Hace poco vi uno de esos vídeos que te prometen el secreto para cambiar tu vida, y, como gran ingenua, me lo fumé en pipa completito, para que, una vez que hube llegado al final, me dijeran que, por 69,99 dólares, el secreto seria completamente mío. Eso sí, tenía que apresurarme porque las grandes industrias no querían que se conociera el secreto que me estaban por revelar.
Como, aparentemente, querían ayudarme, me darían una colección de cosas valuadas en más de 2 mil dólares, no sin antes instarme a compartir el video con familiares y amigos, para que más personas pudieran conocer este secreto que solo ellos conocían y que pronto pasaría a ser solo mío. No sé cómo logré ver casi 45 minutos de ese video. Ahora que lo pienso, fui una gran ingenua, pero una ingenua tenaz.
Yo, en cambio, sí te voy a revelar el verdadero gran secreto para tener la vida de tus sueños. Y no es cuento. Son cambios que se pueden hacer con apenas un poco de perseverancia y dedicación.
Podemos ponerlos a prueba hasta la Navidad. Mezclaremos lo métodos de manifestación más conocidos para crear una hermosa y poderosa carta para Santa Claus, Papá Noel, o como prefieras llamarlo.
Primero, repasemos brevemente los métodos más conocidos.
Visualización
Este método consiste en imaginar el objetivo con el mayor grado de detalle posible. Conviene que dediques unos minutos cada día a cerrar los ojos y crear una imagen mental vívida de la meta que desees alcanzar. Lo más relevante es prestar atención a las emociones que experimentarías si ya hubieras logrado el objetivo.
Afirmaciones
Aquí debes repetir frases positivas relacionadas con la meta que deseas alcanzar. Lo ideal es que escribas estas afirmaciones como si ya hubieras logrado la meta. Luego debes repetirlas todos los días, en voz alta o mentalmente.
Tablero de Visión
Para aplicar este método, debes crear un collage de imágenes y palabras que representen las metas que quieres lograr. Luego las pegas sobre una superficie y las colocas en un lugar donde puedas verlas a diario.
Escribir
Se trata, simplemente, de llevar un registro escrito de las metas y los progresos. Debes dedicar un tiempo cada día a escribir sobre los objetivos, las emociones que experimentas en torno a ellos y cualquier otro progreso que hayas realizado. Aquí también, debes hacerlo como si ya hubieras alcanzado los objetivos, con suma gratitud para potenciar el efecto.
Meditación
La meditación se usa principalmente para calmar la mente, pero también es fantástica para concentrarse en las metas. Debes encontrar un lugar tranquilo y comenzar por concentrarte en la respiración. Una vez lograda la relajación, las metas se integran y se visualizan como si ya las hubieras cumplido.
Agradecimiento
Aquí se practica la gratitud como método para atraer cosas positivas. Una estrategia que suele ser efectiva consiste en escribir tres cosas que nos hacen sentir agradecidos y estén vinculados de alguna manera con nuestras metas. La gratitud eleva nuestras vibraciones y atrae más cosas buenas a nuestra vida.
Anclaje
En este método, una acción u objeto se asocia con las metas deseadas. Para hacerlo, debes escoger un objeto (como una pulsera) o una acción (como chasquear los dedos) y asociarla mentalmente con tus objetivos. Cada vez que veas el objeto o realices la acción, las intenciones se reforzarán mentalmente.
Ley del Desapego
Es la confianza en que nuestros objetivos se manifestarán; bajo esta premisa, soltamos la necesidad de controlar las formas o los procesos. Se consigue evitando la obsesión con la meta, como cuando se hace un pedido por Internet. En ese caso, no vamos a la tienda para asegurarnos de que escojan el producto con las medidas solicitadas, ni que lo pongan en la caja para el envío. Tan solo esperamos hasta que llegue. Es igual.
Acción Inspirada
Aquí solo se trata de tomar los pasos concretos hacia las metas. Siguiendo con el ejemplo de la compra por Internet, la acción inspirada consiste en ir a recoger el paquete, o poner la dirección de entrega. Cosas que deben hacerse para garantizar que la meta se cumpla, pero sin rayar en la obsesión.
Ahora que repasamos los principales métodos de manifestación, pasemos a hacer magia de veras. ¿Cómo? Te explico.
Vas a tomar una hoja de papel, del tipo que más te guste, y en ella vas a escribirle una carta a San Nicolás. Hazlo como un juego, por más que nunca hayas creído en él. Suelta la idea de que es un engaño y entrégate al momento. Es solo cosa de pensar que estás jugando.
Escribe en el encabezado: Querido Santa...
Luego incluye una cosa que quieres para Navidad o para iniciar el año. El truco es pedir una sola cosa. ¿Cómo dices? ¿Que quieres un celular? Entonces lo describes tal como lo prefieres, con todos los detalles. Si ese teléfono lo quieres con un protector, porque todo se te cae al piso y el teléfono muy costoso, entonces descríbelo con el protector. Incluye todas las particularidades que te interesan de ese celular.
Además de escribir con mucho detalle, trata de integrar algunos de los métodos de manifestación que describimos en los párrafos anteriores.
Antes de iniciar tu carta, trata de crear las condiciones necesarias para estar en calma. Ameniza el momento con música. Puede ser de tipo bineural o relajante, la que más te guste. También puedes usar una reproducción de YouTube, solo ten cuidado de que no irrumpan los anuncios en mitad de la relajación y de que la reproducción sea lo suficientemente larga como para que pueda escribir toda la carta bajo el influjo de una misma melodía.
También puedes poner una vela, un incienso, o cualquier extra que te guste usar para hacer meditaciones personales, si es que tienes ese hábito.
También es importante que puedas visualizarte en primera persona, tal como lo hemos descrito. En el ejemplo del celular, una forma fácil para mí sería verme usando mi aplicación favorita en el nuevo teléfono.
Luego de escribir la carta, habrás pasado casi 30 minutos con tu enfoque puesto en aquello que quieres, usando las técnicas más efectivas de manifestación y creando.
Muero por saber cuál será el deseo que tu Santa Interior te dejará bajo el árbol este año.