Quien no se mueve, no siente las cadenas.
(Rosa Luxemburgo)
En América Latina, la discriminación a la mujer está grabada en el ADN cultural de la gente y – en gran parte- se debe al tipo de colonización que vivió el continente. La Iglesia católica con sus preceptos morales, la virginidad, el matrimonio, la culpa, el sexo y el racismo, los mismos mandatos que acompañaron a los marinos españoles y portugueses que pensaban seriamente que los indios no tenían alma y eran animales. Pero ellos viajaron sin mujeres y satisfacían sus carencias sexuales con las nativas sin alma. Es posible imaginar el desprecio que sentían por las mujeres con que se acostaban. Las religiones son, hoy como ayer, uno de los más resistentes e influyentes bastiones en el mantenimiento del patriarcado.
Es un sistema de dominación múltiplemente discriminatorio de las mujeres, las niñas y los niños, homofóbico, basado en la masculinidad sagrada como fundamento de la inferioridad de las mujeres y del dominio por parte de los hombres. Y este pastel aparece por voluntad divina y conforme al orden natural. Por lo mismo, el papa Francisco afirma que: «Todo feminismo es un machismo con faldas». Sobran los comentarios. El patriarcado religioso legitima, refuerza y prolonga el patriarcado social, político y económico, pero curiosamente, no pocas mujeres suelen ser las más fieles seguidoras de los preceptos religiosos, las mejores educadoras en las diferentes creencias y las que a veces mejor reproducen la estructura patriarcal de las religiones.
La disparidad de género se ha mantenido desde las cavernas y mirando las cifras actuales, vemos que las mujeres ganan 30% menos que los hombres por la misma función laboral, participan en menor proporción en los espacios de decisión pública, a pesar de representar más de la mitad de la población no existe la misma proporción en los cargos públicos ni privados. Sólo Cuba y Bolivia respetan la paridad de género en el Parlamento, Cuba con 53% mujeres en el Congreso y Bolivia con 52%. En la historia del continente, apenas nueve mujeres han sido presidentas de un país, de las cuales seis llegaron por elecciones democráticas y tres de manera interina o temporal. En el mundo del arte, la historia se repite. De los 116 premios nobeles de literatura otorgados desde hace más de un siglo, 15 fueron mujeres (13%) y de ellas, sólo uno para América Latina, la poetisa chilena Gabriela Mistral.
Otro mecanismo que evidencia la invisibilidad de la mujer, está en las cifras económicas de los países. Los datos oficiales excluyen del PIB (Producto Interno Bruto) el trabajo doméstico no remunerado que realizan principalmente las dueñas de casa pertenecientes a los estratos más humildes de la sociedad. No existe como categoría oficial, a pesar que actualmente se puede medir. La disciplina económica tradicional se concentra en el estudio de la mercancía y los servicios, olvidando casi por completo el estudio de la dimensión económica de los recursos que no se utilizan directamente para el mercado como es el trabajo que diariamente - y principalmente, por toda la vida- realizan las mujeres más pobres.
Lo que no se mide, no existe, reza el mandamiento económico y por lo tanto, no se considera en la formulación de políticas públicas como pensiones, salud y otros beneficios sociales y a pesar de la importancia que tiene la producción doméstica, sigue estando excluida de la estimación económica. Por otro lado, la creciente incursión de las mujeres en el trabajo remunerado no ha estado acompañada de una participación equivalente de los varones en la reproducción doméstica, más bien se ha multiplicado la carga de trabajo que pesa sobre ellas y el día nunca acaba.
Finalmente, la parte espeluznante de este cuadro es la violencia de género y los crímenes contra mujeres que diariamente ocurren en el continente. De los 25 países con mayores tasas de feminicidios en el mundo, 14 están en América Latina y el Caribe, sin considerar que muchas muertes no se contabilizan en las estadísticas oficiales. Brasil es clasificado dentro de los quince países con mayores tasas de feminicidios en el mundo. Le sigue México, no sólo por la cantidad de homicidios, sino también por los abusos y el acoso. En el país azteca, tres mujeres son asesinadas al día y 49 sufren abuso sexual. Los perpetradores son, casi siempre, maridos o ex parejas y muchas denuncias se mantienen en la impunidad.
Luchadoras invisibles
La historia está repleta de mujeres que han participado en el escenario mundial y que lucharon para lograr cambios sociales en la época que les tocó vivir y cuyos personajes no se conocen. La historia tradicional lo que ha podido recuperar son mujeres extravagantes que, en realidad, han servido para justificar la ausencia de las mujeres.
