Hoy empieza el período de «convivencia» con el virus. En las próximas semanas se verá si las políticas de confinamiento han servido para frenar el contagio. De lo contrario, «zonas rojas» donde sea necesario.
Lunes 11 de mayo
Toda Roma saltó de la cama a las cinco y tres minutos de la mañana: un breve (unos 10 segundos) remezón de tipo ondulatorio precedido de un ruido subterráneo fue el causante de este brusco despertar. Claro, para personas como es mi caso (y el de muchos de los lectores), acostumbrados a verdaderos terremotos, la intensidad de 3,3 de la escala Richter es casi nada, pero de todas maneras despertarse con la cama moviéndose, no es una sensación placentera. Por suerte el temblor, con epicentro a unos 10 kilómetros de Roma no provocó daños de ningún tipo y no pasó de ser un susto más.
Empieza una semana con los ojos (y sobre todo el corazón) puestos en el próximo lunes para ver si efectivamente podemos entrar pisando fuerte a la Fase 2. Lo más probable es que no va a ser una apertura total, sino por etapas, como lo ha sido hasta ahora. En todo caso las palabras claves serán prudencia y autocontrol. Los datos de hoy permiten ser bastante optimistas: solamente un 0,34 % de nuevos contagios, menos de mil pacientes en terapia intensiva e incluso los 179 fallecidos se inscriben en el nivel más bajo desde principios de marzo.
Martes 12 de mayo
La convivencia forzada se transformó (y desgraciadamente se sigue transformando) en condena de muerte para numerosas mujeres en todo el mundo, porque la mayoría de ellas ni siquiera pudo pedir ayuda. Se llamaban María, Silvia, Rosa, nombres que se traducen en cualquier idioma ya que en esta plaga global han sido asesinadas por sus maridos, convivientes, padres, hermano, incluso hijos en un crescendo espantoso de violencia doméstica.
En opinión de Claire Barnett, responsable en Gran Bretaña de UN Women, está comprobado que en tiempos de incertidumbre económica e inestabilidad social aumentan los abusos entre las paredes domésticas. En China, por ejemplo, una ONG de la provincia de Hubei reveló que durante la cuarentena en esta zona se duplicó la violencia contra las mujeres.
En la otra parte del globo, en Estados Unidos, el National Domestic Violence Hotline afirma que en muchas de las llamadas recibidas las mujeres denuncian que sus parejas están utilizando la cuarentena para aislarlas ulteriormente de su familia y amigos. Claro, porque a la tragedia colectiva a causa de la pandemia, se agrega el drama personal cuando una mujer que ya desde antes se encontraba en situaciones de vulnerabilidad por la violencia (física o verbal) de la pareja por lo menos podía salir a trabajar ( o incluso a comprar), y en consecuencia huir, aunque solo fuera por momentos del clima de violencia.
Se dice que uno de los problemas más serios es que las mujeres no denuncian, pero en muchísimas ocasiones -incluso cuando lo hacen- se exponen al maltrato, como explica Franca Gansoldati en un artículo en el diario Il Messaggero: Maddalena, profesora italiana de 35 años, hace tres denunció y se separó del marido violento que inclusive había tratado de estrangularla. Desde ese momento ella y su hijo de cinco años viven en una casa de acogida para madres maltratadas.
El problema es que según las autoridades judiciales, si bien reconocen que Maddalena es buena madre, para preservar la igualdad ante la ley de padre y madre, consideran que la joven tiene una actitud que «obstaculizaría» el rol del padre, ya que ella se muestra «recelosa y desconfiada» de cara a la relación entre padre e hijo. El riesgo que se corre es que se le quite a madre la tutela legal, amparándose en la ley que determina que padre y madre son iguales ante la ley frente a la tuición de los hijos.
Otro caso igual o aun más terrible: una joven peruana de 24 (que no estaba al día con sus papeles) denunció por maltrato a su conviviente. Las heridas eran de tal magnitud que los mismos policías del centro de primeros auxilios la mandaron a una casa protegida. Días después, la ducha fría: carta de expulsión firmada por el Prefecto de Roma, razón por la cual grupos de mujeres pidieron a la ministra del Interior la revocación de esta medida.
