Circula desde diciembre del año 2020 un ensayo sobre la faceta política de John Lennon. La virtud de este texto, escrito durante años por el profesor y músico José Farías, radica en que nos descubre un aspecto poco conocido del cantautor, así como nos ayuda a comprender cómo su música, su actividad política y su vida misma se encontraban entrelazadas.

La ruptura con los Beatles y la relación con Yoko Ono hizo aparecer un personaje radicalmente distinto de aquel que cantaba con leva y corbata. Farías apunta que, sin embargo, desde mucho antes de su separación de los Beatles, Lennon poseía un enorme conocimiento de la situación política y social de distintas regiones del mundo, en especial del ámbito de habla inglesa. Cuando el periodista Art Scheiber lo entrevista en un avión que lo lleva a Estados Unidos, junto a los otros Beatles, le parece estar hablando con un militante político antes que con un músico.

“¿Qué clase de juego es este de hacer cosas porque otra gente así lo quiere?”, declara Lennon en una entrevista. El músico y el activista se confunden. Lennon se distingue como una personalidad excepcional, no por su fama, sino por su deseo de libertad. Dice José Farías:

Así se descolonizó de la familia –en realidad nunca la tuvo– de la opulencia material (…), de las religiones (…), de los Beatles; se descolonizó de su condición de estrella del rock, al subordinarla en cierto momento a otros intereses como el activismo político, se descolonizó de las borregadas políticas dogmáticas, como aquellas que pregonan la revolución violenta y la dictadura del proletariado; se descolonizó de toda la gusanera de la política tras el poder; se descolonizó de la idea convencional del amor en pareja; y se descolonizó del mundillo alrededor de la fama.

Para quien tenga interés en el sentido político de la música del cantautor y en cómo sus gestos y posiciones políticas atrajeron sobre él la atención de otros activistas y de las fuerzas represoras del Estado, este texto es muy útil. Lennon no sólo se dedica a componer música protesta –como el álbum Some Time in New York– sino que interviene mediante acciones artísticas, inspiradas en parte por Yoko Ono, en la oposición a la guerra de Vietnam: la imagen de Yoko Ono y John Lennon acostados en la cama, en un hotel de Toronto, bajo las leyendas Hair Peace, Bed Peace, la “encamada por la paz”, como protesta contra la guerra sigue siendo tremendamente potente como acción contracultural.

La larga lucha de Lennon contra el Estado de los Estados Unidos, que pretendía deportarlo a Inglaterra; la participación en mítines, manifestaciones y encuentros con personajes como Las Panteras Negras; la osadía, que le venía de antes, cuando declaró que los Beatles eran más famosos que Jesucristo, se potencia aún más durante sus años newyorkinos. En la sección “Veinte fichas cantobiográficas de John Lennon”, Farías escribe breves ensayos sobre las canciones en las que se puede advertir el carácter inconforme de Lennon desde la época de los Beatles hasta el final de sus días. “Revolution”; “The Walrus”, y “God”, son algunas de las canciones que se comentan allí. Dice Lennon en “God”, canción de 1969:

Dios es un concepto
con el que medimos
nuestro dolor.
No creo en la magía,
No creo en el Ying Yang,
No creo en la Biblía,
No creo en el Tarot,
No creo en Hitler,
No creo en Jesús,
No creo en Kennedy,
No creo en Buda,
No creo en el Mantra,
No creo en el Gita,
No creo en el Yoga,
No creo en los Reyes,
No creo en Elvis,
No creo en Zimmerman,
Y no creo en los Beatles.
Sólo creo en mí,
en Yoko y en mí,
Es la realidad.

Y comenta José Farías:

Una de las canciones más profundamente críticas, pues barre con órdenes e ídolos sociales de raíz, no con tal o cual ideología, personaje o narrativa, sino con todo ese teatro social del egoísmo y la hipocresía. ‘Con razón lo mataron’, me dijo una vez un gran amigo y familiar, después de escuchar con atención esta obra maestra.

“Sunday bloody Sunday”, sobre la represión del Imperio Británico contra los irlandeses; “John Sinclair”, dedicada a un obrero y activista norteamericano, así como “Angela”, dedicada a Ángela Davis; “Give me some true”, o “Give peace a chance” nos pueden dar una idea de cómo este trovador canta sobre su circunstancia, tomando una posición.

Interrogado por los cantautores en español que podrían ser comparables a Lennon, José Farías señaló que posiblemente sea Violeta Parra quien más se podría comparar. Pertenecieron a la misma época. Murieron jóvenes. Actuaron y cantaron políticamente. Pero, es obvio, son algo más que cantautores protesta. Rompieron con casi todo, o con todo.

Notas

1 Puede acceder a San John Lennon, maestro en el cielo eterno del rock de José Farías en el siguiente link.