Panamá forma parte de América Central y hoy, también, de Centroamérica. La América Central es la región comprendida como territorio entre el Istmo de Tehuantepec, en México y la Depresión del Río Atrato, en Colombia.

El Istmo de Tehuantepec es la zona geográfica que se encuentra entre los Estados de Oaxaca y Veracruz en el Sureste de México, que es la región más angosta entre el Golfo de Tehuantepec, en el Océano Pacífico y el Océano Atlántico, en la sección del Golfo de México, con una anchura de 200 kilómetros.

El Istmo de Tehuantepec se considera geográficamente el límite de separación entre América del Norte y América Central, y políticamente hace el límite internacional entre México, Guatemala y Belice. Del Istmo de Tehuantepec parte fisiográficamente la Cordillera Centroamericana.

La Depresión del Río Atrato se encuentra en Colombia. El Río Atrato nace en los farallones de Citara, en el Cerro Plateado de la Cordillera Occidental de los Andes y desemboca en el Golfo de Urabá, en el Mar Caribe.

La Cuenca del Río Atrato se considera como una de las de mayor rendimiento en el mundo. El Río Atrato tiene una extensión de 750 kilómetros. Tiene su desembocadura en el Golfo de Urabá con 18 bocas en su Delta, con un gran caudal alimentado por 150 ríos afluentes, con capacidad navegable en 508 kilómetros.

Ambos límites de la América Central, el Istmo de Tehuantepec, en México, y la Depresión del Río Atrato, en Colombia, se han considerado y se siguen estimando regiones posibles para la construcción de canales interoceánicos, alternativos o complementarios al actual de Panamá.

Centroamérica como región solo comprende a los territorios de Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica, situación así heredada desde la dominación colonial española.

Panamá no formó parte de la Capitanía General de Guatemala ni del Reino de Guatemala, que comprendía a los actuales países de Centroamérica y al Estado de Chiapas, que se separó de la Capitanía antes de que Guatemala declarara su Independencia el 15 de setiembre de 1821 para adherirse al Imperio Mexicano de Agustín de Iturbide, manteniéndose como parte del territorio de México hasta hoy.

Hoy, en el concepto de Centroamérica, para efectos políticos y de integración regional, especialmente en el campo económico financiero, se integra también a Panamá y a la isla caribeña de República Dominicana, país siamés de Haití.

Históricamente, Cristóbal Colón en su cuarto viaje, en el que estuvo en la costa caribeña de Costa Rica, en setiembre de 1502 siguió su viaje a Panamá, aunque el conquistador Rodrigo de Bastidas ya había navegado la costa caribeña de la actual Provincia de Colón y las islas del archipiélago de la Comarca de San Blas en 1501.

Colón bautizó la Bahía que hoy lleva su nombre con el de Portobelo (o Puerto Bello), que fue uno de los puertos coloniales más importantes de la región que sirvieron para las comunicaciones monopólicas que había establecido España para su comercio con las colonias hispanoamericanas.

Poco tiempo después, otro conquistador, Diego de Nicuesa, estableció el Reino de Tierra Firme, donde se estableció la Gobernación de Castilla de Oro (a la cual perteneció Costa Rica durante un breve período). Se extendió desde el río Atrato en el Golfo de Urabá hasta el Cabo de Gracias a Dios, que comprendía la costa caribeña de Nicaragua y Honduras.

Otro conquistador, Alonso de Ojeda, tuvo a cargo la región de Nueva Andalucía, que estaba comprendida entre el Río Atrato y el Cabo de la Vela, en la Península de la Guajira en Colombia, al extremo norte de Sur América, región que había sido recorrida parcialmente por Alonso de Ojeda cuando había navegado parte de la Península de la Guajira en 1499, en su visita a Venezuela.

De esta región los españoles llevaron indígenas a la isla La Española (actual República Dominicana) para su venta, estableciendo un negocio de venta de esclavos y trata de personas.

