En una franja de tierra situada como un puente entre el río Nilo de Egipto y el río Éufrates, existía la región llamada Canaán: hace 4.000 años estaba llena de tribus inicialmente llamadas cananeas.
Los cananeos
Hoy esta región es ocupada por: el Líbano, Israel, las tierras palestinas, Siria y Jordania. Pero muchos siglos antes de que llegaran los grupos o tribus israelitas o palestinas a esa zona, esta estuvo poblada por el pueblo ghassuliano al sur y posteriormente por los fenicios (llamados así por los griegos), que ocuparon luchando contra los cananeos las áreas costeras y con el tiempo fundaron Sidón, Tiro, etc.
Por esa época, ya existían ciudades cananeas como Siquem, Betel, Salem, Hebrón (antes llamada Quiriam arbe), y Bersheba. A su vez, parte de la costa había sido poblada por un grupo conocido como los filisteos. Las regiones ocupadas por estos eran: Asdod, Acalaon y Gaza y una zona más adentro: Ecrón y Gat. Al conjunto se le llamó Filistina. Heródoto, el escritor griego considerado padre de la Historia, en el siglo V a.C. llamó a la región «Palaistina» y, finalmente, los romanos, en el I a.C. la denominaron Palestina.
La llegada de los israelitas
Los israelitas, según la historia, entraron una poco antes del año 1.200 a.C.. Con el tiempo quedaron concentrados a la región montañosa central de Canaán y a lo largo de la costa occidental del Jordán, formaron alianzas con otras tribus y ocuparon las regiones conocidas como Judá e Israel y fundaron varias ciudades.
La tribu hebrea que llegó a Canaán, según la Biblia lo hizo procedente de Egipto. No hay testimonios arqueológicos o en la historia escrita de Egipto que describa la llegada de Abraham, y que su esposa se convirtiera en mujer del harem del faraón, o de la existencia posterior de una persona llamada Moisés, y su salida con un grupo de israelitas huyendo de Egipto. En todo caso, llegaron en paz a Canaán y luego se apoderaron guerreando de algunos sitios como Jericó, Amón, Moab y Edom. La realidad es que esa región vivió permanente en guerra entre los diferentes grupos que la habitaban o llegaban como extranjeros a residir y los israelitas y palestinos tienen más de 3.100 años de guerrear por esas tierras.
Este territorio fue alternativamente conquistado por egipcios, babilonios, asirios, griegos, romanos, árabes, las cruzadas cristianas y nuevamente por los árabes, hasta llegar a la Primera Guerra Mundial, donde los ingleses se apoderaron de Irak y de la región conocida entonces como Palestina.
La formación del moderno Estado de Israel
En 1948, por mandato de la ONU, fue dividida en dos partes: una para fundar la nación judía de Israel, quien reclamaba derechos divinos, de antigüedad y geográficos por haber vivido ahí durante siglos; el resto se le dejó al pueblo palestino por tener también siglos de vivir ahí. Desde entonces no ha existido paz en esa región; el odio, los enfrentamientos y las guerras han sido permanentes entre Israel (con el apoyo militar, económico y político de Estados Unidos) y los palestinos (con el apoyo de diversos pueblos árabes musulmanes de la región).
Se han presentado varias guerras que los judíos han ganado, incluso, ampliando su territorio hasta un 70%, y apoderándose por entero de Jerusalén. La última escalada militar de Israel en la franja de Gaza, provocando la muerte de miles de inocentes y destruyendo la infraestructura de esa zona, ha sido una respuesta a los actos terroristas de Hamás, al estar enviando cohetes a Israel (amparados y cubriéndose cobardemente en la población). Sin embargo, el ataque israelita es desproporcionado y nos señala que el Gobierno ortodoxo de Israel no acepta la ética universal basada en la máxima de que «el fin no justifica los medios«, sin acordarse del genocidio que con su pueblo cometió el régimen nazi, con una justificación racial.
Terrorismo judío
Debemos recordar a los israelitas actuales, que se quejan de los terroristas palestinos, que, entre 1930 y 1948, existió un grupo de judíos sionistas terroristas llamado el Irgún, en la población israelita que vivía en Palestina, creado con el fin de amedrentar a los palestinos y británicos que vivían ahí para que se fueran.
Este grupo asesinó no sólo a decenas de inocentes de la población árabe-palestina, sino incluso a numerosos soldados ingleses que ocupaban Palestina, con bombas puestas en hoteles, mercados, autobuses, e incluso destruyeron una aldea árabe. La solución para acabar con estos terroristas sionistas fue política: la creación del Estado de Israel.
Terrorismo musulmán
Tampoco aceptamos lo que los musulmanes fanáticos creen: que ellos son los únicos que tienen la razón religiosa y social por mandato divino, y que hay que destruir a toda la civilización no creyente con una Yihad (guerra santa).
Lo paradójico es que entre ellos hay una grave división y a pesar de ser musulmanes por religión, están atrapados en una serie de contradicciones teológicas y sociales por diferentes interpretaciones del islam.
