La original Star Wars de 1977 puede figurar hoy en día en el puesto 56 de las películas más taquilleras de la historia, pero si se ajustan los números con la inflación de cuatro décadas sube hasta la segunda posición[1]. Solo por detrás de Gone with the wind (1939) y muy por delante de Avatar (2009), por ejemplo.
Es solo un ejemplo de los sólidos cimientos de la franquicia Star Wars, la propiedad que estableció el canon al que aspira toda media franchise desde que en 1975 George Lucas firmara el mejor acuerdo posible con 20th Century Fox. Lucas conservaba la propiedad de Star Wars, retenía los derechos de merchandising y se garantizaba un 40% de los ingresos en taquilla a cambio de renunciar a una parte importante de su salario. Fox, obviamente, no creía demasiado en la película a pesar de estar financiándola. Uno de esos errores de juicio que hacen historia.
Sobre esa decisión, Lucas pudo edificar una franquicia de medios que ha sido el modelo que ha guiado a Hollywood desde entonces. No solo por los números obtenidos en taquilla, sino por todos los negocios que fructificaron en torno a las películas. Leyendo sobre el tema me he encontrado el Instituto de investigación Statistic Brain.
A Statistic Brain le gustar poner números a las cosas y, entre cientos de estadísticas de lo más variopinto, tienen tiempo para Star Wars. En su web, puede encontrarse una página actualizada[2] con el dinero que ha generado Star Wars y sus ubicuas líneas de negocio a lo largo de las décadas.
¿De cuánto hablamos? Más de 28.000 millones de dólares, sumando todas las vías de explotación en 38 años.
Si representamos el imperio Star Wars como una pirámide [3], está claro cuáles son los cimientos. Los juguetes acaparan un 42% de los ingresos generados por Star Wars hasta la fecha, porcentaje que se traduce en más de 12.000 millones de dólares. Le siguen en importancia los formatos de exhibición domésticos -18%, casi 5.300 millones de dólares- y, en tercera posición, los ingresos de taquilla que comprenden el 15% del total y suman más de 4.300 millones.
El desglose de los ingresos por juguetes[4] demuestra como el fenómeno se ha ido consolidando con las décadas. El fabricante Hasbro se hizo en 1985 con la licencia que hasta entonces manejaba Kenner. Las ventas de Hasbro desde entonces comprenden el 45% de todos los juguetes Star Wars fabricados, incluyendo los de Kenner -31%-y a fabricantes de coleccionables diversos.
Mientras que en los formatos domésticos el DVD es el rey del mambo[5], la taquilla –sin ajustar la inflación- deja algunas sorpresas ligeramente ignominiosas como que La Amenaza Fantasma (1999) es la película más taquillera de toda la saga, seguida del Episodio III: La venganza de los Sith (2005) y ya en tercera posición queda la película de 1977. La inclusión de Episodio VII: El despertar de la Fuerza en el gráfico[6] se debe a los tickets vendidos en las primeras 48 horas de venta anticipada.
El 25% restante de los ingresos Star Wars se reparten entre videojuegos, libros y otras clases de merchandising. Negocios “menores” pero que generan montañas de dinero[7] que son la envidia de cualquier otra franquicia.
Todas estas cifras vuelven a confirmar que Disney tiene entre manos una auténtica mina de oro con la que dar por bien empleados los más de 3.000 millones de euros que pagó a George Lucas por ella en 2012.
Enlaces de interés
[1] Películas más taquilleras de la historia contando la inflación de precios
[2] Ingresos totales de la franquicia Star Wars en Statistic Brain
[3] Pirámide Ingresos Star Wars
[4] Ingresos juguetes Star Wars
[5] Formatos domésticos Star Wars
[6] Box Office Star Wars
[7] Otros ingresos Star Wars