Sin duda el lector habrá notado la mala ortografía del título, y el más avezado, que se trata de español antiguo. Ese repentino amor por escuchar los orígenes de nuestro idioma ha sido el resultado de una audición del extraordinario trabajo de Jordi Savall, al que debe dársele la ateción y la calma que merece, para degustar sus colección de música antigua española. En concreto hablamos de las Cantigas de Santa María (de Alfonso X el Sabio), El cancionero de la Colombina y los romances y villancicos de Juan del Enzina.
Veamos un ejemplo literario, propiamente el Cantigo qu´el Archipestre da a las dueñas de los nonbles del alcayueta. Estas son las estrofas de la 892 a la 903:
Dueñas, abrit orejas, oyd buena liçión,
entendet las palabras: guardatvos del varón;
¡guardat!, non vos acaya como con el león
al asno syn orejas e syn su coraçón:El león fué doliente; dolíale la tiesta.
Quando fué sano della, que la traya enfiesta,
todas las animalias, el domingo en la siesta, venieron ant'él todas á fazer buena fyesta.Estava ay el burro: fesieron dél juglar.
Como estava byen gordo, començó a rretoçar,
su atanbor taniendo, muy alto a rebusnar:
al león e a los otros ovieralos atronar.
Naturalmente que en aquella época existía otra vocalización del idioma, otros fonemas. Hay en la Wikipedia un artículo muy ilustrativo, en donde se puede iniciar el tema, aquí el enlace.
Aunque centrándose más en el fenómeno sonoro del idioma, aquí tienen otro enlace (curiosamente de la Universidad de Texas) en donde reconstruyen la fonética de El cantar del mio Cid.
Sirva este breve artículo como introducción a un tema muy olvidado en nuestros días: el idioma no es solo un mecanismo de comunicación, sino un ente cultural muy complejo, una manifestación artística, en la que participan elementos como la música y la matemática (idioma en sí mismos) que conforman una unidad indivisible.
Por último quisiera recordarles que pronto saldrá uno de los más exhaustivos diccionarios de español medieval (editado por la Universidad de Heidelberg, en donde asimismo se realiza la investigación). Aquí tienen el enlace de un artículo que salió en El País, por si no lo habían visto.
Les recomiendo asimismo escuchar las grabaciones Savall. Esto nos facilita la comprensión de la enorme diversidad fonética y sonora del español, que como ente vivo, cambia constantemente. No por nada los antiguos griegos no dividían música y palabra, pues un idioma sin una musicalidad propia es impensable.