En 1510, el conquistador Vasco Núñez de Balboa fundó en Panamá la capital de Castilla de Oro, a la que llamó Santa María del Darién.

Vasco Núñez de Balboa inició el proceso de conquista y colonia, lo que le permitió enterarse en 1513 de la existencia “de otro mar” y de un reino indígena existente allí, por lo que organiza una expedición del primero al 25 de setiembre, cuando llega a la cima de la Cordillera del Río Chucunaque, donde logra divisar las aguas del mar Pacífico.

Llegando a la playa el 29 de setiembre 1513, toma posesión de las tierras en nombre de los reyes de Castilla.

El arribo a la costa pacífica fue lo más importante del proceso de conquista y colonia, en ese momento, porque permitió a los conquistadores españoles desplazarse por la costa pacífica del continente hacia el norte y hacia el sur, donde estaban localizadas las grandes culturas indígenas de la época.

En 1519, el conquistador Pedro Arias Dávila fundó la Ciudad de Panamá, Nuestra Señora de la Asunción de Panamá, que es la más antigua ciudad española establecida en tierra firme continental.

Como buena parte de las regiones y ciudades españolas en el continente, Panamá fue atacada y visitada por piratas, corsarios, bucaneros y filibusteros (como Henry Morgan o Francis Drake, entre ellos) en distintos momentos de su historia.

Panamá así se convirtió en el centro de la actividad y proyección de la conquista y colonia española en el resto del continente por el Pacífico, especialmente hacia Perú.

Por el norte permitió que se llegara a Costa Rica en 1519, al Golfo de Nicoya, dando origen al proceso de conquista y penetración española en el país.

Desde Costa Rica los conquistadores Gil González Dávila y Andrés Niño se enteraron, por los indígenas, de la existencia de los dos grandes lagos de Nicaragua: el de Nicaragua y el de Managua.

El estrecho de mar, el istmo en Panamá, había dado inicio a las atenciones españolas de explorar la región con posibilidad de construir un canal interoceánico.

En 1523, Hernán Cortés, habiendo terminado su etapa de conquista de México, recibió instrucciones para buscar un paso de vía o un estrecho fluvial entre los dos “mares”.

Fernando Magallanes, el 28 de noviembre de 1520, había descubierto lo que hoy es el Estrecho de los Patagones, que lleva el nombre de Magallanes, en el extremo meridional del continente.

Así, en 1527, el Gobernador Pedro de los Ríos autorizó a Hernando de la Serna, Miguel de la Cuesta y Pedro Corso para explorar las vías probables que comunicaran ambos océanos.

En 1529 se dio la primera propuesta de intentar su construcción por Alvaro de Saavedra Cerón. Las exploraciones continuaron con otros conquistadores en 1533, 1536 y 1569.

Panamá se había convertido en la ruta terrestre transístmica de tránsito hacia el Virreinato del Perú, en el centro del comercio de esclavos indígenas y de negros, de comercio de oro y de realización de ferias comerciales.

El Camino Real y el Camino de las Cruces, así llamados, fueron las vías que se empleaban en aquellos años para cruzar Panamá. Actualmente existe esta carretera conocida como Carretera Transístmica Boyd – Roosevelt.

Bolívar, había encargado en 1827 y 1829 (poco antes de su muerte el 17 de diciembre de 1830) estudios sobre la posibilidad de construir el ferrocarril transístmico.

El 26 de febrero de 1538 se creó la Real Audiencia de Panamá, después llamada Reino de Tierra Firma, como un gobierno autónomo que luego fue puesto en la jurisdicción de los Virreinatos de la Nueva España, del del Perú, y de Nueva Granada, desde 1751.

A mediados del siglo XVIII, España empezó a fortalecer la ruta naviera por el sur del continente, con su Flota del Mar del Sur que consideraban más segura, provocando una caída económica en la importancia de Panamá, que estaba bajo el sometimiento de la Real Audiencia de Santa Fé, incluyendo las provincias de Panamá, Veraguas, Darién y Portobelo, conservándose sus límites desde el Río Atrato hasta la Capitanía General de Guatemala.

