La creatividad es necesaria para la vida. Nos hace personas alegres, inquietas, con ganas de sentir el instante. Hay quien la necesita más que otros, como alguien que ha nacido para escribir sus dos grandes obras, hablo de Susana Gross.
Susana Gross, una americana que ha viajado por todo el mundo y finalmente se ha dejado adoptar por Barcelona, es una mente creativa inagotable que enfoca su vida a través de dos obras muy personales, la novela Maggie Scratch y el guion literario The Blue Sheperd, Una obra con toda una vida a sus espaldas.
Susana nació en Filadelfia de mentalidad inquieta y creativa. A los 13 años, edad en la que viajó a Suiza con un familiar, se fascinó por la cultura europea. Por esa razón, a los 18 dejó su Filadelfia natal para trasladarse a Boston, donde estudió Literatura Francesa. Durante esos años de post adolescencia se imbuyó de la literatura francesa y rusa, pero necesitaba conocer más, sobre todo más de sí misma y de su cuerpo, así que empezó a estudiar danza terapéutica.
En esta nueva etapa de formación en danza, se trasladó a California, concretamente a un pueblo rodeado de naturaleza llamado Eureka, compaginando sus estudios, a la vez que trabajaba en una editorial. En este período de aprendizaje viajó a Nueva York, Canadá, Carolina de Norte y Méjico y finalmente estudió un master en New York University. Este tipo de danza le permitía ayudar a la gente desde una vertiente psicológica y de alguna manera le enseñó a ella a conocerse mejor y conectar con su creatividad.
En su estancia en Méjico conoció a un pintor de California, con el que se casaría poco después. Los dos eran personas creativas y con muchas ganas de vivir nuevas experiencias, así que decidieron marcharse a vivir a Ibiza. Se establecieron en una masía en medio de la naturaleza. Fue aquí donde se empezó a gestar la idea de la novela de Susana, Maggie Scratch, sin que ni ella misma lo supiera en ese momento. Susana se hizo columnista de Ibiza News, un diario ibicenco que publicaba en inglés. En él escribía artículos firmados bajo el pseudónimo de Maggie Scratch. Estas crónicas eran realmente críticas con la sociedad del momento, con toques de humor y sátira, una parodia llena de ironía.
Aunque los seis años que vivieron en la isla fueron de los mejores de su vida, la pareja decidió trasladarse a Barcelona, allí nació Sadie, nombre que, tiempo después, reencarnará a la protagonista de su guion en The Blue Sheperd.
Al llegar a Barcelona, Susana que había escrito una sitcom, decidió moverla por televisiones y productoras de la ciudad y se tropezó con dos grandes de la industria televisiva del momento: Sergio Gil y Sergio Schaaff, de TVE en Sant Cugat. La sitcom no les cuajó, pero Sergio Schaaff decidió contratarla como guionista de los sketchs del programa Si lo sé no vengo, presentado por Jordi Hurtado, con una gran audiencia en esos momentos. Así es como Sergio Schaaff se hizo el mentor de Susana. Le acomodó una habitación de TVE llena de lápices de colores y le dijo que ese era su lugar para crear e inventar sitcoms para la televisión. A partir de aquí se fue formando como guionista. Entre otros, uno de sus profesores fue el gurú de los guionistas, Robert McKee.
Poco después de que Susana se descubriese como guionista, apareció la idea del guion The Blue Sheperd. Una mañana al despertarse, Susana recordó un sueño con más fuerza de lo que nunca había retenido uno. Se paró en medio de la calle para anotar y durante dos días no pudo dejar de escribir. Al llegar a TVE le presentó la idea a Enrique Esteban, éste le ayudó a desarrollar el guion, incluso tenía la intención que Gerard Depardieu protagonizase el film, pero poco después Enrique murió y el guion se quedó sin padrino.
A partir de aquí, The Blue Sheperd, pasó por muchas manos, un productor de Universal Studios, José Carrillo le ayudó a desarrollarlo, pero se marchó a Los Angeles a vivir y de nuevo el guion volvió a quedarse sin ver la luz. Poco después fue Antonia Kerrigan la que representó su guion, pero justo a punto de presentarlo en EE.UU. cayeron las Torres Gemelas y todo se tuvo que paralizar.
Desde entonces, Susana sigue moviendo el guion The Blue Sheperd, miles de correcciones, reescrituras constantes, incluso ha llegado a publicar en 2014 una edición impresa, aunque no es la definitiva.
Su novela Maggie Scratch, en cambio, vio la luz y fue un éxito en febrero de este año, sobre todo en Ibiza, Barcelona y Brooklyn, aunque se publicó por primera vez en formato electrónico en 2012. Susana ha presentado la novela varias veces en Barcelona, lugar donde tiene dos lecturas pendientes.
Sus dos grandes obras, las que resumen su vida, en las que ella vive detrás de cada personaje y cuando las lees sientes que estás haciendo algo más que leer una novela o un simple guion literario, ya que adviertes algo mágico…
Y se preguntarán ¿qué es? Años y años de creatividad, resumidas en dos obras, porque ya lo dice la mera palabra: crea-tu-vida, y Susana la ha creado con Maggie Scratch y The Blue Sheperd.