El Libro de la triaca no se conocio en el Occidente latino. Pero muchas otras traducciones de tratados arabes, primero, y griegos, despues, garantizaron el exito de esta panacea universal. Durante la Alta Edad Media, la medicina fue esencialmente empirica, y en ella abundaban las recetas, los antidotarios y las listas de plantas medicinales. Algunos de los libros que circulaban contenian recetas de la triaca. La gigantesca Historia natural de Plinio el Anciano, por ejemplo, a partir de la cual se elaboro en el siglo IV una compilacion de caracter medico intitulada Medicina Plinii. Las obras que trataban esencialmente sobre farmacopea, como Compositiones medicamentorum de Scribonius Largus, cuyas recetas de la triaca se reprodujeron en el vademecum de remedios confeccionado en el siglo V por el bordeles Marcellus Empiricus. Pero en el estado actual de las investigaciones, es dificil precisar si los medicos conocian la triaca, y menos aun si la empleaban. En efecto, pareciera que la triaca empieza a ocupar un lugar significativo en el arsenal terapeutico de la medicina occidental a partir del siglo XI, debido a una doble influencia: por un lado, las primeras traducciones al latin de los tratados medicos arabes, y por el otro, el apogeo del comercio entre los puertos de Italia y los paises orientales.

La introduccion de la medicina arabe ‒ y por su intermedio, de la medicina griega ‒ se produce en el sur de Italia, en el siglo XI, gracias a las traducciones de Constantino el Africano. Una vez ordenado monje en Monte Cassino (Italia), este hombre originario de la actual Tunez tradujo al latin obras que ejercieron una influencia considerable, entre ellas, Isagoge y Liber Pantegni, cuyos titulos se helenizaron de manera intencional. El primero de ellos incluye grandes fragmentos de Kitāb al-masā’il fī l-ṭibb, de Ḥunayn ibn Isḥāq, y el segundo, la mayor parte de Kitāb kāmil al-ṣinā’a al-ṭibbiyya, de al-Majūsī. Este autor, conocido en Occidente con el nombre de Haly Abbas (derivado de su nombre completo ‘Alī ibn al- ‘Abbās al-Majūsī), habia organizado su magistral enciclopedia en dos grandes partes: Theorica y Practica. En Practica, la version de Constantino a menudo se aleja del original arabe. El ultimo libro de la obra (libro X), que trata sobre medicamentos compuestos y circulo luego de manera autonoma con el nombre de Antidotario, se enriquecio con agregados tomados de otros tratados. No obstante, pareciera ‒ con reserva de una colacion precisa que aun no se ha efectuado ‒ que los primeros 7 u 8 capitulos referidos a los electuarios, entre los que se encuentra la triaca, reproducen de manera bastante fiel a al-Majūsī. En todo caso, el tema fue tratado en el Antidotarius magnus, redactado en Salerno hacia el ano 1100; algunos anos despues, probablemente antes de 1160, se elaboro una version resumida con el titulo de Antidotarium Nicolai. Esta version contenia una gran cantidad de prescripciones e ingredientes tomados del libro X del Liber Pantegni.

La receta de la triaca de Andromaco ocupa aqui un lugar destacado. El Antidotarium Nicolai tuvo una inmensa difusion en la Edad Media y se tradujo o adapto a las lenguas vernaculas. Todo hace pensar que fue por su intermedio que la triaca de Andromaco se hizo conocida en el Occidente latino. Numerosos ingredientes desconocidos en Occidente entraban en la composicion de la triaca. Para confeccionar este remedio, era necesario procurarse esos productos raros, esas ≪especias≫, como se designaba entonces a estos condimentos, tinturas y farmacos que los mercaderes traian de los puertos de Oriente. Si bien el comercio mediterraneo se desarrollo mucho antes de las cruzadas, la formacion de los Estados Latinos de Oriente despues de la toma de Jerusalen en el ano 1099 facilito las actividades de los mercaderes italianos en el Mediterraneo.

Venecia, principalmente, creo vastas redes mercantiles y desarrollo activamente el comercio. El abastecimiento de especias ocupaba aqui un lugar importante, lo que permitio a esta ciudad italiana elaborar una triaca particularmente reconocida, la ≪triaca de Venecia≫, cuya composicion debia respetar las indicaciones del Antidotarium Nicolai. Una vez envasada en cajas de estano o plomo, estampadas con el sello de la Republica, la triaca de Venecia se vendia en toda Europa. A partir del siglo XIII, con la creacion de las facultades de medicina, otras ciudades comenzaron a fabricar la triaca bajo el control de los medicos. La triaca de Montpellier era particularmente famosa a raiz de la seleccion de sus componentes y del cuidado que se ponia en su preparacion. Las formulas conservadas por los autores que ejercieron en esta ciudad durante las primeras decadas del siglo XIV, como Petrus Cellarius y Bernard Gordon, respetan en gran medida la formula del Antidotarium Nicolai. Mas tarde, cuando los tratados de Galeno sobre la triaca se tradujeron al latin (De theriaca ad Pisonem y De theriaca ad Pamphilianum en el siglo XIV, y los dos libros de De antidotis en el siglo XVI), las obras de farmacopea de la epoca moderna retomaron la composicion de Andromaco de manera mas fiel, tal como la reproduce el erudito griego.

