Hace poco, en los Estados Unidos de Norteamérica, la patria de quién fue su tercer presidente y redactor de la Constitución de ese país y hasta hace poco admirado y venerado por muchos como uno de los grandes héroes de la humanidad, se acaba de retirar una estatua en la ciudad de Nueva York. La razón, fue un ejemplo de esclavista ya que, aunque habló y escribió en contra de la esclavitud, mantuvo en su casa y finca de Monticello, a 600 esclavos negros y nunca los liberó. Algunos señalan que eso significa «politizar la historia» ya que se olvida de su bien ganada grandeza como estadista, es considerado un presidente progresista de ideas avanzadas, que proclamaba los ideales del republicanismo y la democracia, todo ello dejado de lado debido a su grave falla personal, que negó incluso sus proclamas por la libertad del hombre, dando lugar a hoy a una póstuma humillación contra él... Vamos a ver de quién se trató.

Nació en abril de 1743, en un pueblo de Virginia, Estados Unidos (en esa época una colonia inglesa). Murió en julio de 1826. Fue el tercer presidente de los Estados Unidos de América, del 4 de marzo de 1801 al 4 de marzo de 1809, dos periodos. Pero antes había sido el segundo vicepresidente de esa nación. Había nacido en cuna de oro, ya que la familia era muy rica, sus padres eran dueños de una hacienda o plantación, pertenecía a la aristocracia del sur de ese país. Tenía 10 hermanos. Su familia era muy religiosa, él no.

Además, de vicepresidente y presidente, había ocupado otros cargos públicos: Gobernador de Virginia, miembro del Congreso de EE. UU. y secretario de estado del presidente Jorge Washington. Entre sus logros se encuentra ser considerado el autor principal de la Declaración de la Independencia de los Estados Unidos, bajo la primicia que él escribió y que decía; «Todos los hombres fueron creados iguales, dotados por su Creador de derechos inalienables».

Se dice que era poseedor de una gran cultura, ya que, además de político, era filósofo, arquitecto (construyo su casa y el capitolio de Virginia), arqueólogo, matemático, inventor y músico (violinista), y de haber terminado sus estudios de abogado, dominaba, además, seis idiomas entre ellos latín y el griego clásico, estos dos últimos para así leer de las fuentes romanas y griegas su cultura y sus grandes hombres. Aparte de sus estudios de abogado, estudió ampliamente la política y filosofía universal, de ahí sus ideas liberales y su participación en la política de Virginia y luego en la nacional. Defendió la tolerancia religiosa y gracias a ello eso se hizo ley. Pero se opuso a que el Estado como tal adhiriera una; señalaba que la religión era una amenaza para la libertad cuando se convertía en instrumento del Estado, fuese en Prusia luterana o en la España católica de la Inquisición. Por eso luchó que todos los credos pudieran existir en su país, sin que ninguno estuviera por encima de otro.

Fue fundador de la Universidad de Virginia en 1819. Para él, la razón y la libre investigación son los únicos agentes efectivos contra el error, además, la educación en la población es fundamental para lograr esto, por eso, luchó por una enseñanza pública igualitaria. Tocaba el violín y componía poemas, además inventó un arado, un torniquete y un estante giratorio. Se consideraba un escritor intelectual y granjero. John F Kennedy, presidente de los Estados Unidos dijo en una reunión de 48 ganadores del Premio Nobel: «Esta es la colección de talentos más extraordinaria que se haya reunido en la Casa Blanca, con la posible excepción de las veces en que Thomas Jefferson se sentaba solo a comer».

¿Cómo se metió en política un hombre tan culto? Todo comenzó cuando se agravó el conflicto por unos impuestos entre Gran Bretaña y las trece colonias norteamericanas, Jefferson publicó un ensayo muy radical «Breve análisis de los derechos de la América británica en 1774», muy bien acogido por la población, quien tiempo después lo nombró delegado de Virginia en la Convención Continental de Filadelfia, donde actuó como orador y redactor del borrador de la Declaración de Independencia. Era enfático en señalar que el sistema aristocrático británico era inherentemente corrupto y sin derecho a gobernar América.

Entre las figuras que influyeron en su vida y sus ideas se encontraban; el filósofo y político John Locke. Cuando el pueblo de los Estados Unidos comenzó a rechazar ser gobernado por un lejano rey, Jefferson justificó esa rebelión como causada por las arbitrariedades que el rey Jorge III había cometido contra los derechos de los ciudadanos, y. en defensa de la democracia y el derecho de los pueblos a dictarse sus normas de gobierno y el derecho natural del hombre a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.

Por cierto, cuando era congresista él propuso la abolición de la esclavitud, pero no lo logró. Aunque sí una ley prohibiendo la importación de esclavos. Lo raro fue que al dejar de ser presidente continúo teniendo esclavos que trabajaban en su finca hasta su muerte, nunca los liberó. Posiblemente influyó para esto, que era mal comerciante y estaba lleno de deudas al extremo que al morir sus bienes y fincas fueron rematados.