Vemos así enfrentamientos entre sunitas contra chiitas (los dos grupos musulmanes más grandes) y la aparición de grupos extremistas como ISIS o el Califato o Estado Islámico, Al Qaeda, Boko Haram, etc., con odio mutuo, participando en guerras civiles en: Siria, Irak, Libia, Nigeria y Yemen, y además realizando actos de terrorismo en Europa, creando temor en los pueblos de Occidente lo que podría derivar en aislamiento para la población musulmana residente, con las consecuencias que eso podría causar en ellos.
Jerusalén
Cuando se denomina esta ciudad como »santa» es porque el rey Salomón construyo ahí el templo de los judíos. A su vez lo es para los árabes, pues construyeron una mezquita (Domo de la Roca), sitio donde supuestamente el arcángel Gabriel llevo al cielo a Mahoma, para dictarle el Corán. Y los cristianos señalan que ahí murió Jesús.
La realidad es que, dos siglos antes de la entrada de los israelitas en Canaán, y lo mismo vale para los palestinos, ya Jerusalén con el nombre de Urusalim, posteriormente llamada Jebus, existía como una ciudad de los jebuseos, una tribu cananea y habían resistido por años que filisteos, israelitas o judíos la tomaran. No fue sino mucho después que el rey David la conquistó y la hizo la capital de su reino, que es ciudad se convirtió en un símbolo para los judíos. Posteriormente, la ciudad fue destruida varias veces por los egipcios, babilonios, asirios, los persas, los griegos, romanos, musulmanes, etc.; que dieron lugar a las diásporas de los judíos e israelitas que se dispersaron obligados por los países del Medio Oriente y el resto del Mediterráneo.
Vemos que, ayer como hoy, la «ciudad santa», sitio de oración y adoración para judíos, musulmanes y cristianos, nunca a través de su historia ha sido un lugar de paz, pese a ser sagrada para todos.
Situación actual
Con los años, los progresos tecnológicos de Israel, aparte de lograr un extraordinario desarrollo social y económico único en la región, dieron lugar a que construyeran la bomba atómica, y por ello, los pueblos musulmanes, 20 veces más numerosos en población, han desistido de una invasión directa. Pero algunos países musulmanes mantienen a grupos de fanáticos terroristas como Hamás en Gaza (para el pueblo de ese lugar son sus defensores) y Hezbolá en el Líbano, para estar creándole problemas a Israel.
Lamentablemente, debido a grupos de fanáticos musulmanes del lado palestino, y de ortodoxos derechistas y religiosos de Israel, no ha sido posible lograr la paz en esa región. La prensa mundial, el 13 de septiembre del 2014, señala que 43 soldados de la unidad de inteligencia del ejército de Israel abandonan el mismo, para no tener que participar de nuevo en las injusticias que, aseguran, se cometen contra los palestinos. La ocupación israelita con la creación de asentamientos de colonos desplazando a los palestinos, amenazándolos y buscando abandonen esas tierras, mantiene el odio y el deseo de venganza y la Intifada o revueltas de los palestinos es producto de esto. Acordémonos de que el famoso soldado y político israelita Yitzhak Rabin, que firmó la paz con los palestinos, fue asesinado por un fanático de su país.
Cómo lograr la paz
Esto sucederá cuando Israel acepte devolver parte de la ocupación de Cisjordania (West Bank) y libere a Gaza de su férreo control y ,a su vez, los palestinos (incluyendo los de Gaza: 1.800.000 habitantes viviendo en 385 kilómetros cuadrados), reconozcan a Israel como país vecino y vivan en paz. Encuestas entre israelitas y palestinos muestran que la mayoría acepta la existencia de dos Estados. Un estudio genético del ADN, hecho en la población de la región de judíos, sirios y palestinos, revela que tienen un ancestro común. Con ello vemos que la ciencia (la biología), los aproxima y la política y la religión los aleja. ¡Vaya paradoja!
La solución política que acabó con el terrorismo sionista en Palestina 1948, como vimos, fue la creación del Estado de Israel. Podría actuar igual, con los terroristas, si se crea el Estado Palestino en Cisjordania, donde el gobierno es moderado y acepta los dos Estados y se le ayuda a desarrollarse y progresar en paz. Gaza, tendría que aceptar la dirección política de la Autoridad Palestina y dejar de lado a Hamás como Gobierno. Jordania y Marruecos pueden servir de ejemplo de sociedades con partidos islamistas moderados y que progresan en paz.
Israel debe tener en cuenta que, si en lugar de Hamás, otro grupo terrorista como Al Qaeda o el Estado Islámico (EI), más agresivo, se instalan en Gaza- algo que ya parece estar sucediendo, pues la prensa señala que Hamás se enfrenta en Gaza a simpatizantes de EI- y este convence a miles de habitantes llenos ya de odio y desesperación por las constantes agresiones israelitas, que accedan en colaborar con el terrorismo y sacrificarse, y miles de palestinos se hacen yihadistas, el caos y la mortandad de una nueva guerra será algo inconcebible y pondrá en peligro la paz mundial.