a bordo del portaviones USS Intrepid con el cual enfrentó a los japoneses en el Océano Pacífico, pero sin mucho que contar.
Antes de volar se le explicó al Capitán Eckerd lo delicado de la misión, aunque él ya lo sabía porque previamente su uniforme de vuelo portaba un bien cargado cinturón de municiones para su pistola y raciones de supervivencia en caso de caer en Cuba. Según la película de Donaldson, un vocero directo del presidente John Fitzgerald Kennedy le indicó que debía hacer todo lo posible por no ser derribado y que no denunciase en su reporte cualquier ataque sobre su aeronave, esto con la finalidad de evitar aumentar las tenciones que condujeran a una guerra. William entendió perfectamente, ya no era un muchacho de veinte, sino un responsable y consciente hombre de más de 40 años el cual dirigía un escuadrón completo. Junto a su compañero de ala ascendió a su blanco gris RF8 que llevaba sus cámaras listas para el vuelo. En el morro del Crusader algunos aparatos del VFP62 tenían pintado en azul un yelmo de cruzado medieval con un penacho amarillo y abajo un escudo de armas de fondo negro con una cabeza de águila blanca al centro atravesado por una espada negra.
En la compuerta interna de las alas los RF8 lucían el lema «Ojos de la Flota». Los pilotos se colocaron sus blancos cascos con el dibujo de la película fotográfica, cerraron las carlingas y aceleraron al máximo para despegar al cielo caribeño.
Al acercarse a la isla descendieron a menos de 500 metros sobre el mar pasando como un bólido sobre la espesa selva tropical de Cuba. En las instalaciones misilisticas el personal escuchó un tenue rugido que se aproximaba, y se prepararon pensando que era un ataque. Al minuto pasaron dos jets norteamericanos que en su vientre decía en inglés «Sonría, usted está en la cámara indiscreta». Fueron recibidos con nutrido fuego de artillería de 20 y 30mm, los Crusaders pasaron el área de San Cristóbal en breves segundos tomando decenas de fotos gracias a la velocidad y precisión de las KA45. Afortunadamente el escaso fuego antiaéreo que acertó sobre las aeronaves sonó metálicamente en partes no vitales de los RF8s. A su regreso en la base aeronaval de Jacksonville lo primero que vio el personal de tierra fueron los impactos antiaéreos, el capitán Eckerd respondió que no le dispararon, sino que atravesó una bandada de golondrinas, uno de los mecánicos más perspicaces replico: «sí, golondrinas de 20 y 30mm».
Las películas fueron reveladas y mostraron con indiscutible evidencia el despliegue de misiles soviéticos en la isla, las fotos fueron ampliadas y mostradas por la diplomacia estadounidense ante el Concejo de Seguridad de las Naciones Unidas frente a las negaciones soviéticas y como justificación del bloqueo. Por esta misión y otras similares, a William se le otorgó la Cruz de Vuelo Distinguido y al escuadrón VFP62 se le condecoró con la primera citación como Unidad Distinguida de la Marina en tiempos de paz al finalizar la crisis. Estos galardones los entregó el presidente directamente a Eckerd en acto oficial el 26 de noviembre de 1962 (un año después Kennedy sería asesinado). Es importante recordar que un U2 del mayor Rudolf Anderson fue derribado por los cubanos y él fue la única víctima mortal de esa crisis. El presidente debió escribir condolencias a su esposa y tres hijos, y otorgar póstumamente la Cruz de Vuelo Distinguido y el Corazón Purpura entre otros reconocimientos.
Que sepamos, el planeta estuvo muy cerca de una conflagración nuclear total, más que en cualquier otro momento desde que tenemos armas atómicas. Es justo decir que gracias a la sabiduría y prudencia tanto del equipo del Premier Nikita Kruschev al retirar los misiles de Cuba, como del gobierno de Kennedy al hacer concesiones secretas similares en Turquía se evitó una Tercera Guerra Mundial, la cual pudo haber sido el fin de la humanidad. Y en ello ayudaron sobremanera el soberbio RF8 Crusader con sus valientes tripulaciones.
Me gusta mucho el final de la película, cuando el secretario de estado levanta del escritorio de Kennedy el pisa papeles con el lema: “Oh God my boat is so small and the sea is so great” y el discurso de reflexión con las palabras de JFK... “in the final analysis, our most basic common link is that we all inhabit this small planet. We all breathe the same air. We all cherish our children's future. And we are all mortals”.
Referencias
Filme Trece Días (2001), Dirigida por Roger Donaldson. Paramount Pictures.
Peter Mersky. 1999. Los RF8 Crusader de reconocimiento fotográfico sobre Cuba y Vietnam. Edic. del Prado/Osprey Publ. 64pp.
The Cuban Missile Crisis, 1962.
Audios de John F. Kennedy en la Crisis de los Misiles.
Intelligence Resource Program Cuban Missile Crisis.