Fue embajador de Estados Unidos en París de 1785 a 1789, donde incluso llevó para que le sirvieran a varios esclavos de la familia Hemings, incluyendo a Sally, a la que nos referiremos luego. Uno de ellos se convirtió en chef de cocina, al recibir clases ahí.

A través de su vida política, tuvo un constante enfrentamiento con el secretario del tesoro del presidente Jorge Washington, Alexander Hamilton, debido a que Hamilton era líder del partido de los federales centralistas (ideológicamente el origen del Partido Republicano actual de EE. UU.), él proponía reforzar el poder del gobierno federal y buscaba la hegemonía de los capitalistas del norte. Jefferson, por el contrario, era dirigente de los llamados, en esa época, federalistas republicanos (precursores del Partido Demócrata), defendía la autonomía de los estados y protegía los intereses de los del sur. Rechazaba que un Banco Central de los Estados Unidos, emitiera moneda sin respaldo como sucedía y continúa sucediendo hasta el presente. Por eso y otras causas, él era opuesto a la creación de un Banco Central ya que temía mucho a un banco centralizado pues pensaba: «las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que ejércitos enteros listos para el combate. Si el pueblo americano permite un día que los bancos privados controlen su moneda, los bancos y todas las instituciones que florecerán en torno a ellos privarán a la gente de toda posesión, primero por medio de la inflación, enseguida por la recesión, hasta el día en que sus hijos se despertarán sin casa y sin techo, sobre la tierra que sus padres conquistaron».

La crisis bancaria de los Estados Unidos del año 2009 parece darle la razón sobre la falta de control del Estado sobre la banca privada. Cinco millones de estadounidenses perdieron sus propiedades (casas de habitación) por los llamados bonos chatarras emitidos por los bancos. El gobierno de esa época salvó a los bancos de la quiebra, pero estos no a sus acreedores que tenían bonos devaluados.

Las diferencias de él con Alexander Hamilton eran las siguientes: Hamilton deseaba un gobierno central muy fuerte, Jefferson creía en los derechos de los Estados. Hamilton deseaba crear un ejército, Jefferson deseaba mantener la milicia de cada Estado. Hamilton deseaba un banco central, Jefferson pensaba que eso les daría mucho poder. Hamilton deseaba crear industrias para exportar al exterior, Jefferson prefería ayudar primero a la agricultura de su país a ser autosuficiente.

El acto más importante como gobernante fue lograr que se repartieran las funciones entre los poderes, haciendo que el gobierno federal se encargara de las relaciones internacionales y la defensa del país, y los estados tuvieran una amplia autonomía política interior para resolver sus problemas. Además, increíblemente logró que los Estados Unidos compraran el territorio de Luisiana en 1803. Él logró convencer y comprar esa extensa región a Francia, que en esos momentos vivía una crisis económica y política, por lo que Napoleón Bonaparte decidió aceptar su oferta de varios millones de dólares. En su gobierno tuvo muchos problemas en relaciones internacionales como fue lograr mantener neutral a su país frente a la guerra entre Napoleón (Francia) e Inglaterra, pese a que Francia los ayudó en su guerra de Independencia contra Inglaterra.

Como dueño de haciendas y esclavos, era conocido que estos tenían relaciones sexuales con las esclavas negras, además era conocido que él convivió con su esclava mulata llamada Sally Hemings. Se señala que tuvo varios descendientes negros, pese a no reconocerlos en vida; fue padre de seis hijos con ella, considerada muy bonita y casi blanca pese a ser afroamericana. Una prueba de ADN, hecha a familiares de Sally muestra que más de uno, entre ellos Eaton Hemings, era hijo de Jefferson. De hecho, en una reunión anual de la familia de este presidente en Monticello, en 1999, se invitó a varios descendientes de esclavos considerados parientes.

Él decidió crear una universidad en Virginia pues consideraba que, si el pueblo es educado, podría librarse por sí mismo de los charlatanes religiosos y de los tiranos políticos y sobre todo una nación democrática como la de su país, exigiría dirigentes bien educados y adiestrados para que su gobierno sea sabio y honrado. Por eso, más importante que los edificios, fueron los excelentes profesores que consiguió procedentes de universidades de Inglaterra, Francia y otros países. De su universidad salieron con el paso del tiempo el poeta Edgar Allan Poe, el médico Walter Reed, el presidente Woodrow Wilson, y muchas otras figuras importantes de esta nación, ese fue un legado que dejó. Falleció al parecer debido a una uremia por una insuficiencia renal que sufría.

Notas

Cauchon, D. (1999). Rift runs through Jefferson family reunion. USA Today. Nueva York: EE. UU. Viernes 14 de mayo.
Holway, J. (1985). Los tres legados de Thomas Jefferson. La República. San José: Costa Rica. 4 de julio, 20-23.
Lisitzky, G. (1933). Thomas Jefferson. Nueva York, EE. UU.: The Viking Press.
Rawlins, G. (1989). Author’s new spin on Hamilton’s legacy. USA Today. Nueva York, EE. UU. Abril, 29. 5.
Wikipedia, La enciclopedia libre. (2010). Thomas Jefferson.