En nuestro día a día, cada vez somos más las personas a las que nos gusta concienciarnos de qué clase de alimentos debemos comer frente a los que no. Como apuntan la mayoría de los expertos, no solo se trata de saber el número de calorías de los alimentos que ingerimos. Sino, por el contrario, debemos conocer lo que influyen los alimentos a nuestro organismo y, no menos importante, también saber cómo podemos combinar todos los alimentos entre sí.
La gran mayoría de bioquímicos expertos en nutrición nos enseñan qué es lo que sucede a nuestras células o a las bacterias intestinales con según que alimentos. Y esto está aún muy lejos de comer simplemente ensaladas. Debemos comer bien, para poder descansar mejor por las noches, que nos ayudará a su vez a sentirnos bien y tener más energía durante todo el día.
El café y los zumos
Respecto al café, debemos ir suprimiendo poco a poco el sabor dulce del azúcar y la leche, porque hay que recordar que el café solo también está bueno. Para poder ir suprimiendo el azúcar de una manera más progresiva, podemos añadir agua o alguna bebida vegetal, para así poder acostumbrar el paladar. En cuanto a los zumos es un no rotundo, siempre hay que tomar la pieza de fruta entera. Nuestro sabor dulce de los alimentos debe venir de la pieza de fruta entera.
Bebida y pan
Para beber tenemos que tomar agua o agua con gas. Té siempre natural o café. Con refrescos y bebidas alcohólicas debemos reducir su uso al máximo.
El pan que podemos y debemos tomar es el más reducido en trigo posible, da igual que sea integral que no. El gluten, que es una proteína, hace que nos inflamemos en exceso. El mejor pan que podemos tomar es el de centeno integral o espelta integral.
Cereales y patata
Igual que ocurre con el pan, también deberíamos reducir al máximo la ingesta de la pasta de trigo o el arroz. Porque están compuestos de azúcar y además carecen de nutrientes. Podemos sustituiros por legumbres o quinoa.
La patata es mucho mejor fría que caliente para consumirla. Principalmente se debe a cambios que se pueden producir con el almidón, suele resultar más saciante.
El desayuno y la cena perfecta
El desayuno perfecto debe tener un yogur y kéfir, nos ayudan hacer unas buenas digestiones. Se puede tomar con fruta o frutos secos. O podemos también hacerlo en versión batido. La cena ideal será principalmente verduras. Pero podemos añadir alguna proteína como carne, pescado, marisco o huevo. Y alguna grasa saludable como el aguacate o aceite de oliva virgen extra.