Archie Andrews, el personaje de cómic pelirrojo cuya banda animada The Archies tuvo un éxito genuino con Sugar, Sugar en 1969, llega a la televisión de acción real en la nueva serie de CW Riverdale y también streaming en Netflix.
Como podrás asumir este no es el Archie que leía tu abuela, aunque estos cómics abarcaron varios universos paralelos. Los personajes han vivido en tiempos prehistóricos y en el futuro; Archie se ha casado con Betty y Verónica; muerto a tiros; y capeó un apocalipsis zombie, en una serie de 2013, Afterlife with Archie, escrita por Roberto Aguirre-Sacasa, quien también ha desarrollado Riverdale y es también el director creativo de Archie Comics; esta nueva cara de algo ya muy conocido no podría ser más oficial.
Desde el debut piloto de Riverdale en el Comic-Con de San Diego el verano pasado, los fanáticos han estado hablando sobre esta mezcla de Twin Peaks y el drama juvenil de Dawson's Creek. La ecléctica historia de trabajo de Aguirre-Sacasa sentó las bases de esta serie única. Como dramaturgo, escribió el libro para la adaptación musical de Duncan Sheik de American Psycho.
También trabajó en varias series de televisión como Big Love, Looking y Glee y, después de 11 años escribiendo comics, fue nombrado el jefe de creativos de Archie Comics.
A pesar de la nueva estética cambiante de Riverdale de las calles llenas de niebla, los temas centrales de la serie siempre volverán a los de los cómics Archie como base.
Es decir, Archie, en los cómics, era un buen chico que siempre intentaba hacer lo mejor que podía, con frecuencia arruinaba las cosas, empeoraba todo antes de mejorarlas, y luego aprendía una lección. El Archie de este nuevo programa también es así. Básicamente es un buen chico, pero está en situaciones mucho más adultas de la que podríamos llegar a encontrar en el cómic. Está luchando con eso, pero su esencia sigue siendo la misma.
Lo mismo vale para Betty, sigue siendo la «chica perfecta de al lado» que obtiene buenas calificaciones y quiere ser una porrista. Lo que encontramos en la serie es que ella también tiene un lado oscuro y que poco a poco la audiencia ira descubriendo.
Veronica Lodge ahora es interpretada por la actriz latina Camila Mendes y la banda local de Riverdale Josie and the Pussycats es un trío de chicas afro-americanas dirigido por Ashleigh Murray. La relación entre Betty y Verónica también ha recibido ciertos ajustes. Mientras que el triángulo amoroso central permanece intacto, Riverdale ha torcido ligeramente la historia, reenfocando está en la amistad entre las dos chicas y no en su deseo por Archie.
Puedo decir que es una serie bastante cuidada en su estética, ambientación, vestuario. Tiene un enfoque en su trama bastante atractivo y entretenido. Para aquellos que les gusta el drama juvenil con un toque de misterio y nostalgia por los cincuenta, Riverdale es totalmente imperdible.