Han pasado 513 años desde que el genio Leonardo da Vinci empezó a pintar a su musa, hoy mejor conocida como La Gioconda. Muchos reportajes rondan sobre la obra de Leonardo da Vinci, pero ninguno más importante que el misterio que gira sobre su cuadro titulado La Gioconda, que por la mayoría es llamado Mona Lisa.
Entre toda la historia, teorías y leyendas en torno a esta obra, Giorgio Vasari, considerado uno de los primeros historiadores del arte, pensó que la modelo de Leonardo fue Lisa Gherardini, una noble florentina perteneciente a la familia Gherardini, originaria de la región de Toscana, en Italia. Pero es importante decir que un escritor actual llamado José Catalán Deus, madrileño nacido en el año 1949, en una de sus obras llamada El príncipe del Renacimiento: vida y obra de César Borgia, nos relata que en algunos documentos que encontró en Viena se encuentran algunos datos sobre Agapito Gherardini, el cual era secretario de los Borgia y estaba por desposar a una de sus hijas con Rodrigo Borgia. Cabe mencionar que la estirpe Gherardini tiene una importancia histórica en la Toscana entre los siglos IX y XIV, pues fue una de las familias fundadoras de la República de Florencia y una de las columnas de la aristocracia republicana antigua que gobernó Florencia en el X y XI .
Después de estudiar sobre la familia Gherardini decidí hacer una investigación profunda de los hechos históricos a través del cuadro de Leonardo da Vinci para llegar a la verdad de quién es la modelo y qué nos ha tratado de decir el artista a través de la mirada de la mujer que guarda una sonrisa suave y definida, pero a la vez que guarda un secreto no dicho por el autor.
Se ha hecho mucha especulación de todo ello, pero nadie sabe dónde exactamente estaba parado Leonardo da Vinci pintando a su modelo en ese preciso momento. Entre todas mis investigaciones y apuntes sobre Leonardo este descubrimiento me ha costado meses de trabajo constante,buscando en la historia desde 1503 hasta la fecha, cada noche leyendo y releyendo documentos que datan de la época, hasta empezar a dar con esas pequeñas claves que me llevarían a descubrir parte de la verdad y logrando descifrar qué estaba viendo los ojos de Leonardo en ese momento de inspiración única.
Para empezar a contarles cada cosa vista y apuntada sobre mi trabajo tendré que llevarlos hasta el comienzo. En primer instancia, analizando la imagen de la Gioconda, vemos un paisaje verde, así como un camino que nos llevara al lugar donde estaba en ese preciso instante. Del otro lado del cuadro se aprecia un puente y si acercamos la imagen encontraremos no solo el paisaje, sino claves encriptadas dentro de la misma pintura. Por ejemplo, he descubierto, con lupas especiales, frente al cuadro y del lado izquierdo, dentro de la pupila, unos números que parece ser una suma algebraica.
En el ojo derecho aparecen las letras LV que algunos investigadores han afirmado que son las iniciales del autor, pero LV para mí tienen otro significado: quieren decir Logia o Maestre Venerable. En el izquierdo se aprecian las iniciales CE que significan Caballero Excelentísimo.
Los números que se encuentran en el ojo izquierdo, después de analizarlo durante meses, he llegado a la conclusión de que se trata de coordenadas matemáticas en geometría analítica que utilizaba Leonardo para guiarse a sí mismo. Un ejemplo claro de mis pruebas está descrito en un libro llamado Geometría Analítica, de Charles H. Lehmann, donde vemos claramente la descripción de cómo se utiliza la geometría analítica plana explicado paso a paso: en este mismo libro se nos explica que es una perpendicular matemática y una ecuación llamada parábola para determinar la distancia entre las perpendiculares. Esta técnica la usó probablemente para que pareciera que los ojos de la Gioconda se mueven de un lado a otro y hacer que nos sigan, dependiendo de la posición que tengamos frente al cuadro.