Ambos casos demuestran una vez más la tragedia que enfrentan tantas mujeres al denunciar a sus parejas violentas. ¡Y pensar que estamos en Italia, un país que aun con leyes insuficientes de todas maneras tutela a las mujeres víctimas de violencia doméstica!
Miércoles 13 de mayo
Nuevo traspiés del Gobierno de Brasil: publicitando una campaña institucional a favor del trabajo, se utilizó la frase «el trabajo los hará libres», que recuerda la frase de los campos de exterminio nazis. La respuesta del Instituto Brasil-Israel no se hizo esperar, lo que resintió profundamente a la persona que dirige la Secretaria Especial de Comunicação Social (esto es, el jefe de prensa de Bolsonaro), Fabio Wajngarten, hebreo, quien señaló su contrariedad al ver que «todas las iniciativas del gobierno se deforman para relacionarlo con el nazismo, a pesar de que soy hebreo». Otro que, tal como Mike Pompeo, según reseñábamos la semana pasada, necesitaría un repaso de historia.
Tampoco es la primera vez que el gobierno de Jair Bolsonaro tiene deslices pro nazis: en enero recién pasado el ministro de Cultura brasileño, Roberto Alvim, en un video oficial dijo textualmente que «el arte brasileño del próximo decenio estará dotado de gran capacidad de inclusión emotiva… y al mismo tiempo será imperativo…», una cita textual nada menos que de Joseph Goebbels, el poderoso ministro para la Ilustración Pública y Propaganda de Hitler.
Fue demasiado, incluso para Bolsonaro que se vio obligado a pedirle la renuncia, reemplazándolo por Regina Duarte, un rostro famoso, ya que es una de las actrices más conocidas de las telenovelas brasileñas. Y en el país rey de las telenovelas no es poco.
Pero no es solo en el sector de la cultura donde el exmilitar Jair Bolsonaro tiene problemas: en menos de un mes ha dejado en el camino a dos ministros de salud, contrarios a su política «negacionista» de cara a la pandemia, a pesar de que los contagios y decesos aumentan de forma exponencial: el último fue el oncólogo Nelson Teich, justamente indignado porque en conferencia de prensa, el Presidente había informado acerca de la apertura de peluquerías y gimnasios sin siquiera haber tenido la delicadeza, no digamos de consultarlo, sino de informarlo.
Teich había reemplazado no hace mucho a otro médico, Luiz Henrique Mandetta, caído en desgracia por haber tenido la osadía de sugerir se siguieran las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Se rumorea que el próximo ministro de Salud será un militar, mientras aumenta la tensión entre el Ejecutivo y los gobernadores que, amparados por la Corte Suprema insisten, justamente, en mantener la cuarentena.
Desde hoy tendrán en orden sus «papeles de pobre» (¡cuánto me inspira Joan Manuel Serrat!) los aproximadamente 600.000 inmigrantes que trabajaban ilegalmente en Italia. Se conmueve la ministra de Agricultura, Teresa Bellanova, presentando en Conferencia de Prensa el acuerdo que prevé la regularización para trabajadores agrícolas y del hogar. Desde hoy «los invisibles serán menos invisibles», dijo la ministra con la voz rota por la emoción.
Al llegar al mercado, veo brillantes de alegría los ojos de Alí, el ayudante de mi verdulera, mientras a través de la mascarilla percibo su sonrisa de oreja a oreja: «¿Sabe, señora, que ahora voy a poder traer a mi mujer porque me van a poner en regla?». Porque a pesar de que hace alrededor de 10 años que llegó a Italia, que siempre ha trabajado mucho más que «de sol a sol», hasta ahora no había podido traer a su esposa, con la que se casó hace tres años en su lejana aldea de Bangladés, porque aún era clandestino.
Jueves 14 de mayo
Señal de los tiempos, todos enmascarados: esta semana tuve dos «visitas» en mi casa. Ayer un par de técnicos vinieron a instalar un aparato de aire acondicionado (no quiero ni pensar lo que será Roma en los próximos meses, porque hoy, apenas a mitad de mayo, ya hubo 30 grados) y hoy otro para desinfectar los dos ya instalados hace unos años.
