No es difícil abrazar instantes de belleza a diario. Ve y suelta el ruido en el sonido de la lluvia, apacíguate en el olor de la tierra mojada, reposa bajo las puestas de sol, y espera a que surjan las estrellas para descubrir respuestas en su brillo. Juega y ríe con la puerta abierta, así contagias de alegría al mundo que te observa, da besos en la frente y abraza profundamente, acaricia con cumplidos sutiles; y escribe cartas para susurrar el alma de quien las lee. Practica los te quiero, y ama sin esperar nada fuera del amor, conversa por horas para escuchar y entender, lánzate con la mirada fresca e inocente de prejuicios a coincidir con personas; y ojalá puedas sentir que las has extrañado todo ese tiempo, que aún no las conocías.
Trata de vivir más ligero, de acumular amigos confidentes para pasear, tontear, ir al cine y bailar por horas; al final, no es lo que tienes, sino a quienes tienes para transitar el camino de la vida juntos. Viaja y extravía el regreso las veces que puedas, y vivirás el suave encanto de destinos inadvertidos. Sublímate en las buenas historias, en la música que te desconecta del entorno cuando lo sientes al revés, en el arte que reboza los espacios de figuras y colores. No corras ni te afanes, la vida no es un maratón, es un recorrido lleno de momentos que, pueden ser más dulces que amargos; si mientras los vives, no olvidas lo mucho que importas, si visitas la naturaleza y saludas las flores para despreocuparte, si procuras pasar el mayor tiempo posible con quienes sea que llames familia, si sales a tiempo de lo que escogiste y no te escogió. Y si te esperas, cada vez que vas tarde a ti mismo.
Es ineludible el lado oscuro de la existencia, a tu paso, habrá momentos en los que te descubrirás voluble, frágil, con pocos verbos qué sentir, gritando sin voz, hasta resultar inverosímil la realidad ante tus ojos. Pero después de unos cuantos, sabrás entonces que la vida a veces picotea, que el amor también rompe, y que los destinos pueden perderte; a trozos aprenderás a continuar, disperso e incompleto te buscarás de nuevo, escarbarás el vacío, hasta llegar a su fondo para leer las siguientes instrucciones en el reverso del dolor, y seguir el aprendizaje que aguarda la herida. Una cicatriz es la historia de una supervivencia. No te paralices ante escenarios inciertos, no moverse es más peligroso que avanzar... a ratos y a pedazos; a sueños y a insomnios; a parpadeos y a suspiros; a ilusiones y a dudas... brota como primavera, arde en tu verano, como hoja de otoño, déjate caer danzando sin miedos cuando necesites renovarte; y resiste los helados inviernos, sin congelar tu corazón.
Es urgente vivir sin ignorar lo que sabe tu corazón. Es urgente estirar la vida, y esparcirla sobre las olas mágicas de las cosas sencillas, que cuestan poco; y te llenan de todo lo necesario para estar contento. Es urgente ser feliz ahora, porque después, no se sabe.