Si bien la maternidad se considera un proceso natural de la mujer, esta no está exento de riesgos para la mujer y para su hijo.
Son muchos los cambios que se van a producir en la mujer antes, durante y posterior al embarazo, del que quizás el más evidente son los cambios físicos.
Aunque se pueda considerar que cuando se da a luz se acaban las complicaciones, esto no se ajusta a la realidad, ya que el organismo debe de volver a su estado inicial, aunque en ocasiones no se puede recuperar el peso inicial, tal y como se ha observado en poblaciones como la suiza, donde en veinte años el número de mujeres con sobrepeso se ha duplicado, llegando hasta el 14%. Pero, ¿se puede prevenir la obesidad posparto?
Esto es lo que se ha tratado de averiguar con una investigación realizada desde el Centro de Obesidad, Hospital Universitario Karolinska, Departamento de Medicina, junto con el Departamento de Ciencias de Salud Pública (IHCAR), Instituto Karolinska; y el Departamento de medicina molecular y clínica, Instituto de Medicina, Academia Sahlgrenska, Universidad de Gotemburgo (Suiza) cuyos resultados se han publicado en la revista científica Plos One.
En el estudio participaron quince madres que habían subido entre diez o más kilos tras el embarazo. A todas se les realizó una entrevista semiestructurada para conocer su opinión sobre las posibles causas. Los resultados muestran cómo las mujeres desconocían el riesgo de aumento de peso después del embarazo, así como la existencia de ejercicios orientados a evitarlo, más allá de los ejercicios preparto. Igualmente, las mujeres identificaban un exceso de ingesta de comida después del parto debido a la lactancia, sin pensar en las consecuencias sobre su propia salud; e incluso confesaban que usaban la comida como forma de evasión ante la ansiedad o depresión que les causaba la nueva situación de maternidad.
A pesar de lo anterior, el estudio resalta una gran deficiencia del sistema de protección de salud, en el sentido de una falta de información de las madres sobre el riesgo en su salud ni sobre el ejercicio para corregir los cambios del organismo durante el embarazo, evitando así la acumulación de peso. Una información que debería de ser proporcionada en etapas previas del embarazo, igualmente, sería bueno que se llevase un seguimiento de las mujeres que acaban de dar a luz, sobre todo durante los primeros meses para evitar esta situación de sobrepeso continuado.
Pero si bien este es un riesgo para la mujer, no es el único. Así, está expuesta a sufrir lo que se denomina como depresión posparto, sabiendo que algunas investigaciones hablan de que el 50% de las mujeres sufren esta depresión y que, de ellas, el 50% no están diagnosticadas, y por tanto no reciben ningún tipo de ayuda o tratamiento para superarlo, pero ¿Cuáles son los factores que influyen en la depresión posparto?
Esto es lo que se ha tratado de responder desde la Facultad de Humanidades de la Universidad Americana Girne, cuyos resultados han sido publicados en la revista científica The Journal of International Social Research. En el estudio participaron ciento dieciséis mujeres nigerianas que acababan de dar a luz, con edades comprendidas entre los 18 a 48 años.
A todas ellas se les administró un cuestionario estandarizado para la evaluación del estado de ánimo denominado Index of Self-esteem, igualmente para conocer el nivel de apoyo social percibido se empleó el Social Provision Scale y para determinar la presencia de depresión posparto el Edinburgh Postnatal Depression Scale.
Los resultados informan de diferencias significativas en cuanto a la depresión posparto en función del apoyo social percibido y la autoestima de la madre, independientemente de la edad de esta, de forma que aquellas madres que tenían bajos niveles de autoestima sufrían más depresión post-parto, mientras que las madres que contaban con altos niveles de apoyo sufrían menos depresión post-parto. No encontrándose diferencias significativas en las madres que sufrían depresión posparto en función de su edad, es decir, lo sufrían por igual tanto mujeres jóvenes como mayores.
De los resultados, hay que destacar la importancia del apoyo social para con las embarazadas, ya que es un factor fundamental para prevenir la aparición de la depresión posparto, igualmente una autoestima adecuada por parte de la mujer va a ser importante, de hecho, en este segundo punto es donde mayor incidencia se puede hacer desde los programas de prevención de la depresión posparto, trabajando en las diversas variables que faciliten que la mujer embarazada tenga una adecuada autoestima.
Por tanto, existen riesgos para la salud de la mujer incluso posterior al parto, tal y como se ha presentado, pero son problemas que se pueden prevenir con una adecuada información y apoyo social, según las investigaciones comentadas.