Nadie imaginaba que la pintura, técnica de expresión humana nacida hace 42,000 años, con las pinturas rupestres en las paredes de las cavernas que habitaba el hombre primitivo, lograría la belleza y expresividad hasta hoy alcanzadas. En aquella época empleaban para ello sangre y otras sustancias que, en lo sucesivo, serían reemplazadas paulatinamente por técnicas tan variadas y sofisticadas como la acuarela, el acrílico, el óleo y otros.
Las pinturas rupestres de la Cueva de Nerja (Málaga) que representan a varias focas podrían tener una antigüedad de al menos 42,000 años, lo que las situaría como la más antigua obra de arte de la humanidad.
Se ha dicho que Giotto Di Bondone (c. 1267-1337) fue quien inició este recorrido llamado pintura.
Pintura acrílica
En la pintura acrílica, gran exponente del brillo como arte en sí y por sí, se usan desde el papel, lienzo, muros, madera y cuero. Sin embargo, no adherirá a una superficie que sea grasa o con cera. El rápido secado de la pintura, además, la hace un poco difícil de manejar. El acrílico es un derivado del látex.
Se trata de una técnica pictórica reciente, se la asocia mucho con el arte contemporáneo. Emplea los mismos pigmentos usados en óleo o acuarela, con la diferencia de que están contenidos en una emulsión de un polímero conformado por una resina sintética.
El surgimiento de esta técnica artística fue en México en los años 20: un grupo de artistas, entre ellos, Diego Rivera, querían emplear en sus obras, edificios públicos con enormes murales a la intemperie y por lo tanto necesitaban un material capaz de resistir cualquier inclemencia del tiempo.
Flores, sublime expresión pictórica
Las flores se han vuelto parte fundamental del arte en el mundo. Ya sea como principal objetivo o como un complemento, han sido usadas por el simple hecho de ser bellas y duraderas, ya que, a pesar del paso de los años, se mantienen en un mismo estándar, es decir, se les respeta u odia.
Es tan fácil amar una flor; ellas reúnen desde la caricia del amado, hasta la mayor riqueza del sol, la luz, como mejor forma de expresar el caudal de colorido que llevan estas criaturas de la naturaleza.
Claude Monet, destacado exponente del impresionismo, sobresalió con sus maravillosos nenúfares, también con sus flores que resaltan en medio de figuras humanas, Cézanne, Renoir, el maravilloso Van Gogh con sus girasoles y, hasta Chagall, recurren a la flor como mayor exponente de la belleza en el arte.
Las flores de Ana Patricia Urrutia: una exponente vital del arte centroamericano
Ana Patricia Urrutia Pérez es una artista y poeta guatemalteca-costarricense. Su obra, flores de gran luminosidad y color, en las que usa el acrílico, surgen como de la nada abriéndose como un todo pictórico y coherente, donde la luz juega con las formas dándonos las más variadas mezclas de colores.
Cualquiera diría que Ana Patricia es una artista del azar, sin embargo, su obra es de tan valioso soporte estético, que impresiona y, su originalidad es tal, que abre nuevos caminos para abordar la flor como objeto pictórico.
Así es que los invito a disfrutar su arte, que ella disfruta desde su hogar en Sabanilla de Montes de Oca, Costa Rica.