No existia, por lo tanto, una formula unica, y los distintos autores que dejaron un escrito sobre la triaca presentan listas con divergencias sensibles en cuanto a la cantidad y naturalezza de las drogas. Si bien un trabajo comparativo de las diferentes recetas es una tarea ardua que todavia no fue realizada por los investigadores, pueden aventurarse dos razones para explicar estas multiples variantes: las autoridades a las cuales aluden los autores y la necesidad de sustituir drogas de dificil acceso en las comarcas occidentales por sustancias con virtudes similares. Para reemplazar las drogas escasas y costosas, los herboristas y farmaceuticos no dudaban en utilizar sucedaneos, y las recetas de la epoca moderna proponen plantas medicinales locales en lugar de aquellas provenientes de ≪ultramar≫.

Las falsificaciones eran frecuentes: las autoridades las denunciaban costantemente y los medicos impusieron diversas medidas, como la preparacion publica de la pocion. Asi, a partir de 1271, la Facultad de Medicina de Paris empezo a controlar la corporacion de boticarios y en 1422, reunio – como de costumbre – a todos los herboristas de la ciudad para que juren, entre otros compromisos, ≪que no reemplazaran ningun medicamento por otro en receta alguna sin el consentimiento del experto que la haya recetado, que respetaran la receta de dicho experto, y que, en caso de no poseer la planta o el medicamento prescritos, se remitiran al experto para que este se los suministre≫. Ademas de estos enfoques empiricos, los eruditos latinos se hicieron eco de los cuestionamientos medicos y filosoficos de los autores arabes en cuanto al modo de accion de la triaca. En el siglo XII, la traduccion del Canon de Avicena por Gerardo de Cremona suscito una profunda reflexion teorica que supero el ambito de los medicos. Roberto Grosseteste († 1253), por ejemplo, cuyas obras tratan mas bien de teologia, filosofia y fisica que de medicina, se refirio explicitamente a la triaca.

En el septimo libro de su comentario sobre la Fisica de Aristoteles, Grosseteste cita el Canon de Avicena con respecto a los modos de accion de los medicamentos, que es, en efecto, uno de los aportes particularmente originales hechos por el autor persa. Estos modos pueden dividirse en dos categorias: un product actua por sus cualidades primarias – es decir, frio, calor, sequedad, humedad –, o bien por una propiedad inherente, que el medico-filosofo designa como ≪forma especifica≫. Para esplica la nocion aviceniana de ≪forma especifica≫, Roberto Grosseteste cita el iman, que posee la propiedad de atraer el hierro, y la triaca, que tiene la propiedad de reconfortar el corazon y, en consecuencia, reforzar la salud.

Pero hete aqui que la propiedad de un medicamento inherente a su forma especifica solo puede comprobarse mediante la experiencia; el conocimiento de las cualidades primarias no alcanza para deducirla racionalmente, lo que abre el camino a la experimentacion. Los debates en torno a la triaca fueron particolarmente intensos en Montpellier entre 1290 y 1340. En ese entonces, se redactaron varias obras en reaccion al tratado de Averroes, del cual, a partir de 1280, comenzo a circular una version en latin (cuyo autor y fecha exacta de publicacion ignoramos). Con matices mas empiricos en algunos – tal es el caso de Arnau de Vilanova y Bernard de Gordon – o mas escolasticos en otros – como en Guglielmo da Brescia –, estos escreto retoman la nocion de ≪forma especifica≫ para explicar el modo de accion de la triaca, examinan la naturaleza de esta preparacion y discuten acerca de sus usos especificos, para concluir diciendo – y en este punto coinciden con Averroes hacia quien, vale decirlo, no ahorran criticas – que es nociva para un individuo que goza de buena salud. De esta manera, las especulaciones de los eruditos medievales en materia de farmacologia justificaban el lugar reservado a la triaca.

Pero una vez mas, la escasez de trabajos no permite distinguir entre el recurso empirico, casi magico, a una panacea universal, y la reflexion sobre los modos de accion de una preparacion que, en la actualidad, perteneceria al ambito de la polifarmacia. La triaca se transformo en la preparacion mas famosa de la farmacopea occidental. En 1623, el farmaceutico Pierre Maginet escribio: ≪Entre todas nuestras composiciones, la triaca es lo que el sol entre los planetas, lo que el fuego entre los elementos, lo que el oro entre los metales, lo que el cedro entre los arboles≫. En 1688, aparecio en Paris una obra intitulada Theriaque d’Andromachus, dispensee et achevee publiquement par Moyse Charas (La triaca de Andromaco, dispensada y llevada a cabo en publico por Moyse Charas). En ella, el medico y farmaceutico describe largamente la preparacion que el mismo habia confeccionado en dos ocasiones, en 1667 y en 1669. A pesar de las criticas suscitadas despues de Paracelso por los defensores de los medicamentos de origen quimico, la triaca se elaboro y recomendo hasta el siglo XIX. En 1884, aun se la mencionaba en el Codex frances, el vademecum de medicamentos y preparaciones farmaceuticas aprobado por la Facultad de Medicina que todos los farmaceuticos de Francia deben procurarse y respetar. En la edicion de 1908, desaparecia con este breve comentario: ≪Despues de haber ocupado durante tanto tiempo un lugar de tanta importancia en la farmacia y la terapeutica, abandona hoy el ambito de la historia para entrar en el de la leyenda≫.

Artículos relacionados: www.wsimagazine.com