El abogado Felipe Rincón Salgado, colombiano, radicó una acción de tutela en 2009 en la que aseguraba que la entrega del Tesoro Quimbaya a España en 1892 constituye una vulneración de los derechos de los colombianos. Dicho tesoro está compuesto 122 piezas precolombinas que el presidente Carlos Holguín, tío abuelo de la actual canciller de Colombia, María Ángela Holguín, entregó a María Cristina de Habsburgo-Lorena, regente del país europeo de 1888 hasta 1902.
El regalo se dio como parte de la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América. Al mismo tiempo, era un agradecimiento del gobierno colombiano por la participación de España en una disputa limítrofe entre Colombia y Venezuela, en la que el primer país fue el beneficiado. Desde entonces, el tesoro estuvo en la península, cambiando de ubicación hasta la creación del Museo de América, que cuenta con 25.000 elementos precolombinos y de la colonia.
Las 122 piezas fueron encontradas en un municipio del departamento del Quindío llamado Filandia por huaqueros o saqueadores de tumbas. El presidente Holguín ordenó la compra del tesoro y luego, ante el Congreso, manifestó sus intenciones de regalarlo.
El tema ha vuelto a ganar importancia porque la Corte Constitucional colombiana podría ordenar al gobierno de su país que busque el regreso de las piezas, utilizando todos los recursos jurídicos y legales que estén a su disposición.
Varios expertos han sido consultados por los medios desde inicios de 2016 para saber que se puede esperar del caso. El español Fernando Vicario Leal, director del área de Cultura de la Organización de Estados Iberoamericanos, dijo a El Tiempo que lo más importante era "defender el regreso por un efecto simbólico para la creación de una nueva realidad cultural".
Jaime Lopera, presidente de la Academia de Historia del Quindío considera que si el fallo de la Corte es a favor de la tutela de Felipe Rincón, el presidente puede hablar directamente con la Corona española para solicitar el regreso del tesoro.
La Corte ha estado revisando casos como el del tesoro de Crimea, en el que varios museos de Holanda le entregaron a Ucrania piezas de la historia de ese país; también tomaron en cuenta la entrega de una escultura del Partenón a Grecia por parte de Alemania, esto se dio a través de vías diplomáticas.
Sin embargo, el gobierno el presidente Juan Manuel Santos y su Gabinete siempre han estado en contra de repatriar el Tesoro Quimbaya. Cuando han acudido a declarar ante la Corte Constitucional, han defendido el actuar del presidente Holguín.
El detalle es que no es el único tesoro con el que el Presidente de Colombia tiene problemas actualmente. A finales del 2015 se informó del hallazgo del galeón San José, una embarcación española hundida cerca a la Islas del Rosario, en la Costa Atlántica, cerca de Cartagena.
El presidente Santos emitió una carta en la que invitó a la firma norteamericana Sea Search Armada, que buscó el navío hace años, a verificar si las coordenadas que está emitió en la década del ochenta con la ubicación de dicho galeón eran correctas y, por ende, el 50% del tesoro le corresponde a ellos. España también ha levantado su voz en el asunto, reclamando el tesoro como propio.
Frente a esto, el ministro de Justicia español, Rafael Catalá, dijo en una entrevista a El Tiempo que la mejor opción es “dejarlo ahí y quizá recuperar algo para los museos de historia, los museos arqueológicos, para que se sepa la historia del galeón San José y se haga un buen documental, se pueda poner en valor la historia que compartimos España y Colombia desde hace siglos”.
Si miramos solo el caso del galeón, más países están involucrados: la mayoría del tesoro venía del Virreinato de Perú, fue cargado en Portobelo, con riquezas de Panamá, y a la nave la hundió un barco pirata inglés.