Y sucedió lo impensable hasta hace unos meses: no solamente que ellos llegasen con mascarillas, sino que nosotros también en la casa tuviésemos que usarlas hasta haber desinfectado meticulosamente los lugares donde los técnicos habían trabajado y donde habían apoyado sus herramientas. Y no es solo paranoia personal (o en este caso familiar), ya que preguntando por aquí y por allá me doy cuenta de que es la praxis común.
Si bien en cierto que el Covid-19 es transversal y aunque con matices ataca en igual medida a todo el mundo, hay que reconocer que su mayor o menor difusión depende de las medidas que los gobiernos tomen para enfrentarlo. Una amiga me escribe desde Quebec , enclave francófono canadiense. Me cuenta que hubo un confinamiento estricto para toda la población durante aproximadamente dos meses, casi como en Italia. La diferencia estriba en ese casi, ya que, por en Montreal, la metrópoli más poblada de la región y foco del virus, quienes han perdido el trabajo a causa de la pandemia, tienen un subsidio de 2.000 dólares mensuales.
Si bien se afirma frecuentemente que el coronavirus sería «democrático» porque ataca a todo el mundo sin distinción (afirmación a mi juicio discutible), es evidente que los adultos mayores han sido los más afectados. En algunos lugares, entre ellos Buenos Aires, a las personas de más de 70 años no se les prohíbe salir, sino solamente se les sugiere quedarse en la casa mientras en Chile a las de más de 75 a partir de esta última cuarentena, que empezará mañana, se les obliga permanecer en sus casas.
Muy interesantes las declaraciones de Angela Merkel, la canciller alemana en ese sentido: «No voy a entrar ni siquiera en el debate que se ha generado en torno a ese punto», dijo en declaraciones al diario español El Mundo, ya que «encerrar a nuestros mayores como estrategia de salida a la normalidad es inaceptable desde el punto de vista ético y moral», dijo textualmente.
Viernes 15 de mayo
Desde hoy a las 10 de la noche (hora chilena), cuarentena total para el Gran Santiago (de Chile): durante una semana, alrededor de 8 millones de personas no podrán salir de sus casas, excepto por situaciones más que justificadas como compra de alimento, combustibles, medicinas.
Quién sabe qué irá a suceder con los aproximadamente 400 venezolanos que quiere volver a su país y que, al no contar con ayuda de ningún tipo por parte del gobierno chileno, están acampando afuera de la Embajada de Venezuela. con todas sus escasas pertenencias. Esperan que les llegue una solución lo más pronto posible.
Según fuentes del arzobispado chileno, que son quienes le están prestando ayuda, «muchos de los venezolanos que están alojando en las afueras de la embajada no cuentan con dinero para cubrir un arriendo o sus necesidades básicas, por lo que la parroquia La Asunción les está brindando ayuda en diferentes áreas».
Así mismo explican que la situación anímica y emocional de estas personas es muy frágil, ya que la tensión a raíz del drama ha ido acalorando mucho los ánimos: hay personas que se resisten a respetar las normas de seguridad, se sacan las mascarillas, discuten, etc. Una situación trágica, sobre todo porque las autoridades regionales se negaron a habilitar un albergue para los ciudadanos venezolanos que pretenden regresar a su país en medio de la pandemia.
Hablando de refugiados, hoy se celebra la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. En un mensaje especial el papa se refirió al «drama de los desplazados internos, un drama a menudo invisible, que la crisis mundial causada por la pandemia del COVID-19 ha agravado…relegando iniciativas y ayudas internacionales, esenciales y urgentes para salvar vidas, a un segundo plano en las agendas políticas nacionales».
Hoy la música italiana tuvo un grave luto tras la muerte del compositor Ezio Bosso, de 48 años. No falleció a causa del coronavirus, ni de la enfermedad neurodegenerativa que arrastraba desde hace nueve años, y que lo obligaba a usar silla de ruedas, sino de un cáncer con el que también convivía desde hace tiempo. Sin embargo, a pesar de estas patologías Bosso nunca se rindió y, como a menudo solía decir, fue la música, la gran pasión de toda su vida, lo que le permitió transformar la derrota de su cuerpo en un renacimiento del espíritu.
