Según el Wall Street Journal de hace un par de días, Jerome Powell es el elegido por el presidente Donald Trump para reemplazar a Janet Yellen como presidenta de la Fed cuando expire su mandato a principios del próximo febrero.
El crecimiento americano está mejorando, la inflación va en la dirección correcta y el desempleo está en su nivel más bajo en 16 años, lo que debería darle a Powell la combinación económica adecuada para seguir elevando gradualmente las tasas desde sus actuales mínimos históricos.
Por otro lado, si algo de lo anterior no continúa en la dirección correcta, Powell, quien ha servido en la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal desde 2012 y que ha votado constantemente de acuerdo con Yellen, tiene un arsenal de armas políticas con el cual puede modificar la economía. Además, del quantitative easing (QE), anteriormente el plan de copia de seguridad, el cual no es algo nuevo para los legisladores republicanos.
Mientras el dólar caía en las noticias de la elección pacífica, el consenso cree que Powell demostrará ser una gran ayuda para las acciones del mercado americano.
Para empezar, cuanto más moderado sea el presidente de la Reserva Federal, más lento será el camino para elevar las tasas y tipos de interés (estímulos), lo que permite que el dinero barato fluya durante un período más largo. Esto permitiría a las empresas expandirse y los inversores poder aumentar su crédito (así como el apalancamiento)
Los mercados de acciones se pueden ver beneficiados a medio y largo plazo, ya que eso muestra el historial de Powell en banca de inversión, lo que posiblemente lo hace más comprensivo con la difícil situación de la comunidad inversora en términos de las formas en que la regulación gubernamental puede limitar las ganancias. ¿Podría ser esa la razón por la cual Trump repentinamente cambió de rumbo, alejándose de su anterior y más duro precursor John Taylor, cuya política económica ve más de cerca la propia posición del presidente americano con respecto a la necesidad de mayores tasas de interés?
Una razón adicional para los inversores de acciones que probablemente pueda ser más fuerte es que las señales de fiabilidad, continuidad y estabilidad han estado ausentes desde Noviembre del año pasado.
Todo esto, sumado a las constantes «inyecciones» de estímulos (solo hay que mirar cómo han avanzado los mercados en los últimos meses), así como cuatro factores clave: aumento de inventarios, aumento de inventarios de vehículos, falta de liquidez por parte de la banca y reducción del crédito para empresas y bienes raíces. ¿Conclusión? Una posible recesión económica de deuda antes de los próximos 5 años.