El último vídeo de Kanye West sigue la línea tomada en vídeos anteriores que acercan esta disciplina al mundo del arte. Son numerosos los clips musicales que hacen referencia a cualquier disciplina artística y existen algunos de estos espacios visuales que son obras de arte en sí mismas. Prueba de ello es el creciente número de los mismos que están siendo adquiridos por estas instituciones.
Hoy nos ocupamos de un reciente lanzamiento que aun no tiene más "dueño" que su protagonista. El título está bien claro, Famous, y esta es su referencia principal, pues no cabe duda de que sobre todo lo que busca este artista es llamar la atención. O seguir llamándola, mejor dicho, ya que cualquiera que no sea ajeno al mainstreem actual y consuma un poco de esta cultura del hip hop o cualquier otra música global ha de conocer algún que otro episodio de búsqueda de notoriedad del artista en este ámbito popular.
En que las fronteras son confusas estamos todos de acuerdo, ya sean las artísticas, las musicales o las de cualquier otro tipo (estamos hablando de lo que comunmente vienen siendo las fronteras del Arte, en cualquiera de sus disciplinas: pintura, música, vídeo...) y más aun si artistas como del que aquí se trata se dedican a emborronarlas aun más. Un ejemplo de esto muy claro en el plano musical fue cuando participó en el festival de Glastonbury, tradicionalmente de música rock. Hubo quienes protestaron acerca de su participación, y West, para aumentar aún más la polémica, se autoproclamó la mayor estrella de rock viva del planeta, que vine yo a entender que se refería a que en la actualidad la importancia, vigencia e influencia del hip hop en nuestros días equivale a lo que para la forma de vida de décadas anteriores supuso el rock. Pero eso es porque yo soy muy bien pensada. Bueno, Kanye quiere ser importante, creo que eso ya lo habíamos pillado de todos modos. No obstante, con tantas colaboraciones, lo que sí es cierto es que musicalmente hablando, desde hace ya un tiempo, las fronteras entre estilos están cada vez más diluidas.
A pesar de la necesidad imperiosa y constante de este artista por llamar la atención, no cabe duda de que lo hace muy muy bien. Obviamente de los mejores. Si no, no estaría allí. Y continuando por el camino de las colaboraciones, no sería la primera vez que echa mano de artistas plásticos u otro campo para enriquecer sus audiovisuales.
No es la primera vez, como decimos, que West coge del mundo del arte. Su video Strong (dirigido por Marco Brambilla en 2010) permite hacer prácticamente un recorrido por la Historia del Arte, tomando los elementos y la iconografía que aparece en el vídeo como excusa: la cabeza de Horus, la columnata, el rompimiento de gloria, los seres alados, la espada de Damocles, el aura, los cuernos; e incluso al videoarte, empleando una exposición del tiempo ralentizada, muy habitual en ciertos artistas (Bill Viola, por ejemplo obvio) o incluso al cine.
Artistas de la talla de Murakami o Beecroft han trabajado con West en la realizacion de alguno de sus vídeos, y en otros tantos hace referencias a diferentes obras de arte, como las latas Campbell de Warhol.
De hecho, refiere en gran medida a este último en el vídeo del que nos ocupamos. El vídeo básicamente es la representación/el registro videográfico de un tableau vivent (o más bien semi) inspirado en la obra Sleep del artista Vincent Desiderio. No obstante, la forma de hacerlo es bastante Warholiana: en el vídeo, alargado en el tiempo de duración, se incluyen los sonidos de las respiraciones al dormir, ligeros ronquidos, lo cual sumado al gran realismo de las figuras de cera, provoca una gran verosimilitud, con lo que ello conlleva, pues el grupo de bellos durmientes puede provocar sensaciones encontradas. Sleep (1963) se llama también la obra de Andy Warhol en la que se puede ver al que fue su amante John Giorno durmiendo. Existen numerosos textos que hablan sobre esta obra, en diferentes calidades; hay a quien le encanta mencionar a Freud, tan socorrido en cuanto se encuentra el mas mínimo apunte sexual, y si ya se puede unir al inconsciente y al sueño, para algunos puede ser la lotería. El sueño también por continuación está relacionado con el mundo del surrealismo. No obstante, para mí, ciudadana del siglo XXI y entendedora del Warhol mas superficial (en tanto a fijarse primero en lo que está en la superficie, que viene siendo lo que todos hacemos) el hecho de ver a un tipo durmiendo, y después a todas estas personas famosas durmiendo, me recuerda inevitablemente que ha existido un canal Gran Hermano 24 horas, donde por fuerza los consumidores han debido dedicar parte de su tiempo a observar personas durmiendo.
Para mi la línea de Warhol (no sé si hizo una predicción o supuso el nacimiento de), se continúa en la elevación del consumo de la marca sumado al cotilleo. A lo cual hay que sumar las prácticas, tan comunes hoy día gracias a las redes sociales, de voyerismo y exhibicionismo. No hay que olvidar que Warhol comenzó con el escaparatismo, lo cual es un mecanismo que funciona a la vez tanto para la venta como para la exhibición, y que está relacionado directamente con el consumo de cosas: productos, programas, ideas, personas, para todos, y que agrupan socialmente según el elemento consumido.
El vídeo de Kanye West hace esto mismo. Al hacer referencia a la obra de Desiderio eleva la categoria de su vídeo, acercándolo más a la esfera de lo artístico, y su referencia indudable a Warhol manifiesta la línea de actuación. La crítica (no va a ser todo bueno) es que le tira mucho el mundo del cotilleo. Obviando el hecho de que su mujer sale en un reality show (no se me ocurre otro formato en el que la persona quede más expuesta al público y por tanto, o por ello, susceptible de ser cotilleada), el elemento que une al grupo elegido para la ocasión es simplemente el que reza el titulo: ser famosos. Su esposa Kim Kardashian y él mismo están en el centro, hasta ahí tiene sentido. Aparecen las figuras de Rihanna y Chris Brown, bien. Ray J, músico de R&B, vale. Amber Rose, cantante. Caitlyn Jenner, según la wikipedia figura de la televisión estadounidense y exdeportista, ahí yo ya me voy perdiendo. Volvamos atrás un momento, Taylor Swift: no sigo la prensa amarilla tanto, ¿ya son amigos? ¿Habían hecho las paces? Bueno, es igual. Anna Wintour, ya mucha gente ajena a estos asuntos debe saber quién es, pues su popularidad está a la alza, editora jefa de la Vogue. Bill Cosby, llegados a este punto, por qué no. Ehhh, Donald Trump y George Bush. A ver, buscando un poco por la red, el matrimonio West/ Kardashian va con Hillary, así representado con un selfie de los tres. Puede que todos ellos tengas sentimientos por el cantante. Si no, en caso contrario, el elemento común es... cada uno que se invente uno, por ejemplo, cuanto más lejos del centro menos ganas de dormir con la persona. O quizá hay que ser americano para saberlo, algo propio de esa cultura que desconozco.
Con lo cual y resumiendo, volviendo a esta interpretación descriptiva acerca de qué trata el vídeo, la razón principal es que se hable de él. Ya sea por su referencia artística (en el mejor de los casos), ya sea por el elemento provocador que supone retratar a este grupo desnudos y compartiendo cama, lo suyo es que se hable de él. Que se note, que se vea, lo que sea, pero que no pase desapercibido.