Como he dicho en artículos anteriores, uno de los eventos más esperados del año tanto para mí como para los amantes de las letras es la Feria Internacional de Libro de Guadalajara (FIL), la mayor reunión del mundo editorial de habla hispana que congrega a más de 1983 casas editoriales de 44 países (según datos de su propio sitio web) y sirve, además, como lugar de encuentro entre autores, agentes literarios, bibliotecarios, libreros, traductores, ilustradores. En fin, un lugar donde convergen los profesionales de la cadena de valor del libro y que es, seguro, una experiencia bastante grata.
Este año, la FIL Guadalajara recibió más de 700.000 visitantes en sus instalaciones y tuvo como invitado de honor a América Latina pues, ¿qué mejor forma habría para celebrar los 30 años de esta Feria?
La FIL, por sí sola, es ya una experiencia bastante grata. Sin embargo, una de las actividades que tienen lugar enmarcada en las actividades para profesionales de la Feria es el Congreso Internacional de Traducción e Interpretación de la Organización Mexicana de Traductores, el cual, como ya lo he dicho anteriormente es, sin duda, un deleite traductorial.
San Jerónimo brinda a los profesionales de la traducción, así como a los que aún están en formación, la posibilidad no solamente de convivir con colegas y conocer a otros, sino también de profesionalizarse, aprender cómo se desarrolla la traducción en otros cantos del mundo y en áreas que uno jamás imaginaría que necesitarían de la incursión de un traductor.
Me pareció bastante acertado el tema del congreso de este año: La traducción, cruce de fronteras entre las disciplinas. En esta época tan globalizada, las disciplinas ya no pueden actuar cada una por sí solas, deben actuar de forma interdisciplinar o transdisciplinar para poderse complementar unas con otras. Esto dio pie a que se abordaran diferentes aspectos de la traducción como la traducción jurídica, la traducción en la difusión del conocimiento, comunicación y traducción, la traducción sin la palabra escrita; bloque que, particularmente, fue uno de los que me pareció más interesantes, pues refleja un tanto la responsabilidad social de la traducción al permitir la inclusión de personas discapacitadas en la sociedad, como es el caso de la interpretación entre la lengua oral y la lengua de señas mexicana.
Se habló también sobre los aspectos técnicos de la traducción, como el lenguaje HTML y XML, así como de la seguridad de la información y manejo de riesgos. Dado que estábamos en una feria del libro no podía faltar una franja literaria en la que se habló de temas relacionados con la industria editorial. Además, no me puedo ir sin mencionar el bloque de traducción audiovisual, pues, qué sería de nosotros los cinéfilos, sin los subtítulos o los doblajes que, de verdad, son todo un arte.
Como siempre, y como lo he repetido en diferentes ocasiones, tomarse el último fin de semana para ir a la FIL Guadalajara y tomarse un tiempo para ser partícipes del Congreso de Internacional de Traducción e Interpretación San Jerónimo, es una experiencia bastante grata. Definitivamente tengo que decir que, si eres un profesional de la traducción, es un evento que no puedes perderte y, si no eres traductor, pero eres una persona interesada en la traducción, también vale la pena asistir. Qué mejor lugar y qué mayor plus que el hecho de que sea una actividad que se desarrolla dentro de la FIL Guadalajara. ¡Ven y disfruta de lo que la FIL y San Jerónimo tienen para ti!