Poca gente ha escuchado hablar sobre el síndrome HELLP, esto se debe a que es una complicación del embarazo poco frecuente; sin embargo, puede llegar a ser muy grave y causar incluso la muerte, ya sea de la madre, del bebé o ambos. Yo tampoco la había escuchado hasta que me tocó vivirlo. El síndrome HELLP tiene un índice de mortalidad del 25%, por ello es muy importante que las mujeres estén informadas sobre los síntomas y complicaciones y acudan al médico de forma inmediata.
Los síntomas del síndrome HELLP son muy parecidos a los de la preeclampsia, incluso se le considera una variante de ella. Aunque comúnmente es más difícil llegar a un diagnóstico, ya que los síntomas se pueden confundir con los de otros padecimientos. Tanto la preeclampsia como el síndrome HELLP suelen presentarse durante el último trimestre del embarazo. En mi caso se presentó durante la semana 28 de gestación y comenzó con pocos síntomas, dolor de cabeza y un dolor muy fuerte parecido al de la gastritis que poco a poco se fueron agravando rápidamente.
¿Qué es el síndrome HELLP?
Es un conjunto de síntomas y se le llama síndrome HELLP por sus siglas en inglés:
Hemólisis (Hemolysis): descomposición o ruptura de glóbulos rojos.
Elevación de enzimas hepáticas, (Elevated Liver enzyme).
Trombocitopenia (Low Platelet count): conteo de plaquetas bajo.
Aún no se sabe por qué se presenta, por ello es muy importante que se realicen revisiones periódicas durante el embarazo y acudir al médico ante cualquier síntoma. Casi siempre se presenta durante la semana 25 a la 40 y en algunas ocasiones después del parto. Yo comencé con síntomas que se agravaron de forma muy rápida, que me llevaron a estar en terapia intensiva y la posterior interrupción del embarazo.
El Síndrome HELLP se presenta aproximadamente en 1 o 2 de cada 1.000 embarazos y el único tratamiento definitivo es la interrupción del embarazo, además se tienen que tomar otras medidas terapéuticas para disminuir las complicaciones en la mamá y el bebé.
¿Cuáles son los síntomas?
Al menos el 50% de quien lo padece, presenta hinchazón o edema y un aumento de peso desproporcionado.
Dolor abdominal en el hipocondrio derecho o epigastrio es el síntoma más común y puede ser el único síntoma hasta en 50% de los casos. El dolor abdominal frecuentemente es tipo cólico y fluctuante. El dolor que yo sentí era bastante parecido al de una gastritis.
Dolor de cabeza (se presenta en al menos 60% de los casos).
Visión borrosa.
Náuseas, vómito y malestar general.
Presión arterial alta, aunque se ha encontrado en un 20% de las pacientes tienen una presión arterial dentro de los índices normales.
Con menos frecuencia se observan datos clínicos relacionados con las complicaciones del síndrome HELLP, como disnea por edema pulmonar o ictericia por daño hepático.
Algunos de estos síntomas pueden no ser serios y ser comunes durante las últimas semanas de embarazo, pero solo un médico y los exámenes pertinentes, podrán determinarlo.
¿Cuáles son las complicaciones que se pueden presentar?
La madre puede presentar muchas complicaciones si no es atendida, entre más rápido sea atendida, tendrá un mejor pronostico.
Las complicaciones que se pueden llegar a presentar son:
Convulsiones causada por la hipertensión arterial
Anemia, causada por la ruptura y diseminación de los glóbulos rojos
Problemas de coagulación, los cuales puede llegar a provocar hemorragias internas
Desprendimiento abrupto de la placenta
Dificultad para respirar, causada por la acumulación de líquido en los pulmones
Daño hepático o falla hepática
Daño renal o falla renal
Apoplejía o derrame cerebral
Las complicaciones que presentan los bebés se deben a las semanas de gestación que tengan al momento de nacer, debido a su maduración, si el bebé tiene ya las 37 semanas de gestación probablemente no tenga complicaciones. Mi embarazo fue interrumpido a las 29 SDG, por lo que hubo varias complicaciones en la salud de mi bebé y estuvo en UCIN por más de dos meses y en posterior seguimiento médico por dos años, afortunadamente no hubo secuelas y creció llevando una vida normal, pero recuerda que cada caso es único.
Debido a que no se han descubierto las causas de este síndrome, no se puede prevenir, pero durante el embarazo nunca debemos saltarnos nuestras revisiones y cuidar nuestra alimentación. Es muy importante los chequeos médicos ante cualquier síntoma, más vale pecar de exagerada.