Tuve la oportunidad de verlo de cerca y de saludarlo en junio pasado, con motivo de la fiesta anual del Globo d’Oro, que como ya les he contado, es el premio que todos los años los corresponsales extranjeros damos al cine italiano. Vivimos un momento verdaderamente mágico durante el concierto de piano con el que Bosso nos deleitó en los jardines de la residencia de la embajadora del Reino Unido en Italia.
Sábado 16 de mayo
Aproximadamente a las dos de la mañana de hoy llegó el acuerdo definitivo entre el Gobierno y las regiones italianas que pone los puntos sobres las íes en lo que concierne al entorno en el que nos encontraremos la próxima semana y que, probablemente acompañará nuestras vidas en los próximos meses. Fue una reunión/maratón que duró aproximadamente 12 horas (con leves interrupciones) ya que era necesario limar asperezas para lograr una cierta armonía (no hablemos de unanimidad) entre el Gobierno central y las diferentes regiones del país y entre región y región.
Pero no todas las asperezas se limaron, ya que el impetuoso Vincenzo de Luca, presidente de la región de Campania (cuya capital es Nápoles) a través de la televisión desmintió haber firmado el acuerdo, ya que , según él, aún no están las condiciones.
Si bien hay reglas fijas, por ejemplo el uso de mascarillas y la distancia social, de todas maneras las regiones tendrán una cierta autonomía, lo que sobre todo se refleja en la próxima apertura de los balnearios, por ejemplo en Roma ya desde el 18 de mayo. Los que entran a la Fase 2 en pie de guerra son los comerciantes (exceptuando los de alimentos), y los dueños de restaurantes, que en general cuestionan el metro de distancia social alegando que en muchos casos tendrán que cerrar sus actividades.
Domingo 17 de mayo
Mañana (ayer para quien lee) es el gran día: los italianos podrían salir más o menos libremente. Se podrá visitar a los amigos, ir a la peluquería (¡por fin!, pásenme esta frivolidad), incluso a los restaurantes, mientras los fieles de cualquier credo podrán seguir personalmente de nuevo las funciones religiosas, excepto algunas mezquitas que decidieron abrir después de haber terminado el Ramadam. Eso sí, todo tendrá que ser respetando escrupulosamente las normas de seguridad, es decir mascarillas, guantes, distancia social.
En espera de que podamos admirar «en vivo» las obras maestras de la cultura mundial, recomiendo un entretenido «paseo» entre las joyas de algunas obras maestras expuestas en la Galería de los Uffizi. Entrando a la página web retrocedemos hasta los siglos XV y XVI para admirar las joyas de algunos personajes retratados durante este período, que más allá de su belleza revelan la moda y el gusto de una época.
Generalmente, además, constituyen la memoria de objetos perdidos en el tiempo, y al mismo tiempo ayudan a comprender mejor el significado de una obra o a identificar con más detalle el personaje del cuadro. Ya sea que las joyas hayan sido diseñadas con mucho detalle, ya sea que sean apenas esbozadas o con apenas unas pinceladas, siempre tienen un gran significado, por lo que se convierten en una estupenda clave para ayudar a descifrar la iconografía de la obra completa. También la cultura entra pisando fuerte a la Fase 2 con la apertura de algunos museos y galerías de arte. Los únicos que siguen de duelo son los hinchas del fútbol italiano, ya que todavía no sale “humo blanco” de cara al campeonato nacional. En Alemania este fin de semana empezó la Bundesliga, la primera liga europea que sale a la cancha tras la emergencia.
Como los partidos serán sin público servirá para ver si será posible y sobre todo útil para las sociedades un campeonato con estas características. Por lo menos podrán empezar los entrenamientos como equipo, aunque no queda claro qué pasará con estos entrenamientos si se descubre solamente un jugador positivo al Covid-19.