Si se habla de personajes de la Revolución bolchevique, salta a la mente los nombres de Lenin, Trotski, Stalin; de la cubana: Fidel Castro, el Che, Raúl Castro; de la mexicana: Villa, Zapata. Lo mismo sucede si preguntamos por escritores, héroes de la patria, pintores. Todos serán hombres.
Algunas mujeres memorables que se presentan más abajo, nos ayudarán a mirar el pasado con otro prisma y visualizar cómo la lucha por la liberación comenzó hace mucho tiempo y la hicieron mujeres de carne y hueso. Muchas de ellas fueron asesinadas por no respetar el orden de las cosas, pero casi todas fueron ignoradas por la historia.
Bassey Sampson Ekpenyong Efa o Margaret Ekpo (1914-2006)
Nigeriana, lideró una guerra corta a favor de las mujeres, conocida como «la guerra de las mujeres», en noviembre de 1929 en Nigeria. En la sociedad igbo tradicional las mujeres disfrutaban de posiciones de autoridad en la organización política, social y religiosa de la aldea y el linaje se transmitía por vía materna. Sin embargo, la llegada del hombre blanco trajo, junto a las armas, la aparición del patriarcado, del odio y el desprecio a las mujeres. Los ingleses dieron todo el poder a los hombres, ocupando los puestos que la administración colonial reservaba para los nativos.Los amos siempre han sabido recompensar a los esclavos satisfechos. La Guerra de las Mujeres ha pasado a la Historia como la mayor insurrección a la que tuvo que enfrentarse el gobierno colonial británico durante la ocupación de Nigeria.
Juana Azurduy (1780-1862)
Heroína boliviana que el 3 de marzo de 1816, al frente de 200 mujeres indias a caballo, derrota a las tropas españolas en Bolivia, libera a su esposo el general Manuel Ascensio Padilla que estaba prisionero desde 1814 y es nombrada teniente coronel, siendo así la primera mujer con rango militar en el mundo. Pero eso no es todo: también estuvo al frente de un ejército conformado por indias, mestizas y criollas, denominadas «Las amazonas», mujeres dispuestas a todo por la liberación del pueblo. Del mismo modo, ayudó a crear una milicia de más de diez mil indios, comandando varios de sus escuadrones y librando más de 30 combates. Murió en la provincia argentina de Jujuy el 25 de mayo de 1862 a los 81 años, en la más completa miseria, siendo enterrada en una fosa común.
Rosa Parks (1913- 2005)
Rosa Louise McCauley, fue una figura importante del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos, en especial por haberse negado a ceder el asiento a un blanco en un autobús en Montgomery, Alabama (Estados Unidos), el 1 de diciembre del año 1955. Por tal acción acabó en la cárcel, lo que se cita frecuentemente como la chispa del movimiento, y se la reconoce como «la primera dama de los derechos civiles», si bien ya existía un precedente de otra joven mujer, Claudette Colvin, que había sido arrestada por la misma causa el 2 de marzo del mismo año, el de Ireel de Irene Morgan diez años antes o el de Ida B. Wells 71 años antes.
Gertrudis Bocanegra (1765-1817)
Durante la lucha por la independencia de México, tanto Gertrudis como su esposo e hijo se unieron a las fuerzas rebeldes de Miguel Hidalgo. Esta heroína mexicana diseñó una red de comunicación de gran efectividad, reclutó gente dispuesta a pelear por su patria, e incluso organizó numerosas reuniones rebeldes, hasta que en 1817 fue traicionada y posteriormente fusilada.
Emily Wilding Davison (1872-1913)
Activista británica, militante del sufragio, y mártir del movimiento sufragista. Fundó la Unión Social y Política de Mujeres. Fue detenida y encarcelada por varios delitos, entre ellos un ataque violento contra un hombre al que confundió con el ministro de Hacienda, David Lloyd George. Emily se declaró en huelga de hambre en la prisión Strangeways y tuvo que ser alimentada a la fuerza más de 49 veces.
No vivió para ver sus sueños convertidos en realidad, murió arrollada por el caballo del rey Jorge V, tres semanas antes que fuera aprobada una ley que otorgaba derecho de voto a las mujeres.
Clara Zetkin (1857- 1933)
Dirigente comunista alemana, defensora de los derechos de la mujer, editó el periódico La Igualdad y fue ella quien consagró el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. Fue una importante figura en la lucha contra la opresión femenina y la organización de las mujeres socialistas. Clara Zetkin se enfrenta a un doble objetivo. Por un lado, la puesta a punto teórica de la cuestión de la opresión femenina y, por otro, hacer ver a las trabajadoras que su liberación pasa por la lucha por el socialismo.
