El cool distrito londinense de Shoreditch cuenta desde hace unas semanas con un original espacio en el que echar nuestra tradicional siesta española. Pop & Rest, así se llama, está inspirado en los hoteles de cápsulas japoneses y nace, según sus fundadores, después de observar el estilo de vida frenético de los londinenses y las largas horas de trabajo. Y es que, según una encuesta realizada el año pasado por Compare the Market, los londinenses son los que menos duermen de todo Reino Unido.
Estas cápsulas-habitaciones cuestan 15 libras la hora y están diseñadas con paredes oscuras y aroma a lavanda para ayudar a la relajación. Cada una cuenta, además, con auriculares, un escritorio, algunas plantas y una máscara para los ojos. Además de dormir tranquilamente podrás tomar el té, comer fruta o ducharte. Hasta ahora la mayoría de los clientes son trabajadores de las oficinas cercanas de Old Street y padres primerizos que apenas pueden dormir durante la noche y buscan desesperados echarse un rato durante la jornada laboral.
El tiempo mínimo de reserva es media hora, pero está permitido reservar la nap-pod hasta por 2 horas. Los Hoteles-cápsula fueron ideados en Japón en 1979 y abiertos por primera vez en Osaka. Su popularidad ha ido creciendo de manera constante en toda Asia y ahora pueden encontrarse replicas en todo el mundo desde China, Bélgica, Islandia o México.
En el Reino Unido e Irlanda, el descanso siempre se ha considerado una actividad nocturna, aunque hay cada vez más factores que hacen latente la necesidad de descansar más durante el día. Según el TUC, la principal central sindical del Reino Unido, una de cada ocho personas ahora realiza trabajo por turnos, a menudo con patrones que cambian con frecuencia. La tecnología ahora significa que revisamos los correos electrónicos de trabajo en casa, y el tradicional horario de nueve a cinco se siente como algo que pertenece a una época pasada, con más y más personas que trabajan tantas horas como sea necesario para obtener el trabajo hecho.
La palabra «siesta» viene de la hora sexta romana, que designa la hora solar sexta, correspondiente a las 12 del mediodía con respecto al sol, o sea, alrededor de las 14 h, momento en el cual se hacía una pausa de las labores cotidianas para descansar y reponer fuerzas. La siesta también tiene una explicación biológica. Es una consecuencia natural del descenso de la sangre después de la comida desde el sistema nervioso al sistema digestivo, lo que provocaba una consiguiente somnolencia.
La siesta se originó en España, pero también existe en Italia, así como en algunos países de América Central y América del Sur. En China, el «derecho al descanso» está incluso en la Constitución y se anima a muchos trabajadores a tomar una siesta de 30 minutos en sus escritorios después del almuerzo.
Aseguran que fue Winston Churchill quien acuñó el término siesta de energía, diciendo que una recarga diaria de sueño de dos horas le daba la capacidad de pensar con mayor claridad. Otros personajes históricos también han hecho alabanza de la siesta como Albert Einstein, Leonardo da Vinci o John F. Kennedy.
Los responsables de las cápsulas de siesta londinenses, Pop & Rest, han anunciado que están desarrollando actualmente una cápsula transportable que esperan poder instalar en lugares de trabajo y aeropuertos.