El Gran Premio de motociclismo es uno de los acontecimientos más importantes del año y del mundo ya que en él se congregan los mejores pilotos de la tierra. Los adelantamientos están asegurados, al igual que los enfados, las caídas y los pequeños roces. Marc Márquez es el actual campeón del mundo de MotoGP, pero este año no lo tendrá tan fácil ya que Valentino Rossi, a sus 36 años, quiere su décimo mundial.
En este mes de junio se podrán ver dos carreras del mundial de MotoGP. La primera será el Gran Premio de Cataluña, en el circuito de Montmeló, del 12 al 14 de junio; mientras que la segunda carrera que se celebrará en este mes será el GP de los Países Bajos, del 25 al 27 de junio.
A sus 36 años, Valentino Rossi confirmó ante los medios de comunicación que prefiere ganar su décimo mundial que ser padre. Una decisión que llegó tanto a los espectadores como a los propios pilotos del mundial.
Como era de esperar, antes de comenzar el mundial de MotoGP Marc Márquez era el principal favorito para ganar de nuevo el campeonato de motociclismo pero, a raíz de las primeras pruebas, Valentino Rossi le ha desbancado de esa posición y se ha consagrado como el favorito indiscutible.
Las primeras carreras de Marc Márquez no han sido perfectas, sino todo lo contrario: en Qatar tan solo consiguió once puntos, mientras que en Argentina tuvo un duelo con el italiano y se cayó de su Repsol Honda sin poder sumar ningún punto. No obstante, en el Gran Premio de Estados Unidos ganó su primera carrera de la temporada sumando los primeros 25 puntos.
Por su parte, Valentino Rossi ha conseguido ganar dos grandes premios durante esta temporada y un tercer puesto. De tal forma que el italiano se está convirtiendo en la gran revelación del momento. Y es que a sus 36 años sigue siendo un auténtico chaval que puede competir con quien se ponga por delante de su Yamaha.
Este año, el mundial de MotoGP está más interesante que nunca. Se desconoce quién ganará el campeonato en el circuito de Cheste. Todo apunta que será Marc Márquez quién consiga su tercer mundial de MotoGP de forma consecutiva, aunque el italiano está más fuerte que nunca.