Como sabemos, Leonardo da Vinci era templario y todo el cuadro es la simbología completa del alcance de la perfección a través de una figura femenina. Su máximo objetivo es la transformación de la naturaleza y del hombre. Esto implica, en primer lugar, un aspecto cognitivo o pasivo (conocer los métodos según los cuales actúa la naturaleza) y, en segundo lugar, el aspecto creativo o activo para (influir en la realidad).
Pues bien, después de haberles explicado esto volvamos al tema principal: ¿dónde estaba Leonardo da Vinci retratando a su modelo? Como podemos visualizar, del lado derecho, a lo lejos, se ve un puente, llegando a la conclusión de que, como algunos escritores han señalado, es posible que se trate del conocido puente Vecchio, situado en la ribera sur del río Arno. A corta distancia hay un palacio llamado Pitti que data de 1458 y que fue originalmente la residencia urbana de Luca Pitti, un banquero florentino. En 1549 fue comprado por Leonor de Toledo (Leonor Álvarez de Toledo y Osorio), la duquesa consorte de Cosme I de Médici, duque de Florencia y posterior I gran duque de Toscana, siendo desde ese momento la residencia oficial de los grandes duques de Toscana.
Como sabemos, Leonardo en algún momento de la historia trabajó para la familia Médici,así como también para la familia de los Borgia. De los documentos que he leído y analizado se desprende que, entre esas fechas, trabajó para Lorenzo de Médici, mejor conocido como Lorenzo el Magnífico, príncipe de Florencia y mecenas de las artes, diplomático, banquero y filósofo renacentista, perteneciente a la familia Médici, y también bisabuelo de la reina Catalina de Médici. Casado con una de las mujeres más nobles de la aristocracia romana, Clarisa Orsini, consiguió que su hijo hiciera carrera como eclesiástico, de tal suerte que más tarde llegaría a ser el Papa León X. Como mecenas destacó en su apoyo a artistas de la talla de Sandro Botticelli, Leonardo da Vinci, Giuliano da Maiano y Miguel Ángel, entre otros. Extendió el arte renacentista italiano por el resto de las cortes europeas, gracias a sus excelentes relaciones.
El Palacio Pitti fue en su momento residencia principal de los Médici hasta la muerte en 1737 del último heredero del linaje en el palacio, que hoy conserva una colección en una de las alas del palacio. Llamada la sala “El Museo de la Plata”, a veces llamado "El Tesoro Médici", contiene una colección de valiosa plata, camafeos, trabajos en gemas semipreciosas y orfebrería de la antigüedad, ambos pertenecientes a la colección de Lorenzo de Médici.
Pues bien, después de haber explicado y señalado cada acontecimiento vayamos nuevamente al retrato de la Gioconda y al paisaje que se ve a lo lejos. El puente que se ve claramente en el paisaje es el puente Vecchio y, sí, Leonardo da Vinci estaba en ese momento en uno de los balcones, pintando a su modelo motivado por el paisaje en el Palacio de Pitti que en ese momento era propiedad de los Médici.
Ahora, para concluir, explicaré brevemente de quién posiblemente se trate el retrato de la Mona Lisa, develando quizás una pista más sobre el trabajo de mi autor favorito. Por las fechas y por la cercanía de Leonardo a la familia de los Médici y a los palacios Ricardi ,Vecchio y Pitti, que son colindantes, y por el trabajo que le encargaron en esa época, dos murales en las salas del palacio Vecchio, que no fueron terminadas, creo que el retrato de la Gioconda puede tratarse de Clarice Piero de Médici nacida en Florencia , 14 de septiembre de 1489 y fallecida en Florencia , 3 de mayo de 1528 hija de Pedro II de Médici, llamado il Fatuo, y Alfonsina Orsini.
En la galería se muestra la foto de una pintura de Clarice Piero. Podemos apreciar y comparar el rostro redondeado, las cejas arqueadas, los labios pequeños. Posiblemente en ese retrato tendría 11 o 12 años. Interpretemos e imaginemos a Clarice Piero por un momento con 20 años más de edad: tendrían un gran parecido. Pero eso lo dejo al criterio y consideración de cada uno de mis lectores.