Al impulso de la Independencia de las 13 colonias inglesas de Gran Bretaña, se estimularon movimientos independentistas en la región que se fortalecieron con la ocupación francesa de España (1808-1814). El triunfo de Simón Bolívar en la Batalla de Boyacá hizo que en 1812 se estableciera por un breve período el Virreinato del Istmo de Panamá.

Bolívar, en la Carta de Jamaica del 6 de setiembre de 1815, impulsó la idea de la Confederación de las colonias hispanas, comprendida desde Argentina hasta México, con capital en Panamá.

La lucha por la Independencia en el Virreinato de Nueva Granada estimuló la Independencia en Panamá, lo que condujo a su Grito de Independencia el 10 de noviembre de 1821.

El 28 de noviembre se estableció la ruptura con el reino español, movimiento dirigido por destacados luchadores por la Independencia, personajes como José Higinio Durán y Martell, Carlos de Icaza Arosemena, Mariano Arosemena, Juan de Herrera, Gaspar Arosemena, Antonio Bermejo.

El 4 de enero de 1822, las tropas españolas salían de Panamá (que había pertenecido al Virreinato de Nueva Granada), ya constituida como la Gran Colombia, donde se integró Panamá, admitida allí en el Congreso de Cúcuta, el 30 de agosto de 1821, bajo el liderazgo de Simón Bolívar.

En 1826 Bolívar logró reunir en Panamá, en el Congreso Anfictiónico, a Argentina, Bolivia, Brasil, Estados Unidos, Colombia, Chile, México, Perú y la República Federal de Centroamérica, que comprendía a Guatemala, Honduras, el Salvador, Nicaragua y a Costa Rica.

Poco tiempo después hubo intentos de algunos panameños de convertir a Panamá en un país hanseático bajo la protección de los Estados Unidos y del Reino Unido, así como de separar, en 1830, a Panamá de la Gran Colombia, que se disolvió a finales de la década de 1820 y principios de la década de 1830, lo que dio origen a la actual República de Ecuador (1830) y de Venezuela (1831).

En 1832 se constituyó la República de Nueva Granada.

En 1840 se separó Panamá de Nueva Granada y se creó el Estado del Istmo, que se volvió a integrar en 1841 a la República de Nueva Granada, que empezó a negociar el control del istmo de Panamá con Francia, Estados Unidos y el Reino Unido.

Estados Unidos aprovechó esto para enviar tropas a Panamá, iniciando su intervencionismo en ese país bajo el amparo del Tratado Mallarino-Bidlack, negociado entre Colombia y Estados Unidos de 1846.

Como ruta terrestre interoceánica en 1836, los Estados Unidos, bajo la presidencia de Andrew Jackson, también impulsó estudios para lograr esta ruta ferrocarrilera.

En 1838, los franceses también lo intentaron. Entre 1849 y 1855 se impulsó su construcción de doble vía, de 77 kilómetros.

En 1881, Francia adquirió los derechos de control del ferrocarril, que se los vendió a Estados Unidos en 1904, con una extensión de 120 kilómetros. En 1979, con el Tratado Torrijos Carter, Panamá adquirió el control del ferrocarril.

En 1836, Colombia usurpó las tierras costarricenses de la región de Bocas del Toro, provocando un conflicto fronterizo con Costa Rica, que no tenía capacidad militar para defender esa parte de su territorio.

Las tropas de la República Federal de Centroamérica (de la cual Costa Rica era parte) tampoco podían hacer esa defensa, apropiándose de las tierras desde aquella época, hoy en el territorio de Panamá, que era parte de Colombia.

En 1850 Panamá se vuelve a separar por un breve período de la Nueva Granada, hasta que Justo Arosemena, el 27 de febrero de 1855, logró que se creara el Estado Federal de Panamá, que fue el primer Estado dentro de la Nueva Granada.

Un mes antes, el 28 de enero, se había inaugurado el Ferrocarril de Panamá, que atraviesa toda la cintura ístmica panameña, que unía a los océanos.

