Martha Graham (1894-1991) es considerada la bailarina más importante del siglo XX. Su trabajo tuvo una influencia tan grande en el baile moderno como Stanislavski en el teatro, Stravinsky en la música y Picasso en el arte moderno. Gracias a esto, se le llama la Picasso de la danza.
Lo importante es ese instante único en el movimiento. Darle a ese momento sentido, importancia y vitalidad. No dejar que se desvanezca en vano, sin ser percibido.
(Graham)
Como danzarina, coreógrafa y maestra de baile, Graham desarrolló un lenguaje artístico que expresa emociones humanas de una manera muy diferente al ballet clásico. Su método se aleja de la fluidez; se concentra en las cualidades de «contraer» y «soltar»; y los movimientos angulares representan los sentimientos más fuertes. Se interesó por las teorías de Freud y Jung y trató de traducir con tensiones y torsiones el mundo subconsciente, apuntando a la síntesis y a la economía de medios en el diseño de movimientos, vestuario y escenografía, a fin de expresar con más intensidad la esencia de su idea o emoción.
Formada en la escuela de danza Denishawn de Los Ángeles, donde tuvo como profesores a Ted Shawn y Ruth Saint Denis. En 1923, se trasladó a Nueva York e intervino en diversas producciones de Broadway. En 1926, fundó su propia compañía.
La extensa obra coreográfica de Martha Graham puede ordenarse en tres grandes grupos:
1) Etapa de «solos», caracterizada por una fuerte carga expresiva y la introspección.
2) Danzas de mujeres inspiradas en temáticas de la antigüedad griega y hebrea. Logra, con ello, penetrar el complejo mundo de ideas, pasiones y sentimientos humanos desde una perspectiva actual.
3) Un tercer apartado de obras resume temas variados. La inspiración puede venir del vasto paisaje americano, la problemática social del inmigrante, la denuncia de la discriminación de minorías, poemas y obras pictóricas, el hombre enfrentado a su medio como objetivo principal de su labor coreográfica.
Al principio, como la mayoría de las innovaciones artísticas, su peculiar técnica de baile de movimientos severos y angulosos causó rechazo y escepticismo, pero su fuerte expresividad le procuró seguidores incondicionales.
La danza es comunicación. Por lo tanto, el gran reto es hablar claramente, hermosamente y con certeza.
(Graham)
Junto a Carta al mundo (1940 ), inspirada en la vida y obra de la poetisa estadounidense Emily Dickinson, destacan dos de sus coreografías que, posteriormente, serían llevadas a la gran pantalla: Viaje nocturno (1948) y Primavera apalache (1944).
Su última presentación de danza ocurrió a finales de la década de los 60 y, después de eso, se enfocó en coreografiar; sin embargo, algunos críticos aseguran que aunque hay escasos registros de sus bailes, estos son más memorables que su desempeño como coreógrafa.
Martha Graham continuó trabajando en el arte hasta que en 1991, a sus 96 años, murió por causas naturales. Hoy en día, su técnica es uno de los principales fundamentos de la danza moderna; de hecho, la Compañía de Danza Martha Graham es la más antigua de Estados Unidos.
La danza es el lenguaje secreto del alma.
(Graham)