Harriet Beecher Stowe (1811- 1896)
Autora y activista en contra de la esclavitud, autora de la novela en 1850, La cabaña del tío Tom, la primera gran novela estadounidense con un héroe negro, ayudó a popularizar el movimiento anti esclavitud. Cuando Stowe se encontró con Abraham Lincoln en 1862, durante la Guerra Civil, el saludo del entonces presidente de los Estados Unidos fue: «¡Así que usted es la pequeña mujer que escribió el libro que inició esta gran guerra!» —Harriet medía alrededor de 1,50 m.
Liudmila Pavlichenko (1916- 1974)
Nació en Bila Tsekva, Ucrania. Fue francotiradora del Ejército Rojo que combatió en el Frente Oriental durante la Segunda Guerra Mundial. El total de soldados nazis abatidos por su fusil fue de 309, incluyendo a 36 francotiradores alemanes. En 1943 recibió la Estrella de Oro y después de la guerra, terminó su carrera de historiadora en la Universidad de Kiev.
Simone de Beauvoir (1908- 1986)
Escritora, profesora y filósofa francesa feminista. Fue una luchadora por la igualdad de derechos de la mujer, por la despenalización del aborto y de las relaciones sexuales. Escribió novelas, ensayos, biografías y monográficos sobre temas políticos, sociales y filosóficos. Su libro El segundo sexo se consagró en la lista de libros prohibidos por el Vaticano.
Celia Sánchez (1920- 1980)
Luchadora incansable de la Revolución cubana.Nace en el municipio Media Luna de la provincia Granma. Se destaca por su intransigencia revolucionaria en la lucha en el llano y en la sierra junto al Líder de la Revolución cubana, Fidel Castro. Tuvo un papel destacado en la creación del batallón femenino Mariana Grajales, que operaba en la Sierra Maestra.
Matilde Hidalgo Navarro (1889- 1974)
Fue una médica, poeta y activista feminista ecuatoriana y la primera mujer en Latinoamérica en votar en una elección nacional, así como la primera ecuatoriana en doctorarse en medicina. Hidalgo luchó por el reconocimiento de los derechos de las mujeres y ahora es consagrada como uno de los personajes más importantes en la historia ecuatoriana.
Ramona Parra Alarcón (1926- 1946)
El 28 de enero de 1946, Ramona Parra participó en la concentración política convocada por la Confederación de Trabajadores de Chile (CTCH), manifestación que se realizó para solidarizar con los sindicatos de las oficinas salitreras, donde participaron alrededor de veinte mil personas en la Plaza Bulnes de Santiago. Carabineros abrió fuego, resultando herida de gravedad. Falleció minutos después en la Posta Central de Santiago, a los diecinueve años de edad. Ramona Aurelia Parra Alarcón es la primera mártir de las Juventudes Comunistas de Chile.
Julieta Lanteri (1873- 1932)
La activista ítalo-argentina desde muy joven batalló por los derechos de las mujeres, es recordada también por haber organizado el Congreso Femenino Internacional porteño y por haber fundado el Partido Feminista Nacional. Murió asesinada en 1933, por David Klapenbach, miembro del grupo paramilitar de extrema derecha Liga Patriótica Argentina.
Petra Herrera o Pedro Herrera (1887-1917)
Petra Herrera alias «Pedro Herrera» fue una «soldadera» mexicana, que se refería a sí misma como «generala». Petra Herrera, vestida de hombre y con el seudónimo de Pedro Herrera para que la dejaran pelear, participó activamente en muchas batallas de la Revolución mexicana en las que se destacó junto a Pancho Villa. Más tarde creó su propia milicia y las llamó «Las Hermanas de la Libertad». Las soldaderas no sólo eran madres o esposas de los soldados, sino participaron en batallas relevantes, también eran enfermeras, espías o contrabandistas.
Rosa Luxemburgo (1871- 1919)
Nació en Polonia bajo el nombre de Róża Luksemburg, Zamość. Fue una teórica marxista y economista polaca de origen judío. Antimilitarista, defensora de la democracia en el seno de la revolución. Es considerada una de las dirigentes marxistas más importante de la historia y su cruel asesinato quedó en la impunidad. Fue arrastrada escaleras abajo, pateada y golpeada en el estómago. Cuando cruzó la puerta, el soldado Otto Runge destrozó su cráneo con la culata del fusil. Agonizante, la subieron en un coche donde el oficial Hermann Souchon le dio un tiro final en la sien. Su cuerpo fue arrojado en el Landwehrkanal donde apareció flotando cuatro meses después.