En 1856, el 15 de abril, se produjeron violentos encuentros entre panameños y estadounidenses, que terminó con el incendio de las instalaciones ferrocarrileras, con un saldo de 16 estadounidenses y dos panameños muertos.

El 19 de setiembre de 1856 llega un destacamento del ejército estadounidense a “restablecer” el orden en Panamá.

El Estado Neogranadino, el 10 de setiembre de 1857, pagó más de 400.000 dólares a Estados Unidos por el Tratado Herrán-Cass, reconociendo los daños causados por los panameños.

Eran los días de 1856 y 1857, en que los filibusteros norteamericanos, encabezados por William Walker, estaban en guerra en Nicaragua, siendo combatidos por el Ejército de Costa Rica, y los de Centroamérica, tratando de impedir la anexión de las Repúblicas centroamericanas a los Estados sureños esclavistas de los Estados Unidos y de impedir el establecimiento de la esclavitud en Centroamérica, como Walker la había restablecido en Nicaragua en 1856.

En estos años, desde 1849 operaba la Compañía del Tránsito, que ejercía el control comercial desde la costa atlántica a la pacífica desde New York a California, usando el Río San Juan, entre Nicaragua y Costa Rica, el Lago de Nicaragua y el Estrecho de Rivas en Nicaragua, que se constituyó en una posible vía canalera.

En 1863 se constituyeron los Estados Unidos de Colombia.

El 5 de julio de 1874 se fundó la Compagnie Universelle du Canal Interocéanique, por iniciativa del francés Ferdinand de Lesseps, con el propósito de construir un canal interoceánico en Panamá, obras que iniciaron en 1881, bajo la dirección del ingeniero y soldado francés Philippe Jean Bunau-Varilla.

Estos trabajos fracasaron por múltiples razones, lo que obligó, en 1888, a Lesseps a abandonar Panamá, circunstancia que Philippe Jean Bunau-Varilla aprovechó para involucrar al presidente de los Estados Unidos, Teodoro Roosevelt (1901-1909) en las conspiraciones que condujeron a la separación de Panamá en 1903 de Colombia, y establecer de esa manera otra Independencia para Panamá.

Como ruta terrestre interoceánica en 1836 los Estados Unidos, bajo la presidencia de Andrew Jackson, también impulsaron estudios para lograr la ruta ferrocarrilera transístmica. En 1838 los franceses también lo intentaron.

Entre 1849 y 1855 se impulsó su construcción de doble vía, de 77 kilómetros.

En 1881, Francia adquirió los derechos de control del ferrocarril, que se los venido a Estados Unidos en 1904, con una extensión de 120 kilómetros.

En 1979, con el Tratado Torrijos Carter, Panamá adquirió el control del ferrocarril.

Francia le había vendido las tierras del canal a los Estados Unidos, bajo el gobierno de Grover Cleveland.

El presidente Cleveland (1885-1889 y 1893-1897), a diferencia de Teodoro Roosevelt, no era un imperialista, por lo que desistió de impulsar el canal con ese carácter de denominación que sí hizo Roosevelt, quien inició a principios del siglo XX su Política del Gran Garrote, totalmente imperialista, cuando los Estados Unidos estaba emergiendo como un país de esas características.

La política del Gran Garrote marcó las relaciones diplomáticas de los Estados Unidos, con el uso de la fuerza justificando la defensa de sus intereses en la América Latina, mediante intervenciones militares y controlando aduanas.

Así, Estados Unidos contribuyó a “fabricar” o “inventar” un país independiente para apropiarse de un canal, lo que generó el Tratado Hay-Bunau Varilla, que le daba la concesión a los Estados Unidos para la construcción del canal a perpetuidad y el dominio de una franja territorial a sus lados, situación que ha pesado en la Historia de Panamá desde 1904 hasta hoy, con la amenaza del presidente Donald Trump a la nación panameña de invadirla militarmente para recuperar el control del Canal.